BoJack Horseman (6ª temporada – 2ª Parte): This is the end
Se terminó la historia de BoJack. Hace un par de semanas dijimos adiós la que para mí es ya por decreto la mejor serie que ha producido Netflix y tengo la certeza de que salvo milagro, no volveremos a ver una obra de semejante nivel en la plataforma de streaming. Desde hace varias temporadas le solemos dedicar un artículo a la serie con cada nueva tanda de episodios y su final no iba a ser la excepción. Por motivos personales que han impedido poder escribir con asiduidad los textos que tengo ya fijados (si os habéis dado cuenta las reviews de Doctor Who y The Flash han ido con un poco de retraso), pero ahora que ya está todo solucionado os entrego mi despedida a la gran BoJack Horsemam. Aviso que tras el salto hay spoilers.
El tramo anterior me dejó bastante frío, pues se notaba que faltaban episodios y carecían de esa redondez que siempre había tenido la serie, pero pese a ello me gustó como ahondó en los tramas del resto de personajes secundarios mientras nuestro protagonista intentaba rehacer su vida desintoxicándose. Estos pilares han acabado siendo el caldo de cultivo idóneo para generar el alucinante clímax que han supuesto estos 8 últimos episodios.
La historia de BoJack siempre ha sido una condenada al “esto no puede acabar bien”, el pasado siempre le ha perseguido y todos nos podíamos imaginar que a estas alturas volvería a ocurrir. El fantasma de Sarah Lynn ha destrozado todo lo que tanto esfuerzo le costó reconstruir durante la primera mitad de temporada y nos lleva al BoJack más destrozado de toda la serie, a uno que al fin quiere afrontar de cara todo lo malo que ha hecho. Todo lo que hacemos tiene consecuencias y todo este tramo final son las consecuencias de lo que ha ido haciendo el personaje a lo largo de los años, sin importar que él esté preparado para ellas o no.
El culmen llega con “The View of Halfway Down”, que seguramente sea el mejor episodio de toda la serie y enfrenta de manera brillante a BoJack con ese destino que sabíamos que le iba a llegar: la muerte a manos de sus peores vicios. Media hora en la que el personaje pasa las fases del duelo hasta llegar a la propia aceptación de que ha muerto sólo y ha sido todo culpa suya … salvo que no es así y en un giro loco y un poco anticlimático de guión sobrevive.
Sí, el comienzo del episodio final deja un poco frío, porque al igual que BoJack en el capítulo anterior habías aceptado ya su destino, pero que BoJack muriese era algo tan esperado y previsible que los guionistas le dan un nueva oportunidad de rehacerse desde la prisión. Es sensacional como lo llevan porque vemos a un personaje sereno pero que se siente débil de volver a ser quien era, cerrándolo todo en una maravillosa escena final con Diane, personaje que cuyo camino tampoco ha sido fácil y que ha sufrido una barbaridad, en la que ambos ven que hay esperanza para seguir adelante.
En retrospectiva y habiendo visto el conjunto de la serie, no se puede nada más que aplaudir el cómo han ido evolucionando a los personajes y en la manera en la que han llegado al momento del final de una forma tan genuina y natural. No hay un solo personaje cuyo desenlace me haya parecido inadecuado o fuera de lugar. Jamás podría haber pensado que una serie tan deprimente llegara a tener un desenlace tan sumamente optimista y lo mejor es que no se siente extraño.
Duele ver marchar a una de las mejores series de la década, un viaje de autodestrucción que nos ha enseñado que siempre hay lugar para redención aunque esta nunca llegue por el camino fácil. Pero viendo como termina, creo que poco más se podría haber aportado a una serie que tal y como se ha resuelto es perfecta.