Vuelve enero, y con él, la mayor parte de series que se fueron de parón en diciembre. Legacies no es una excepción, y reanuda la historia con media temporada por delante, aún por emitir, por lo que esto va a dar muchas vueltas sabiendo cómo se las gastan en la sala de guionistas de la ficción. Esta semana no hemos tenido el típico monstruo episódico, y en su lugar nos han colocado de nuevo las piezas de cara a lo que se viene en los próximos capítulos.

Ha sido un 2×09 algo tranquilo, la verdad. No ha habido grandes acontecimientos, y han optado por, como decía, reubicar a los espectadores y bajar un poco las revoluciones en la forma de relatar los acontecimientos, aunque me temo que volverán a subir el ritmo muy pronto; no acostumbran a estar relajados mucho tiempo.

Por un lado, hemos tenido la explicación de qué hacía exactamente el Nigromante en Mystic Falls al final del 2×08. Ya lo comenté en la review anterior, pero este enemigo fue uno de los que se hizo con una de las llaves para desbloquear Malivore en la primera temporada, y no le habíamos vuelto a ver desde entonces. Esta semana hemos sabido que pese a tener una nueva oportunidad de hacer algo útil o provechoso con su vida, no fue capaz de renunciar a sus poderes y quiso recuperarlos a toda costa, terminando en la ciudad en la que ha muerto tanta gente que la misma tierra se alimenta de la sangre y el poder dejado por las víctimas; me encanta esta definición de Mystic Falls, porque si nos paráramos a pensar en todos los que han fallecido durante las ocho temporadas de The Vampire Diaries y las que llevamos de Legacies, nos podemos tirar un rato contando. El Nigromante, con otro cadáver, el de Clarke en esta ocasión, abre un nuevo pozo a Malivore, esta vez en el cementerio de la ciudad, y libera a una nueva criatura que apunta a querer obtener aquello en lo que ha estado trabajando en el episodio de esta semana Josie, ese reloj de arena imbuido de magia negra hasta los topes.

Entre la premonición de la esfinge, y esas visiones de la hija de Alaric en la que todo arde y nos muestra un futuro no nada alentador, está claro que el porvenir va a ser un componente importante de esta segunda mitad de entrega. Entre Hope y ella contienen los efectos del artefacto, pero ya vemos al final del episodio que las primeras grietas comienzan a asomar, y no creo que tardemos mucho en ver esa energía liberada. Hablando de las dos, era inevitable que tuviéramos situaciones raras tras la decisión de Landon de estar con Hope. Yo he dado mi opinión muchas veces en estos dos años de reviews, que creo que para la serie es más provechoso una amistad entre las tres principales hechiceras de la serie que un conflicto abierto entre ellas, y menos por un chico. Pero claro, es The CW y dramitas amorosos entran dentro del pack. Aún así, por ahora me gusta cómo lo han desarrollado esta entrega, y no tengo objeción por ahora.

Hablando de los chicos, Landon y Sebastian han ocupado una buena parte del episodio también, con el fénix probando la capacidad del vampiro para contenerse ante la gran variedad de estímulos que pueden surgir en la escuela Salvatore, bien por el lado de los hombres lobo, las brujas, o los propios vampiros y sus necesidades básicas. La capacidad de contención de Sebastian me ha sorprendido a mí también, aunque una vez que lo ve todo perdido termine cayendo en las prácticas típicas de estas criaturas. Algo que parecía esperar Alaric, que saca la ballesta a pasear y nos deja con la duda de si ha sido capaz de matarlo, o simplemente lo ha devuelto al ataúd o lo tiene encerrado en otro sitio. Me extrañaría mucho que tras introducirnos al personaje no hace mucho, y haberle dado cierta relevancia a su trama en pasados episodios, ahora lo mataran fuera de pantalla. Hablando de vampiros, este episodio también ha servido para recordarnos que, sí, Sebastian puede ser peligroso, pero hay un destripador en la escuela como es MG. Dudo también que haya sido una escena gratuita la del chaval casi perdiendo los papeles tras ver algo de sangre derramada; tampoco me sorprendería que le viéramos desatado de nuevo antes de acabar la temporada actual.

Pues tras repasar qué ha deparado este noveno capítulo, me despido hasta la próxima semana. Como decía, no ha habido grandes momentos ni revelaciones, y todo ha servido para que, como le ha pasado a Hope, nos situemos de nuevo en el escenario actual de la serie. Seguro que vendrán mejores episodios y con muchas más sorpresas. Hasta la semana que viene.

PD: Podéis ver en nuestro canal de Youtube el programa sobre el universo vampírico de The CW.