Lupin. Buenas segundas partes.
Ya hemos visto la segunda parte de la aventuras de Assane Diop, nuestro particular imitador de Arsene Lupin. Los cinco episodios que Netflix sacará a la luz el próximo día once de junio mantienen las mismas virtudes que la serie de la que nos enamoramos en enero.
La segunda temporada ha sido tan estupenda como la primera, la serie sigue manteniendo idéntico toque de frescura, inteligencia y ritmo. Omar Sy continua bordando al personaje y la serie crece con los secundarios que en esta segunda temporada cobran más protagonismo.
Aunque no tengo muy claro que estamos en sentido estricto ante una segunda temporada. Puede que hayamos visto dos pequeñas temporadas de cinco episodios cada una, pero creo que quizás el análisis habría que hacerlo global, a la totalidad de los diez episodios. Personalmente siento que podríamos convenir en que esto es sólo la segunda parte de la primera temporada, ya que la serie continúa la misma línea argumental y la segunda parte termina lo que empezó la primera, haciendo algo muy parecido a lo que hace una temporada clásica.
Si bien la sensación global es continuista y creo que la serie sigue siendo exactamente la misma, también tengo la impresión de que las cosas no son tan brillantes como en la primera parte pero creo que quizás sea que los creadores de la serie, George Kay y François Uzan, se sienten más cómodos en el homenaje a Maurice Leblanc que cuando tratan de afrontar las tramas específicas de Diop. O quizás sea tan solo por el efecto sorpresa, quizás la primera temporada se favoreció de que la mayoría de los espectadores no tuviéramos las expectativas muy altas y simplemente nos enfrentaremos a la serie con curiosidad y ganas de pasarlo bien. A esta segunda parte le he pedido más, de forma que casi involuntaria mis expectativas eran algo más altas y me ha dado la sensación de que esas expectativas no han quedado completamente cubiertas. Ahora bien, repito que la temporada me ha gustado muchísimo, simplemente pienso que podría haberme gustado aún más.
Partiendo de la base de que la temporada me ha gustado, si tuviera que comentar un punto negativo seria lo siguiente: una de las cosas que he notado es que durante la primera temporada sentía que cada episodio nos colocaba frente a un reto intelectual en el cual mirábamos con ojos de niños a la trampa que sabíamos que Lupin nos tenía preparada, éramos como el público en la representación de un mago, sabíamos que los guionistas se sacarían algo de la manga y era muy divertido asistir a ese espectáculo. Los espectadores tenemos asumido que Lupin hará gala de su tremenda inteligencia e igual astucia y se saldrá siempre con la suya de alguna forma que ninguno de nosotros había previsto. Esa misma sensación sólo la he tenido en un par de episodios de esta segunda parte, especialmente en el último episodio de la temporada, que es, sin duda, el mejor de todos. Parece como si todo lo demás ha pasado como una serie que intentaba resolver el asunto principal de la trama, pero olvidándose de plasmar ese sello que la que hacía tan única, esa forma en la que esta serie se asemejaba y homenajeaba constantemente a los casos del celebre Arsenio Lupin de las novelas de Maurice Leblanc.
Aún así, tal como he dicho antes la temporada es extremadamente disfrutable; Omar Sy está absolutamente fantástico y conocemos mejor a algunos de sus amigos y eso es un plus importante. Obviamente creo que sigue siendo una serie muy a tener en cuenta y espero ansiosa la tercera temporada pues sigue siendo una serie muy buena con la que se pasa muy bien y que aporta mucha frescura y entretenimiento de calidad al panorama televisivo actual.