Ted Lasso y el optimismo
No tenía pensado escribir este artículo porque es un poco autoboicotearme la sección mensual de septiembre, pero como ya hablé de ella en la de agosto y no me suele gustar repetir series dos meses seguidos es problema de quien la coja para los textos del próximo mes. Por si alguien no se ha dado cuenta con el título o la referencia a lo mejor del mes, os quiero hablar de Ted Lasso, o más bien sobre porque ahora mismo me parece una serie fundamental que todo el mundo debería ver. Este post es de recomendación, por lo cual evidentemente no hay spoilers de la temporada.
Dentro del mundo de las series solemos utilizar el término “Happy place” para series que durante sus episodios sea capaz de transportarnos al menos durante el tiempo que duren a algún lugar en el que estemos felices y que cuando acabe por lo menos estemos un poco más contentos; series que hagan que nos olvidemos de todos nuestros marrones del día a día. Este año, el cual yo creo que nadie esperaba que transcurriera como lo ha hecho, afortunadamente hemos tenido unas cuantas muy buenas series a las podemos poner esta etiqueta como son Upload o Zoey’s Extraordinary Playlist, pero creo que la última en llegar es sin duda la que mejor trabajo hace en este apartado, y evidentemente estoy hablando de Ted Lasso.
La serie de Apple TV nos presenta a Ted, un entrenador de fútbol americano que de repente es fichado por un equipo de la zona baja de la tabla de la Premier League (el ficticio AFC Richmond), pasando del panorama universitario de Estados Unidos a un equipo profesional de fútbol europeo, un deporte que ni conoce ni entiende. Muchos bajo esta premisa nos esperábamos la típica comedia centrada en que Ted la lía por no tener ni idea sobre el deporte en el que se ha metido, pero aunque sí que tire de este recurso en alguna que otra ocasión, nunca es el centro de la serie.
Ted Lasso no es una comedia sobre un entrenador en un campo que no conoce, es una serie sobre un personaje que en una huida hacia delante decide dejar toda su vida, su hogar y familia atrás para adentrarse en un terreno desconocido y hostil en el que de primeras nadie le respeta, pero que pese a ello nunca pierde el optimismo y la sonrisa. De cómo un hombre que ya de por sí está lidiando con sus propios dramas personales levanta la moral de un equipo hundido no para hacerlos campeones como hemos visto en un montón de películas deportivas de domingo por la tarde, sino para recordarles que fuera del terreno de juego son personas humanas que deben buscar su propia felicidad.
Uno de los mantras principales de la serie es la palabra “Believe”, la cual en el primer episodio Ted escribe en un cartel dentro del vestuario y aunque uno podría pensar que lo aplican únicamente al aspecto deportivo de la trama, a medida que avanza la ficción te das cuenta esto va más allá y que hay que creer tanto en ti mismo como en el bien de las personas que te rodean, en creer en el perdón y en creer que si has tenido que tomar una decisión dura todo va a salir bien.
Creo que es muy difícil terminar un episodio y no sentirte un poco más feliz y menos agobiado respecto al mundo que te rodea, ya que destila tanto optimismo por todos los lados que al final es imposible que se te pegue una parte de él. No me parecería extraño que una serie con una premisa de “serie deportiva” tirara para atrás a un buen grupo de personas, pero aún así creo que todo el mundo debería darle por lo menos la oportunidad de defenderse ya que Ted Lasso es sobre todo una serie sobre ser optimistas sobre la vida.