Review Doctor Who: Fugitive of the Judoon
Quién me iba a decir a mí que tanto tiempo después iba a tener ciertas expectativas con un episodio de Doctor Who. Ya de entrada me le habían hypeado bastante y teniendo en cuenta el pobre nivel de las últimas temporadas, eso era un arma de doble filo … ¿Ha cumplido o es otro episodio que se va de cabeza al cajón de los desastres?
Pues esta vez sí, la serie ha cumplido y ha dejado el que sin ninguna duda es el mejor capítulo de la era 13, puede que no por su historia pero sí por todo lo que plantea de cara al futuro. Este episodio es Chris Chibnall gritando a los cuatro vientos que esta vez sí que hay trama global y es algo más que un par de menciones a algo muy lejano como ocurría la temporada pasada, en esta ocasión tanto por ritmo como por formas parecen querer indicar que lo que vaya ocurrir, ocurrirá en este 2020.
Aunque lo que deja de cara al futuro me parece de largo lo más destacable del episodio, también tiene una trama cuya función prácticamente es la de dejarnos la miel en los labios por las repercusiones dentro de la propia serie que puede tener casi todo lo que plantea. Los Judoon, una especie de policía-mercenarios espaciales están asediando la tierra en busca de un fugitivo y, como termina ocurriendo siempre, la doctora se termina viendo involucrada en ello. No parte de la premisa más original, pero logra cumplir con su cometido: generarnos preguntas.
Argumentalmente gasta su primera media hora en intrigarnos sobre quién es de verdad el fugitivo y por qué le buscan; de una manera tan obvia que hacen más que evidente que nos respondamos nosotros solos a la primera pregunta al poner el foco de una forma tan sospechosamente descarada que termina haciendo más que evidente que no es a Lee a quién buscan sino a su mujer Ruth. Quién oculta un secreto que es para mí la gran revelación del episodio: ella también es la Doctora.
La revelación es una bomba, pero hay algo que aquí hacen de forma brillante, ya que resulta que mientras la Doctora intenta evitar que los Judoon arrasen con todo, un viejo conocido llamado Jack Harkness va “secuestrando” uno por uno a la tropa de companions para advertirlos de un ser llamado el Cyberman solitario, para después ser consumido por los nanogenes. ¿Y por qué digo que es brillante? Destacan tanto esta nueva amenaza que, al menos por mi parte, esperaba que la verdadera identidad de Ruth fuera la de dicho Cyberman y bajo ningún concepto llegué a imaginarme esa TARDIS enterrada delante del faro.
No se queda sólo en que Ruth sea otra encarnación de la Doctora, además vía Gat (que es otro Time Lord que la está persiguiendo y quien contrató a los Judoon) se descubre que es una encarnación pasada de la cual ni la propia Doctora tiene constancia. Esto tiene una implicaciones enorme dentro del propio lore de la serie ¿Cómo es esto posible?¿De verdad es el mismo personaje que nuestra protagonista?¿De ser así qué ocurrió para que decidiera borrar de su memoria la existencia esa reencarnación (no es la primera vez que juega con sus propios recuerdos, ni el primer Time Lord que lo hace: recordad cuando RTD nos presentó a The Master)?¿Cuántas más puede haber que ella misma desconozca? Lo que han planteado esta semana me parece de los terremotos más bestias que ha tenido la serie desde el comienzo de la era Moffat y es ahora cuando podemos ver como es Chibnall de showrunner, pues su predecesor sembró más de un misterio que con el paso de los años se olvidó de desarrollar y con todos los cabos que tiene abiertos es buen momento para preguntarse si está generando tantos focos de interés porque sí o de verdad tiene algo pensado.
Ambas doctoras terminan separando sus caminos después de marcarse el “save de the day” de rigor, volviendo 13 a su TARDIS en dónde esta revelación, sumado al misterioso niño que lleva rondando desde la temporada pasada y a la advertencia de Jack, logran que la doctora acentúe un poco más su secretismo respecto a esta nueva hornada de companions. Me encanta el enfoque más serio que le está dando Jodie Whittaker, me parece comprensible teniendo en cuenta la ristra de companions que ha visto morir y los mazazos emocionales que se ha llevado tras la aparición de The Master en la premiere doble.
No quiero cerrar la review sin mencionar a Jo Martín, actriz que no conocía de nada y que en los 10 minutos que ha estado interpretando al personaje no ha desentonado para nada. Normalmente estos pequeños papeles de “Doctor de 5 minutos” han sido para nombres de cierto peso y ver a alguien tan desconocida hacerlo tan sumamente bien me alegra, además de ayudar y mucho para el factor sorpresa.
Gran episodio más por lo que plantea que por lo que muestra. A esta Doctora todavía la falta ese gran episodio tarde o temprano han tenido todos, pero a nivel de arco general sí que es el empujón que la serie iba necesitando.