Review The Flash: Enemy at the Gates
Una de las primeras noticias que tuvimos de esta temporada es que el villano principal de la misma iba a ser Godspeed … noticia que nos dejó creo que un poco frío porque hasta ahora siempre había sido un enemigo de segunda fila cuyo único punto a favor es que su diseño está muy bien. Bien, tras 14 de 18 episodios en los que el supuesto enemigo central no ha tenido ni una sola mención, Godspeed decide hacer acto de aparición.
Bien empecemos por el principio y que Barry tiene un sueño y enseguida lo toma como una prueba de embarazo y todo convencido dice “He soñado con la hija cuya existencia fue borrada ¡¡Coño voy a ser padre!!”. Creo que a estas alturas cosas más raras hemos visto y el tema de la paternidad ya se tocó con todo el nefasto arco de las fuerzas (de una forma más que cogida con pinzas), pero de forma realista los sueños terminan no siendo el mejor predictor posible y a la hora de hacer la prueba sale negativo.
Ya hemos hablado de papi-Barry y mami-Iris, hablemos de Godspeed que ha vuelto en forma de ejército de una forma similar al del arranque de la temporada de DeVoe, que en aquel entonces se desveló que los había enviado él pero de esta hornada de velocistas blancos no sabemos de dónde han salido.
Por otra parte la serie continúa con el romance entre Frost y el gacho musculoso que apareció en su arco en la primera mitad de temporada, que se llama Mark por cierto. Todo esto viene a colación porque Frost se lo encuentra herido y decide llevarlo a Star Labs para que lo curen, coincidiendo con una operación de parte de Caitlyn a Ultraviolet para devolverle la voz.
Pero esto de Frost y Mark es bastante secundario la chicha está en ristra de Godspeed que aparecen en Central City y que parece ser su objetivo principal es el propio Barry. Aquí empieza un acoso y derribo hacia Flash que culmina en una batalla campal de todos contra todos en Star Labs. El nivel de estas escenas de acción son al nivel que viene siendo habitual, pobre tirando a extremadamente cutre.
Vayamos al culmen de todo, que es el momento en el que Barry se da cuenta que los Godpseeds les están inflando la cara, que es justo cuando están casi en la lona aparecen otros Godspeeds nuevos y se ponen a pelear contra los que ya había obviando totalmente la presencia de Flash. El motivo parece ser bastante obvio, hay una guerra entre dos bandos de Godspeeds y les ha pillado justo en el medio.
También hemos tenido una última subtrama centrada en Joe y en la agente Krammer, que ha también se tocó en el arco de Killer Frost y que se podría resumir en que odiaba a los meta-humanos porque quemaron sus tierras y robaron a sus caballos … estooo mataron a su pelotón. Joe investigando un poco (que tampoco se ha herniado) se da cuenta de que hay algo que no cuadra y Krammer ha sido engañada. El episodio termina con Joe y Krammer haciendo vigilancia hasta que se dan cuenta de que les han disparado un rayo láser al coche que hace que este vuele por los aires.
Voy a ser sincero, aunque el capítulo es flojo no deja de ser una mejoría enorme respecto a lo que llevamos viendo en la serie en las últimas semanas. No voy a decir que ojalá la serie siga por este camino, pero oye al menos estamos ante un episodio mínimamente entretenido.