El Vecino (2ª temporada): ¿por qué, Netflix?
El próximo viernes llega a Netflix la segunda entrega de El Vecino, la ficción que protagonizan Quim Gutiérrez, Clara Lago, Catalina Sopelana y Adrián Pino. No solo será el regreso de esta comedia, sino que también marca el final de la ficción del superhéroe español, Titán. Y yo, tras haberla visto, me hice la pregunta que encabeza este artículo; como dijo José Mourinho: ¿por qué? No lo entiendo.
NOTA: este artículo trata de la segunda temporada de El Vecino, a la que hemos tenido acceso anticipado gracias a Netflix España. NO contiene spoilers.
La nueva temporada arranca justo donde dejamos la anterior, con el personaje de Lola descubriendo que también tiene poderes como los de Javier, lo que será el detonante de todas las tramas que irán desarrollándose en los ocho episodios que componen la entrega.
El estilo de la ficción se mantiene, es decir, que si os gustó lo que visteis en su temporada debut, os va a gustar lo que nos muestran esta vez, y si no os convenció demasiado, no esperéis nada rompedor en cuanto a la forma de contar las cosas que tiene El Vecino, ni tampoco en cuanto a la evolución de sus personajes; hay cierto desarrollo, pero no es algo exagerado. Como punto a favor, también lo nuevo de la ficción española favorece al visionado consecutivo, como sucediera con los primeros episodios, se pueden ver fácilmente de una sentada, algo que siempre es atrayente para mucha gente que disfruta este tipo de formato.
Otra nota positiva es que si en su anterior temporada quedaba todo bastante reducido al impacto de Titán en el barrio donde viven Javier y compañía, esto se expande considerablemente, no solo a nivel local como Madrid en su conjunto como epicentro de la mayor parte de acontecimientos de estos episodios, sino también hablando ya en términos galácticos. Titán debe hacer frente a lo que se avecina, y me ha gustado el enfoque que le han dado a esta entrega y ampliando el universo de la ficción.
También cabe destacar la incorporación de Fran Perea, interpretándose a él mismo, algo que nos proporciona momentos estupendos y muy meta, referenciando a la comedia que le dio acceso a la fama, Los Serrano. Me ha parecido un acierto cómo han incluido a Fran en el desarrollo de la temporada, y su impacto en la historia de este año es de lo más destacado. No solo eso, sino que también me lo he pasado pipa con todo lo relacionado con el Ayuntamiento de Madrid y las intenciones de la Alcaldesa para con Titán y la forma de potenciar la marca madrileña, aprovechándose de la figura del superhéroe nacional, otro de los focos importantes de la segunda.
Si esto hubiera sido una entrega normal, es decir, no una final, se hubiese quedado entre las ficciones cómicas más amenas de lo que llevamos de año, in my opinion. No es la más destacada, pero sí que te ayuda a pasar un buen rato y desconectar, que es al final lo que le pedimos a la mayoría de productos de entretenimiento que vemos. No obstante, al ser una temporada de cierre de serie, no puedo estar conforme con lo que me han planteado, por una sencilla razón: se nota que Netflix ha sacado la guillotina a pasear y ha decidido cortar por lo sano con El Vecino.
Desde aquí, me gustaría terminar reivindicándola, y deseando que ojalá la plataforma cambie de opinión y nos otorgue una tercera entrega para continuar la historia, porque creo que tiene el potencial suficiente como para desarrollarse mejor y ofrecer a sus seguidores un final digno y que ponga el punto y final a Titán y compañía. Sinceramente, cosas peores han tenido más temporadas inmerecidamente, y no creo que esta serie merezca salir por la puerta de atrás.