Panic: un placer culpable más
Hoy viernes ha llegado Panic a Amazon Prime Video, una apuesta por el género adolescente que me sorprendió, y su premisa me llamó la atención cuando leí de qué iba. Gracias a Prime Video España, he podido ver su primera entrega, y os cuento qué me ha parecido, SIN spoilers.
Nos vamos a Carp, una pequeña localidad de Texas, en la que, todos los veranos, se celebra Panic, una competición en la que todos los graduados del instituto local pueden participar, y así llevarse como premio una suma de dinero considerable. Para ello, deben superar una serie de pruebas que les enfrentará entre ellos, y también a sus propios miedos, como bien indica el nombre de la ficción.
La premisa, que puede parecerse remotamente a Los Juegos del Hambre, por aquello de que, al final, solo una persona puede llevarse el gato al agua, se queda simplemente en eso, en una mera coincidencia. Por seguir con la comparación, el nivel de letalidad de la obra protagonizada por Katniss Everdeen es infinitamente superior al que nos presentan en Panic; y aquí reside uno de los problemas que he tenido con esta serie.
La sinopsis vende demasiado bonito el producto, como toda buena introducción a una obra debe hacer, para qué deciros lo contrario. Yo pensaba que las pruebas en cuestión iban a resultar siendo retos en los que la supervivencia rozara la quimera, e incluso se insinúa en los primeros compases de la trama que Panic era una práctica peligrosa; es más, se nos cuenta que ha habido víctimas en años anteriores. Pero luego ves lo que tienen que ir superando los protagonistas, y la verdad es que, sí, entraña su peligro, pero desde luego nada comparado a lo que se te hace saber cuando te plantas delante de la pantalla para ver esta producción.
Otra de las cosas que me ha decepcionado es que es una ficción de Amazon, pero si me dicen que es de MTV, Freeform, The CW, o de alguna otra cadena con series de corte juvenil, me lo hubiera creído perfectamente. No tiene nada de especial ni nada que te indique que estás en una producción propia de una plataforma streaming que alberga obras como The Boys, Carnival Row, The Marvelous Mrs Maisel, entre otras. Y sí, ninguna de las que acabo de mencionar se parece lo más mínimo a Panic, pero las utilizo para ilustrar que, en todas ellas, notas que no son series que podrías encontrarte en la televisión pública norteamericana, y en cambio Panic sí. De hecho, si se estrenara en alguna de las llamadas network, dudo que pasara de su primera temporada.
Luego está el tema de los miembros del reparto, que no tiene porqué influir, ya que hay muchas producciones que reúnen a sus actrices y actores y son casi todxs desconocidxs. El problema es que, en muchas de ésas, hay alguien que destaca por encima del resto y te sorprende; en Panic se ve que buscaron a todos los intérpretes menos carismáticos que pudieron y los metieron aquí. No conocía a nadie, o al menos de primeras no caigo en si los he visto antes, y puede que los olvide en cuanto pase un tiempo, porque es que no rescato a ninguno de los que protagonizan esta historia.
Y bueno, la montaña de clichés y cosas típicas de las obras “teen” las vais a encontrar aquí también. Eso de que “la policía no es tonta”, si habéis visto algunas series de este estilo, sabréis que no se aplica, porque los adolescentes suelen ser bastante más espabilados e inteligentes. En Panic también caen en eso, porque la policía es muy tonta; pero mucho. Y no pondría a la chavalada al nivel de Betty o Jughead de Riverdale, o Stiles en Teen Wolf, pero sí que es evidente que van dos o tres pasos por delante de las fuerzas del orden de Carp.
Además de que las pruebas de Panic no han acabado siendo lo que esperaba, también querría destacar que esperaba un desarrollo diferente de la serie. Pensaba que el peso de la trama iba a recaer más en los protagonistas superando las pruebas de turno, pero terminan siendo casi secundarias en algunos tramos de la primera entrega, dando paso a una exploración de las personalidades de los personajes que no vi venir. Este detalle no es necesariamente malo, o al menos no debería, pero es que el carisma de todos ellos es el equivalente al de una patata mal pelada, y si lo unimos a que muchos están cortados por patrones y clichés ya vistos por mi parte en muchas ocasiones, nos encontramos con que diez episodios que por su duración (40 minutos aproximadamente) deberían ser más amenos, en cambio son más lentos de lo que le conviene a un producto de estas características. En un fin de semana como el que arrancamos hoy, se puede ver Panic, pero quizá os encontréis con que preferís dosificaros la serie en lugar de verla en maratón, cuando el enfoque pienso que debería haber sido ese.
Panic tenía elementos para convertirse en un placer culpable apañado, quizá sin llegar al nivel de otras producciones del género, pero que se ha acabado quedando en una más en la lista de ficciones que yo he visto y muchxs de vosotrxs veréis, y de la que seguramente no guardéis un gran recuerdo, o puede que ninguno siquiera.