Jupiter’s Legacy: pasado, presente y futuro
En el programa del pasado domingo acerca de Invincible creo recordar que lo comenté: el que pensara que las series y películas de superhéroes iban a pasar a mejor vida más pronto que tarde, se estará dando de cabezazos contra la pared, porque está sucediendo todo lo contrario, cada vez hay más oferta. La última compañía en sumarse a la tendencia de tener su propio producto protagonizado por gente con capas es Netflix, que hoy acaba de lanzar Jupiter’s Legacy, la adaptación homónima de las novelas gráficas creadas por Mark Millar. He podido ver ya su primera entrega, y debajo tenéis mis impresiones.
NOTA: este artículo versa sobre la temporada debut de Jupiter’s Legacy, a la que hemos podido tener acceso gracias a Netflix España. NO contiene spoilers.
Jupiter’s Legacy nos traslada a un mundo en el que una élite de héroes, la Unión de la Justicia, lleva prácticamente un siglo ayudando al planeta Tierra cuando es requerida su ayuda. Además del grupo original, también hay un buen puñado de jóvenes con súperpoderes; algunos de ellos son hijos de los seis que lo iniciaron todo, y arrancamos la serie en un punto en el que éstos, ante la realidad del mundo actual que les rodea, comienzan a plantearse si sus métodos que les han acompañado durante todos estos años son los adecuados, o están obsoletos.
El nombre de la ficción deja a las claras el tema central: el legado. Este concepto lo hemos visto recientemente en Falcon y el Soldado de Invierno, con la exploración del lugar en el que quedan en el UCM Sam y Bucky tras la ausencia de Steve Rogers, que no me disgustó, pero en Jupiter’s Legacy hacen de eso el leit motiv, y durante los ocho episodios que componen la primera entrega se desarrolla con más profundidad esta cuestión, y mejor.
El héroe más grande del planeta, Utopian (Sheldon Sampson), está casado con Lady Liberty (Grace Sampson) y tiene dos hijos, Chloe y Brandon. El conflicto de esta familia es el corazón de Jupiter’s Legacy, y en el que residen algunos de los mejores personajes de toda la serie, como es el caso de Chloe, la Sampson que yo destaco por encima del resto, aunque tanto Sheldon como Grace son buenos personajes también; Brandon quizá sea el más típico y el que más desentona, pero tampoco lo considero un mal personaje.
Como decía antes, el quid de la cuestión gira en torno a si la irrupción de los jóvenes, unido al cambio de dinámica en la sociedad actual, debe propiciar una renovación o revisar los conceptos que dieron lugar a la Unión, y que ya en el pasado causaron problemas entre los miembros originales, como se nos comenta en varias ocasiones durante la entrega, y que serán claves también para el futuro. Como máximo representante de las viejas costumbres tenemos a Sheldon (Utopian), cuya creencia en “el Código” que rige el funcionamiento de la Unión puede considerarse como ferviente devoción, y un pecado el mero hecho de plantearse si debería evolucionar. Algo que está ligado al origen del personaje, y me lleva al siguiente punto, importante para la ficción.
Durante los ocho episodios que integran la entrega debut, tenemos intercalada la acción presente con la pasada, que nos narra cómo consiguieron los héroes originales sus poderes. A pesar de que pueda parecer que no hay una relación clara entre los dos tiempos que maneja la ficción, al menos, no a priori, considero que sí la hay y es importante para entender las motivaciones de todos los personajes adultos, y cómo actúan con sus hijos y se debaten para abordar el futuro de la Unión y la pervivencia o modificación del famoso Código. Bajo mi punto de vista, tengo que reconocer que los eventos pasados me tenían más enganchado que el conflicto presente. Además, nos permiten conocer más a otro de los personajes que más me han gustado de la serie por ahora, George Hutchence (Skyfox), y sirven para indagar en la psique de Sheldon/Utopian, y en su manera de ver las cosas, esencial para el desarrollo de la trama.
El principal punto negativo que le veo a la serie es que sus efectos especiales podríamos verlos en muchas series del Arrowverso, por daros un ejemplo con un nivel semejante. Teniendo en cuenta el presupuesto que tienen muchas de las producciones de Netflix, esperaba más en ese aspecto, y más si entramos a comparar con lo que hemos visto los últimos meses en Disney Plus con las ficciones de Marvel Studios, o lo que hace Amazon con The Boys. También os diría que no es la serie más vertiginosa que os podáis echar a la cara. Se toma su tiempo para presentar a todos los personajes, introducir la historia del pasado, y plantear los conflictos futuros. Hay mucha información, te queda la sensación de que solo están mostrando una fracción de lo que está por venir, y te deja con ganas de ver más, que creo que es importante; pero el proceso puede hacer desconectar a algunos espectadores, y acabar siendo contraproducente en el balance global.
Como nota final, Jupiter’s Legacy creo que va a ser tema de conversación las próximas semanas, no quizá al nivel de algunos ejemplos mencionados anteriormente, pero sí que creo que Netflix tiene con esta serie un buen caballo de batalla con el que abrirse un hueco en el género de superhéroes, aunque necesita mejorar algunas de las prestaciones que he remarcado negativamente en el párrafo anterior, y que su historia siga con una progresión ascendente.
PD: Ya tenéis en YouTube el programa que le dedicamos a la primera temporada en nuestro video-podcast