Review The Flash: A Girl Named Sue
Hay que tener cuidado con lo que se desea, porque yo deseaba que la trama de Black Hole fuera la central de la temporada, pero ahora que me lo han concedido … creo que quiero arrepentirme, más que nada por que todo lo que están planteando me viene dando bastante pereza y que las formas no están termiando de convencerme. De todos modos posiblemente este no sea el mejor capítulo para plantear estas quejas iniciales, ya que el centro de todo esta semana es Ralph y el caso de personas desaparecidas que le lleva martirizando toda la temporada.
Esta semana hay dos focos principales: Iris encerrada en el mundo espejo y el ya mencionado caso de Ralph. Voy a optar por hablar antes de primero pues poca chicha tiene a parte de presentar un nuevo personaje: Eva McCulloch, la otra mujer atrapada en el mundo-espejo. Eva lleva varios años atrapada y ya se ha rendido tras una numerosa cantidad de fallos intentando escapar de su prisión. La presencia de Iris la hace ilusionarse de nuevo para luego volver a fracasar, pero el camino descubren que tal vez la clave para volver a su mundo esté en la propia Eva, quién tras tanto tiempo ha desarrollado una especie de vínculo con el espejo y parece ser que puede controlarlo.
La parte de Iris no tiene mucho más, pero tomando la parte de Ralph como principal y teniendo en cuenta que lo de ella vendría a ser el relleno, al menos el de esta ocasión es interesante y no es algo metido por meter como ha ocurrido en otras ocasiones. Me gusta que para llegar a los 40 minutos no hayan intentado recurrir a las mierditramas de siempre.
Ahora bien, el episodio se llama “A Girl named Sue” y ¿Quién es Sue? La chica que está buscando Ralph. No es que el capítulo se centre en su búsqueda, pues ella se planta delante del propio Ralph antes de los 10 minutos de capítulo, lo hace en los motivos que la llevaron a desaparecer: ella mantenía una relación con un hombre que resultó ser traficante de armas, descubrió su lista de clientes y desde ese momento ha intentado matarla. Lo que nos lleva a este episodio en cuestión es que el traficante está en Central City para realizar un intercambio y ella quiere pruebas irrefutables que la permitan volver a su antigua vida.
Una presentando el planteamiento inicial, el capítulo se tira de cabeza a un carrusel de clichés predecibles en los que nada es lo que parece y la chica tiene una agenda distinta a la que le comentó a Ralph en un primer lugar: no quiere pruebas, quiere un diamante que está relacionado con la trama de Black Hole.
Volviendo con Black Hole, hay un interés en esa parte por medio de la Fake-Iris, que le pide a Barry un arma que es propiedad del millonetis que anda detrás de todo el entramado. Tras muchas dudas por no querer meterla en peligro, Barry sin saber que hay un interés oculto en la copia/ser que se está haciendo pasar por su mujer, se la consigue desvelando por medio de Joe que el poder de esta organización está también dentro de la propia policía y que únicamente pueden confiar entre ellos.
Ahora es el turno de mis lamentos sobre esta nueva trama: me gusta lo que plantean pero no como lo hacen (Se me hace raro escribir esta frase fuera de una review de Doctor Who); de repente absolutamente todo lo que ocurre tiene a Black Hole detrás y la forma en la que lo están introduciendo me parece exagerada ¿Dónde estaban durante los últimos 6 años y porque ahora si alguien se tira un pedo en Central City forma parte de los planes de esa corporación? Más que un elemento en las sombras casi parece una amenaza salida de la nada que resulta que estaba metida en todo. Es una trama a la que veo potencial, pero que me da la sensación de que no van a saber llevarla bien.
Teniendo en cuenta que venimos de un episodio terrible, al menos puedo decir que no repite el bochornoso nivel de la semana pasada; pero no puedo negar que al menos yo esperaba mucho más de este nuevo arco.