Contra todo pronóstico y para mi sorpresa tenemos esta semana un episodio que en el que la vuelta al presente de la serie no vuelve a la que ha sido la trama habitual de la temporada (y que precisamente se quedó en un punto muy interesante); sino que aprovecha todo lo presentado en ese “Backstory!” para llevar su trama a la actualidad y al C.W que todos conocemos.

Aunque no lo contaría como un capítulo embotellado al más puro estilo “Please Sign Here”, nos encontramos ante un episodio que sigue un poco esa pausa teniendo pocos escenarios (prácticamente una casa, sus alrededores y un coche) y bastante pocos personajes, siendo únicamente de los principales C.W y Rachel.

El punto de partida es una invitación de Peter (a quién conocimos en el episodio flashback de la semana pasada) a C.W para poder arreglar las cosas 40 años después; sin embargo las intenciones de C.W son otras: tirarse a su mujer … metafóricamente ya que Anne lleva años muerta. El único propósito que tiene es el de hundir a Peter, ya que su carrera de escritor fue bastante mediocre y solamente estaba a flote por la presencia de Anne a su lado.

A lo largo del capítulo vemos al C.W que todos conocemos, pero con el contexto de la semana pasada sabemos perfectamente que todo ese ego que tiene es el escudo que utiliza para tapar su propio sentimiento de inferioridad, del ser consciente que todo su éxito se basó en un trabajo que no era suyo y que a la hora de la verdad Peter aun siendo un autor de segunda al menos sus obras son de verdad suyas. En realidad todo el ataque que le hace a Peter, como bien reconoce al final, es por sus celos tanto por haber conseguido estar con Anne como por ser un escritor de verdad.

Pero sin desviarnos del episodio, no es que Peter quisiera reconciliarse con C.W, ya que para él fue Carl el que cortó los lazos con todos y se dedicó a meterse de todo, sino una estratagema de Ginny, una de las hijas que tuvieron Peter y Anne. Su plan es hacer que se reconcilien antes de la muerte de su padre, quien está enfermo y por el estado que le vemos a los largo del capítulo no tiene pinta de que le quede mucho.

Mientras van corriendo los minutos vemos como C.W intententa más y más dejar en evidencia a Peter (consiguiendo ser él quien queda en ridículo al estar terminar totalmente ebrio), llegando al clímax cuando C.W encuentra la última novela sin publicar de Peter con el hecho de que solo le publicaban por la intermediación de su mujer.

Tras ese hecho, cuando ya están en el coche volviendo C.W pierde el conocimiento debido a la borrachera, lo que termina en Rachel trayéndolo de nuevo a la casa de Peter ya que pensaba que iba a morir. Al despertar conoce a Ginny, quien es el vivo espejo de su madre y al hablar cambia de idea al saber que Anne siguió su trayectoria como guionista de videojuegos reconociendo que él en los 70 ya vio venir ese avance a la hora de contar historia, tras saber esto decide dejar de lado sus hostilidades con Peter y hablar por primera vez en mucho tiempo como los dos buenos amigos que eran en el pasado.

Puede que no sea del nivel del anterior, pero aun así otra semana más Mythic Quest está a un nivel encomiable y posiblemente estemos ante una seria candidata a ser una de las mejores series del año, pues a falta de un par de episodios para poner fin a la temporada el nivel visto hasta ahora ha sido magnífico semana tras semana. El viernes que viene intuyo que la serie volverá al redil de la trama con las fricciones que se han creado en el estudio entre Ian y Poppy, pero este descanso que se ha tomado con todo lo relativo al pasado de C.W. posiblemente haya sido uno de los mejores tramos de toda la serie.