Segundo tramo de temporada completado, y las sensaciones no son las mejores. Ya lo vengo diciendo review tras review: la tercera entrega de Legacies me está decepcionando, sobre todo si pienso de dónde venimos, y no hablo de sus series predecesoras; las dos temporadas anteriores, a estas alturas, creo que estaban teniendo más nivel. Pese a todo, este episodio ha sido el que más me ha gustado que los anteriores.

El monstruo de la semana ha resuelto el problema. Si tenemos que extraer una lección de este episodio es que, en la vida, a veces, hay que distanciarse un poco del problema, y no entrar en caliente a resolver el marrón de turno, porque puede acarrear consecuencias indeseadas. Cleo, personaje que se ha incorporado hace pocos episodios, y que me está pareciendo una de las notas positivas de este año con cada semana que pasa, ha dado con la solución que nadie era capaz de encontrar, bien por cansancio emocional, bien porque solo contemplaban una opción, o por el motivo que fuera. Recurre a Caronte, ser de la mitología griega que portaba las almas de los difuntos por el río Aqueronte hasta el Hades, y si sois fans de la franquicia Golden Sun, os sonará porque era una de las invocaciones que podíais elegir en el videojuego. Datos aparte, Caronte, a cambio de un precio (Alaric cantando puede que haya sido una de las alegrías de mi día), puede transportar almas de un plano a otro, y saca a Landon del mundo prisión en el que estaba encerrado. Cleo, al ser imparcial, y no dejarse llevar por sus emociones, como la mayor parte de involucrados, salva el día, y yo lo que quiero es que la integren en la SuperSquad a la de ya.

Otra de las cosas que nos ha dejado claras este capítulo, por si a alguien le quedaban dudas, es que Hope es, sin lugar a dudas, hija de Klaus. Con tal de salvar a Landon, ha destrozado todas sus conexiones que tenía en la escuela. O debería, vaya. Si algo no quiero que pase en Legacies es que en el próximo episodio todo vuelva a la normalidad, y sean felices y borrón y cuenta nueva. Lo he visto recientemente en The Flash en su arranque de temporada, y me pareció una salida cobarde y vaga; espero que no sea cosa de cadena, y veamos el peso de las consecuencias de, básicamente, manipular a unos y a otros para que no tengan más remedio de hacer lo que dice Hope. Pero no solo ella ha destruido todos los puentes que durante varias temporadas hemos visto construir; otros, como Lizzie, han tenido que volar los suyos también.

Yo no sé si era el único espectador que estaba viendo el episodio, y en el momento de la asamblea de la SuperSquad, estaba a muerte con MG. Un personaje que este año solo hace que acumular chasco tras chasco, que le meten en una trama sentimental lamentable con un personaje que ni siquiera sigue en la serie y, para colmo de males, hacen que el plan de Hope provoque que toda la gente que quiere le deje de lado y, ¿por qué? ¿por ser sensato y darse cuenta de que el plan de rescate comportaba más riesgos que beneficios para el colectivo? Hope ha sido una egoísta en todo momento, y no ha pensado que, sí, Landon estaba en peligro, pero el resto de sus compañeros y amigos también pueden sufrir las consecuencias de sus actos y convertirse en daños colaterales, y en este 3×08, el principal ha sido MG. Solo el rayo de esperanza de Lizzie le devuelve temporalmente la esperanza de que no está por su cuenta en la escuela, pero también ella termina forzada por la toma de decisiones lamentables de Hope, y le deja de lado, propiciando una conversación que espero que no derive en la marcha del personaje. MG se merece mucho más de lo que ha tenido en este capítulo.

Otro puente destruido: las hermanas Saltzman. Recordad que, al principio de la serie, Hope y ellas no podían ni verse; o mejor dicho, Lizzie y Hope no se tragaban, y Josie no tenía la personalidad suficiente como para desmarcarse de su hermana en ese sentido. Tras una buena evolución, parece que ha pasado todo a mejor vida. Lizzie es la única que apoya a MG cuando lanza su órdago de con quién está cada uno, si con él o con Hope, pero al borrarse del plan ella, la hija de Klaus echa mano de la otra hermana Saltzman, acudiendo y todo al instituto de Mystic Falls, irrumpiendo en la vida “muggle” que ha decidido llevar como consecuencia del arco de Dark Josie de hace un año. La joven quiere alejarse de todo aquello, y Hope propicia, no solo que esté a punto de absorber una cantidad considerable de magia negra con la activación del ascendente, sino que pone en peligro a Lizzie, que previamente había traicionado por salvar a su hermana a MG. No hay excusa posible que justifique el comportamiento de Hope, ni tampoco que disculpe el que tres personas hayan sufrido por su culpa. Ya os vengo diciendo que hay una buena parte del fandom que no traga a la parejita de Legacies; sinceramente, después de esto, me da que sus defensores los podremos contar con los dedos de una mano.

Y es que, vuelvo a decir lo que vengo criticando también reviews atrás: la historia de Hope la han supeditado demasiado al de su relación con Landon. Han hecho que todo gire en torno a su amor, y lo cierto es que han desaprovechado el potencial que el ser más poderoso de la franquicia de The Vampire Diaries podría tener. No sé cuánto tiempo vamos a seguir por este camino, pero deberían enfocarlo de otra manera en el futuro, porque una de las grandes bazas de Legacies es ella, y ahora mismo es una sombra de lo que fue. Y luego me queda la duda con él de que tiene pinta que no recuerda nada de lo vivido tras la noche con Hope, y yo no sé si creérmelo. Ojalá mienta y sí se acuerde de todo, porque este olvido me parece otro recurso facilón, la verdad.

Con Landon parece haber cruzado un ser bastante pintoresco, que supongo que nos presentarán cuando regrese la serie de parón, ya que el nuevo episodio llegará el próximo 8 de abril en Estados Unidos (el 9 aquí en España). Sea quien sea este bicho/ser/criatura/persona, o lo que sea, la serie necesita mejorar considerablemente sus prestaciones de ahora en adelante. Estos dos tramos no han estado a la altura, y están lejos de las mejores épocas de Legacies. Nos vemos en unos días.