Physical: ritmo ochentero para una dramedia del siglo XXI
Creo que ya lo he dicho en alguna ocasión en este blog, o si no a alguno de mis compañeros de Casa Spammer, pero por si acaso lo voy a volver a remarcar: Apple TV Plus está conformando con el paso del tiempo uno de los catálogos con propuestas de lo más llamativas. Algunos salen mejor que otros, pero, la mayoría, atraen la atención del espectador que está dispuesto a fichar series que van llegando a nuestras casas cada mes. Una de las producciones que deberíais comenzar a ver es Physical, que ya he podido disfrutar, y de la que paso a dejar mis impresiones en este artículo.
NOTA: este artículo trata sobre la primera temporada de Physical, a la que hemos podido tener acceso gracias a Apple TV Plus España. NO contiene spoilers.
Nos vamos a la década de los 80 en Estados Unidos, una época para nada explotada en los últimos tiempos en producciones audiovisuales, ¿verdad? Bromas aparte, Physical nos cuenta la historia de crecimiento personal de Sheila Rubin, una ama de casa de San Diego que se ve atraída al mundillo del aerobic mientras lidia una cruenta batalla interna contra la ansiedad que gobierna su día a día. La práctica de esta modalidad deportiva motivará la búsqueda de su propia identidad y será lo que alimente la trama de esta entretenida serie.
Constará de diez episodios, que nos llegarán en la plataforma semanalmente, empezando con tres raciones mañana mismo, para luego continuar con una cada viernes hasta la conclusión de la entrega. Al tener disponibles los capítulos, he podido disfrutar de ellos mediante el visionado consecutivo, algo que es más que factible, dado que su duración (alrededor de treinta minutos) lo favorece, y el ritmo de la trama te lleva a querer ver más y te enganche, uno de los grandes aciertos de la producción protagonizada por una brillante Rose Byrne.
Precisamente es esta actriz el otro gran punto a favor de la nueva serie de Apple TV Plus. Habiéndola visto en otras ficciones como Mrs America o Damages, sabía de lo que era capaz, aunque es cierto que en la primera comparte cartel con un elenco femenino potentísimo, y a veces pudo quedar a la sombra de otras grandes actrices que brillaban; y en la segunda que he mencionado, ella y una magistral Glenn Close cuajaron una actuación soberbia durante los años de emisión de la serie. Sin embargo, en Physical se marca un Juan Palomo, y es ella la que lleva la batuta y el peso de toda la producción. En mi cabeza no cabe nadie más que pudiera haber interpretado a Sheila, y si este nuevo producto de Apple es tan recomendable es, en gran parte, por el buen hacer de Byrne liderando el proyecto. Es una de mis candidatas durante los próximos meses a Spammers del Mes, ya os lo adelanto.
Antes hacía referencia a la batalla interior de la protagonista, que es otro de los atractivos y elementos clave de Physical. Sí, es una comedia, pero también hace un retrato de la ansiedad y lo que supone para una persona convivir con ella, o incluso yo diría ser consumido por ella y batallar por mantenerse a flote como buenamente pueda, y lo hace excepcionalmente. El recurso que emplea es el voice over, o voz en off en castellano, con los demonios internos de Sheila haciendo acto de presencia cada dos por tres, y conduciéndola por su aparente vida idílica en la costa californiana.
Justo eso es lo que hace que se desmarque de la comparación con otro producto ochentero estadounidense, de reciente cancelación, y al que muchxs de vosotrxs guardáis mucho cariño: GLOW. La genial e injustamente terminada ficción de Netflix, sí, guarda semejanza con esta producción en el hecho de que se mueven en la misma década, pero ahí se acaba. Ese tono oscuro que destacaba en el párrafo anterior que tiene la de Apple no está presente en la de Netflix, y lo que provoca es que te vengan a la cabeza un grupo de “dramedias” (que es como calificaría yo realmente a esta ficción) que tuvo el canal Showtime, con protagonistas femeninas muy potentes y que sustentaban ellas solas sus respectivas series, caracterizadas por tener elementos cómicos, pero que retrataban también cuestiones poco divertidas como la drogadicción, el tráfico de estupefacientes, la lucha contra una enfermedad tan despiadada como el cáncer, o el día a día de una persona con trastorno de personalidad múltiple. Si Physical hubiera sido emitida por Showtime, no hubiera desentonado en absoluto, así que los fans acérrimos de GLOW podéis respirar tranquilos, aunque, sí, inevitablemente se os pasará alguna vez por la cabeza la serie que protagonizaban Alison Brie y Betty Gilpin, entre otras.
Por último, quisiera destacar la banda sonora, que es una delicia, o al menos para mí, que me gusta más ese género y el tono de esa época que la mayoría de canciones que se escuchan hoy en día. Si sois como yo, fans de ese estilo de música, Physical va a provocar que queráis reproducir en bucle todas esas piezas durante horas.
En la cabeza de todo seriéfilo que se precie hay (o debería haber) una lista de ingredientes que debe tener toda serie para convertirse en un producto, por lo menos, recomendable o destacado, dependiendo de su época de emisión. Physical tiene, in my opinion, muchos de ésos, y ha pasado a ser uno de los descubrimientos de este verano, con potencial de entrar en las listas de mejores estrenos de 2021, dependiendo eso sí, de cómo transcurra lo que queda de 2021. Evidentemente, la recomiendo, por si no había quedado claro.