Si no recuerdo mal, el primer episodio de la temporada me gustó, después todos han sido bastante penosos y por fin, varios meses después, vemos un episodio que sin ser brillante vale, al menos, el tiempo invertido en verlo.

El final ha sido valiente, pero el resto del episodio tampoco ha estado mal. Las referencias a Supernatural han sido un regalo enorme para todos los que nos sentimos fans de los Winchester; la trama del telar del destino va cogiendo mejor forma y al darles a los personaje una victoria y una perdida hace que la totalidad de la trama se sienta mucho más sólida y real. La subtrama de Mick y Ava ha sido preciosa y en general creo que hemos visto un episodio más que aceptable. Hemos visto un gran paso en el viaje personal de Charlie, que al verse enfrentada con su hermana, Atropos, decide que su verdadero destino es ser una de los Legends y así acepta la ayuda de su nueva familia para luchar contra la antigua.

Llama la atención, especialmente, el gran trabajo de Tala Ashe, que interpreta con la misma eficacia a las dos versiones de Zari de las diferentes lineas temporales y es capaz de crear en una de ellas la sensación de sentirse invadida por la otra. La reunión de ambas en el Totem ha sido muy emotiva, quizás porque necesitaba un reencuentro con la que para mí es la auténtica Zari y quizás porque quería que esa versión antigua supiera que su sacrificio valió la pena y que su familia está a salvo, el mundo es un lugar mejor e incluso ella creció siendo una persona diferente, pero plena, digna y feliz. No me convence del todo que la nueva Zari despierte de su reunión onírica para encontrar que su hermano ha muerto, creo que hubiera estado interesante dejar un poco de espacio entre estas dos cosas, para que Zari pudiera abrazar a Behrad en nombre de su otra versión, pero al hacer que un suceso siga al otro es como si la trama de la otra Zari no se cerrase completamente, como si fuera ella quien acaba de perder al hermano… otra vez. Aún así, omitiendo ese detalle, me ha parecido que la idea de juntar a las dos versiones del personaje ha sido excelente.

El recorrido de Mick (junto a Ava) por el momentos importantes de su hija se ha sentido como una trama de relleno que aportaba tanto a la historia como al desarrollo del personaje. Es decir, no lo necesitábamos en absoluto, pero ha sido una subtrama que ha aportado algo más que escenas inconexas en unos minutos que no se podían dedicar a otra cosa. La paternidad de Mick vivida a través de los flashes en los momentos importantes de la vida de su hija, la presencia del padre ausente en un montón de polaroids vacías que para él no significaron más que una tarde pasando el rato con una amiga y para ella significaron toda una infancia de un padre que aparecía de tarde en tarde y se marchaba corriendo. Rory intentó arreglar su relación con la niña, pero sólo la estropeó de otra manera y esto… toda esta idea es bastante buena, es de esas cosas que se puede aprovechar en una serie de temática de viajes temporales para reflexionar sobre la familia, sobre las relaciones humanas y sobre la forma en la que percibimos nuestro propio papel en la vida de los demás. Ha sido una historia bonita y repleta de contenido, ojalá toda la paja de la serie fueran tramas tan bien pensadas como ésta.

Y para terminar, creo que es preciso gritar a los cuatro vientos: ¡viva el cameo deBaby!, ha sido maravilloso ver al Impalay escuchar a Sara admitir que está tan enamorada de Dean… como todos y todas las demás, porque el mundo entero ama a Dean. Es un detallazo que la CW le haga un homenaje así a Supernatural el año de su despedida, ojalá tuvieran detalles como éste en todas las series de la plantilla. Y aunque no es necesario que veamos cameos directos de Jensen y Jared, sí que hubiese sido genial tener alguna referencia a la última temporada de Supernatural en cada una de las series de la cadena, o al menos en aquellas en las que sea posible hacerlo respetando el espíritu general (dudo que, por ejemplo, The 100 pueda meter una referencia que no chirríe). Lo cierto es que con el parón en los rodajes suscitado por la crisis del coronavirus, quizás los guionistas de otras ficciones se puedan inspirar por lo que hemos visto en Zari, Not Zari y quieran hacer su especial homenaje a los Winchester en el año de la despedida.