Otro episodio que no ha sido muy memorable, siguiendo la linea de calidad de la temporada presente. Pero al menos hemos visto un par de momentos emotivos y algunas ideas decentes que nos han hecho reír.

El episodio tiene un guión calcado en el espíritu de cualquier sitcom, en algún momento la serie se convirtió en una comedia y es precisamente cuando no intentan ser más que eso cuando mejor funcionan. Creo que muchas cosas se podrían haber hecho mejor, como siempre sobra Gary y sus escenas son menos graciosas de lo que pretenden los guionistas. Sobran unos y faltan otros, o faltarán… porque este episodio ha servido también para recordarnos cuanto queremos a Ray y cuanto vamos a echarle de menos a partir de la próxima semana, cuando abandone la serie.

Supongo que el episodio sirve como digna despedida para Ray y Nora y nos deja con un mensaje fundamentalmente feliz, pues aunque al más puro estilo de sitcom el episodio esté lleno de malentedidos y mentiras, también está repleto de las buenas intenciones de una hija que quiere hacer feliz a su padre, un novio que quiere hacer feliz a su prometida y un grupo de amigos que luchan por ser felices cada uno a su manera y que son capaces de olvidar, por un momento, sus sentimientos legítimos de venganza con la noble misión de ayudar a una amiga.

Nora ha evolucionado muchísimo como personaje y ha sufrido un gran número de altibajos en su personalidad, desde posesión demoníaca a problemas paternofiliales a convertirse en hada madrina preocupada por los deseos de egoístas adolescentes, creo que tanto Nora como Ray se merecen esta boda, que es lo más similar a un final feliz que puede darles la serie. Damien Darhk aporta algo bueno al episodio, en la medida en la que aunque nunca fue el mejor de los villanos del Arrowerso, sigue estando bien ver a cualquier personaje aliado con el mal cambiar de bando de algún modo, ha estado genial verlo tener sentimientos positivos y ofrecerle a Sara una disculpa y un poco de empatía por la muerte de su hermana.

Mientras tanto Constantine y Charlie continuan con la trama del telar del destino y es una historia que mantiene el interés aceptablemente y quiero ver como lo terminan resolviendo.

Pese a que en esta serie sobran los personajes, descubrimos que Mick tiene una hija en secreto con una antigua novia. Espero que la hija no se convierta en otro tripulante de la Waverider, porque ya hay bastantes sustitutos de la tripulación original y un par de comentarios entre Ava y Sara me hacen pensar que también Sara quiera establecerse, abandonar la Waverider y marcharse a ese misterioso trabajo en Star City.