Pilotos: Big Sky
Venía con otra intención a escribir esta crítica de piloto, ya os lo digo. Uno de los (escasos) lanzamientos otoñales en el panorama network (ABC, CBS, FOX, NBC y The CW) de Estados Unidos ha sido Big Sky, cuya cadena de origen es ABC, y que protagoniza Katheryn Winnick. Sí, Lagertha en Vikings. ¿Por qué creéis que le he dado una oportunidad? A lo que íbamos: toca analizar este primer episodio de Big Sky.
La trama nos introduce a Jenny Hoyt (Winnick), que es una detective privada en una localidad del estado norteamericano de Montana, y lo hace de una forma un poco… como lo diría… telenovelesca, de película de sobremesa de domingo en Antena 3. Sinceramente, el impacto inicial con esta serie no ha podido ser más negativo. Nos venden en la sinopsis que vamos a sumergirnos en una historia que implica secuestros, una posible trama de crímenes relacionados con el tráfico sexual, tipos peculiares como suelen ser los habitantes de estas regiones tan interiores de Norte América, avalado todo esto además porque detrás del proyecto está David E. Kelley, responsable de ficciones como Big Little Lies, Goliath o la reciente The Undoing… y me encuentro con una escena de apertura, cuanto menos, bochornosa, al menos in my opinion.
Una vez nos queda claro que vamos a tener un triángulo amoroso en la serie (compuesto por Jenny, su marido Cody y la compañero de trabajo de ambos Cassie), algo que no pedí y no es que me apetezca demasiado ver a estas alturas de vida, sobre todo así de golpe, sin previo aviso y sin un trasfondo que pueda comprar para aceptar que, vale, el triángulo amoroso forma parte de la historia y la trama y a ver qué supone todo esto para los involucrados; entonces, nos empiezan a presentar a varios personajes más.
Un policía estatal de Montana, Rick Legarski, un trozo de pan y campechano que cumple su función cívica como el primero, aunque no parece estar atravesando su mejor momento matrimonial. Dos chicas jóvenes, Danielle y su hermana Grace, que viajan para encontrarse con el novio de la primera, que podríamos decir que están cortadas por el patrón clásico de adolescentes de series de televisión, con lo que ya os podéis hacer una idea de por dónde van los tiros. Y luego tenemos a Ronald, un camionero que vive con su madre y parece tener algún que otro problema de índole mental, o que simplemente no parece estar contento con la vida que lleva. ¿Cómo casa todo esto? Muy sencillo, lo metes todo en la coctelera llamada sala de guionistas, y te sale un piloto bastante flojo y plano, que invita a coger y cambiar de cadena mientras lo estás viendo, pero que si aguantas hasta el final, podríamos decir que puedes asistir en directo a la definición de los conceptos televisivos cliffhanger y plot twist (giro en la trama).
¿Que por qué decía al abrir este artículo que venía con otra intención? Muy sencillo: iba a despotricar de lo lindo a esta serie. No obstante, tengo que reconocer que la parte final me ha dejado con las patas vueltas, y hace que quiera seguir viendo a dónde nos lleva esta historia, que parecía bastante anodina, pero ese giro de 180 grados, al menos, le compra una bola extra para ver qué son capaces de montar en los próximos episodios. Eso sí, por mucho interés que pueda tener en el desarrollo de la historia, todo apunta a que Big Sky es carne de placer culpable (o guilty pleasure, que es el término original). Tengo mis serias dudas de que pueda evolucionar hacia uno de los dramas imprescindibles de esta temporada seriéfila pero, al menos, puede acabar resultando más entretenido de lo que apuntaba en sus minutos iniciales que, como decía, rozan la vergüenza ajena.
También os digo, que me gustaría saber cómo convencieron exactamente a Katheryn Winnick para apuntarse a la serie, porque tras Vikings, aunque no fuera una de las ficciones punteras de la televisión, sí que tenía cierto caché, y pasar a una serie de network creo que es un paso atrás en su carrera profesional. Pero bueno, el tiempo dirá. Igual estamos ante la nueva serie franquicia de ABC en el corto plazo… o es carne de cancelación incluso antes de que acabe la temporada. De momento, yo me inclino más hacia lo segundo, aunque al menos siento curiosidad tras el piloto, que es más de lo que podía decir cuando había visto diez minutos del episodio, por lo que ya se pueden dar con un canto en los dientes. En España no tiene cadena o plataforma de emisión actualmente.