Pilotos: Clarice
Tras 4 películas, una serie de televisión y varios años después del último escarceo del universo de Thomas Harris con las adaptaciones audiovisuales, por fin ha llegado el regreso de la “franquicia” a las pantallas, con una serie de la CBS que narra la vida de la agente Clarice Starling un año después de los eventos de El silencio de los corderos. Pero lo importante ¿Merece la pena engancharse al proyecto?
Me parece vital echar la vista atrás para entender un poco las pesadas losas que carga este proyecto. La primera bajo mi punto de vista es la alargada sombra que dejó atrás la Hannibal de Bryan Fuller, serie de la que nadie esperaba nada pero ya con su piloto nos cerró la boca a todos llegando a ser posiblemente una de las mejores series network de la última década. La segunda (y esta ya es una a la que a su manera se tuvo que enfrentar su predecesora) es ser secuela directa de una película icónica. ¿Y cual es el punto flaco que muestra Clarice en su piloto? El no estar a la altura del legado marcado por las obras anteriores, dando mucho la sensación de ser la oveja negra dentro de las adaptaciones de las novelas de Harris.
Como bien he comentado en la entradilla, la ficción se sitúa un año después del final del segundo libro de la trilogía, mostrando tanto su ascenso dentro del FBI como las secuelas que la han dejado todo lo que vivió durante la persecución de Buffalo Bill. El marco que nos muestran es que Clarice es enviada a una unidad especial del FBI gracias a las presiones de Ruth Martin, la madre de la superviviente de Buffalo Bill, para que investigue supuestos caso de asesinos en serie.
Uno de los puntos en los que más hace hincapié el piloto es el problema que tiene la propia Clarice a la hora de integrarse dentro de una unidad llena de hombres los cuales tienen mucha más experiencia que ella. Me parece un factor bastante relevante que hayan mantenido las fechas con respecto a la película de Jonathan Demme y la serie esté ubicada a principios de los 90’, creo de cara a la ambientación es un acierto y da para más juego que si la hubiesen trasladado a la época actual.
Respecto al reparto, la gran pregunta es si la actriz protagonista está a la altura del papel que la ha tocado cargar y aunque sea pronto, debo decir que lo visto por el momento de Rebecca Breeds no me ha desagradado, más teniendo en cuenta que este es su primer papel protagonista en una serie de esta envergadura. No creo que vaya a ganar el EMMY, pero por el momento me parece que cumple.
En general, no es un mal piloto, simplemente es correcto como otros muchos y solamente comete el pecado de no ser tan sumamente destacable como las otras obras que la precedieron. Es la comparativa la que mata de salida a una serie que en condiciones normales estaría teniendo mejor prensa que la que está recibiendo y es una lástima porque lo que ofrece pinta interesante y el equipo que está detrás es uno que sabe moverse dentro de la televisión, pues Alex Kurtzman (El universo Star Trek reciente, Fringe) tiene bastante experiencia en proyectos como este de procedimentales con una trama de fondo.
Dudo mucho que llegue a marcar de la misma forma que lo logró la Hannibal de Fuller, pero no puedo negar que al menos tengo esperanza de que podamos disfrutar por lo menos de una serie entretenida.
PD: podéis ver también el vídeo que le dediqué en Youtube al piloto.