Home Before Dark (primera temporada)
Entre todos los estrenos de Apple Tv, me apetece hablaros de esta serie, que ha pasado sin hacer demasiado ruido, pero que ha generado suficiente éxito de crítica y público como para tener ya confirmada una segunda temporada.
Se trata de una serie fácil de ver, apta para todos los públicos, ideal para verla junto a la familia e incluso niños. En tiempos de confinamiento y distanciamiento social es una recomendación notable porque sin ser una de esas series que cosecharán galardones, es un entretenimiento muy positivo y agradable. Una serie cómoda, sin demasiadas pretensiones y que funciona perfectamente sin querer innovar, sorprender o cambiarnos la vida. Además, lo más importante, engancha un montón.
Aunque su espíritu sea principalmente infantil y esté bañada por cierto aire ingenuo e inocente, creo que es una serie disfrutable en varias capas que la hacen también muy entretenida para los adultos. La protagonista es una niña de nueve años, una pequeña detective que al estilo de Verónica Mars es capaz de conquistar a pequeños y mayores. La resolución del caso, un crimen antiguo, está aceptablemente bien llevada y aunque no esté al nivel de otras series de detectives actuales tampoco ofende con sus investigaciones o resoluciones. Además todo es muy simple y alejado de series como True detective u otras que hacen de la complejidad su sello. Creo que una de las cosas más encantadores de la serie son sus personajes, tanto la familia con protagonista como todos aquellos que los rodean, especialmente Hilde es muy brillante, pues es una niña que no esconde ser una niña pero que a la vez actúa como un ser pensante, al igual que su hermana o amigos, los niños en esta serie no son necesariamente idiotas. Normalmente los menores sólo sirven como catalizadores de eventos, haciendo que los mayores sufran las consecuencias de la historia… me refiero al hipotético niño que hay que salvar en tantas ficciones; al niño que grita cuando debe permanecer callado y así alerta al villano y sirve de excusa para la persecución; al niño que olvida su peluche y vuelve atrás ignorando que hay un asesino o un monstruo suelto… En general los niños suelen ser o idiotas o inverosímiles por demasiado listos (en esos casos los idiotas son los adultos que no se enteran de nada), pero en Home Before Dark no es así, los personajes son creíbles en sus circunstancias de edad o rol.
Hay un caso detectivesco de un crimen acaecido tres décadas atrás, también hay una clara lucha por la justicia, personas incorruptibles y personajes corruptos y un viaje por la memoria del padre de la protagonista. Todas las tramas están hilvanadas con estilo y coherencia, tanto la investigación del caso como las subtramas menores encajan en el global y resultan verosímiles. Los niños son simpáticos y los adultos también funcionan, la estética de pueblo perdido es interesante y ningún episodio está mal hecho, más bien destaca cierta originalidad en las formas y la manera de sorprender al espectador. Quizás Home Before Dark no tiene nada que la haga imprescindible, pero es tan absolutamente encantadora y agradable de ver que merece la pena cada minuto invertido.