Hierro, que no Iron
La ficción española está de dulce. En cuestión de un año, el ruido que están generando las series nacionales se ha incrementado considerablemente. Producciones como Veneno, Antidisturbios, Patria, La Unidad, 30 Monedas, etcétera, han elevado a otro nivel de seguimiento y repercusión el debate seriéfilo en torno a lo creado en España, ya que, lo habitual (y me incluyo en este grupo) era poner nuestra atención a lo que nos llegaba de ultramar. Sin embargo, no tenemos que cruzar fronteras y rebuscar entre los estrenos destacados de países lejanos para disfrutar de series de alto nivel. Hierro llegó un poco antes que todos los ejemplos que he mencionado antes, pero demuestra una cosa: en 2020 no “nacieron” los productos españoles buenos, sino que ya existían, aunque en menor cifra, in my opinion.
La responsable de producir y llevar a la pequeña pantalla esta magnífica serie ha sido Movistar Plus, que creo que desde que empezara a emitir La Zona o La Peste (sin olvidar que hace diez años lanzara la gran Crematorio), es la plataforma que ha sabido dar con la tecla en cuanto a desarrollo y emisión de las diferentes producciones que han ido estrenando. Tradicionalmente, el formato español se caracterizaba por episodios que sobrepasaban la hora de duración, en cadenas en abierto que, encima, abusaban de la publicidad y las pausas promocionales, que alargaban las emisiones hasta la madrugada, haciéndose muchas de ellas imposibles de seguir y disfrutar como toca para muchos españoles que, al día siguiente, tienen que continuar con sus vidas y trabajos. Movistar cayó en la cuenta de que no se necesitan en la mayoría de ocasiones formatos demasiado extensos para disfrutar de un producto. Se fijó, acertadamente, en las prácticas habituales en Estados Unidos, cuyas ficciones rondan los cuarenta y cinco minutos en las cadenas en abierto, y también escogió la práctica británica de temporadas reducidas, en torno a los seis u ocho episodios. Alrededor de esas premisas, construyó Hierro, y también muchas otras, y los resultados están siendo realmente buenos.
La ficción que protagoniza magistralmente Candela Peña nos traslada hasta la isla canaria de El Hierro, a la que ha sido destinada la jueza a la que interpreta, que tendrá que adaptarse a las costumbres isleñas de la forma que pueda. Aquello que seguramente habréis oído de que el escenario de la ficción en cuestión es también un personaje dentro de la misma, en Hierro se cumple también. No se entendería la serie sin que nos imbuyeran la idiosincrasia de los habitantes de esta región, y que es fundamental para el desarrollo de sus dos temporadas.
Hace unas semanas que terminó, tras dos entregas, aunque uno, al ver finalizar la primera, puede pensar que tal y como se cierra, es suficiente. Sin embargo, ambas temporadas conforman un todo que, aunque es evidente que este año han querido contar otra historia con otro foco de atención, están unidas con un nexo común y no se puede entender la una sin la otra. La serie cuenta la llegada de Candela a la isla, pero también otro foco fundamental para la trama es el rol de Díaz, al que da vida Darío Grandinetti. Ambos son los personajes a tener en cuenta, y sus dos intérpretes están a la altura de reflejar de maravilla lo que están sintiendo sus personajes, y hacer partícipe al espectador de la evolución de la trama de cada tanda de episodios.
Los casos que nos brindan en cada temporada son dignos de cualquier otra ficción internacional que se os ocurra del género. Un thriller a la española, que coge lo mejor de nuestra producción y no cae en los tópicos que ese “a la española” con la que abría la oración podría haceros pensar de primeras; si en lugar de Hierro se llamara Iron, y fuera una serie de Inglaterra, habría mucha gente que la hubiese visto sin dudarlo, y se le llenaría la boca alabándola y recomendándola a todos sus allegados. La presunción de que todo lo español, por regla general, está por debajo de lo extranjero es errónea, y los ejemplos con los que abría el artículo lo demuestran, y muchos otros más que se emitieron antes y se lanzarán próximamente.
No os echéis atrás si sois reticentes para darle una oportunidad a lo producido en nuestro país; Hierro es uno de los mejores productos emitidos en lo que llevamos de 2021, y una de las mejores ficciones españolas de los últimos años. Y si todavía tenéis reservas, pues llamadla en vuestro fuero interno Iron, y dadle al play.