Seguimos con la parte ochentera de la temporada, aunque es cierto que pese a mantener la estructura de una época en dos episodios, al menos las formas son bastante distintas, siendo más independiente del capítulo anterior que en los saltos anteriores del Zephyr.

Ahora ¿De qué ha tratado el episodio? Pues básicamente en como Yo-Yo utilizando la colonia de inhumanos que conocimos en la segunda temporada, intenta recuperar sus poderes. Esto conlleva, a que Jiaying vuelve a meterse de lleno en la serie. Pero bien, antes de todo esto conviene explicar porque se arriesgan a dejar a más miembros del equipo en el pasado y esto se debe, a que la máquina que les permitía hacer los saltas está teniendo fallas en su funcionamiento, por lo que para poder arreglarla y dejar de dar saltos intermitentes en el tiempo necesitan que Yo-Yo pueda utilizar de nuevo su poder.

Así que con esta explicación, dejan a May y Yo-Yo en tierra mientras que una Zephyr con la enfermería a los topes va de salto en salto esperando que ellas dos con la ayuda de Jiaying puedan arreglar el bloqueo que sufre Yo-Yo. Creo que con esto se sobreentiende que a pesar de tener alguna que otra escena suelta dentro de la nave, el grueso del capítulo ha sido protagonizado exclusivamente por el tándem formado por Yo-yo y May.

Este episodio me es difícil de reseñar, pues aunque no puedo negar que hayan pasado cosas relevantes para la trama principal, todas estas se podrían resumir en una servilleta de bar sin llegar siquiera al “Gracias por su visita”. Bien, Yo-Yo y May llegan a la reserva de Jiaying para conseguir ayuda, los convencen y durante el tratamiento se enteran que tienen problemas con una joven bastante poderosa llamada Kora y cuando esta se va suicidar aparece Nathaniel para reclutarla y ella le ayuda a capturar a buena parte de los inhumanos que estaban bajo el cuidado de Jiaying. Básicamente con esto se podría dar carpetazo a todo lo importante de cara a la trama global del episodio.

Puede que el resumen de lo que es la trama me haya quedado muy simplista, pero no puedo sacar más de donde no hay. Algo parecido sucede con lo que es tratamiento de Yo-Yo, pues simplemente sirve para ahondar un poco en el pasado y en los traumas del personaje, tanto de su infancia como formando ya parte de SHIELD. Al final contra todo pronóstico consiguen que recupere su poder (pensando ella misma que ha fracasado) e intentan arreglar el mecanismo de la Zephyr …  peeero es ahí donde la fallan y la nave sigue a su bola pegando saltos temporales, por lo que a niveles prácticos nada de los Yo-Yo ha servido para nada.

De todos modos, centrándonos en lo importante se sacan dos cosas claras de cara ver como toma forma el tramo final de serie: Yo-Yo ha recuperado su habilidad y Nathaniel ahora controla a buena parte de los inhumanos gracias a Kora y a la información que consiguió de Daisy en los 70’. No es un episodio que me haya enamorado precisamente, pero me gusta que pese a ello la trama global se vea  que va hacia alguna parte.