Spammers del Mes (noviembre): Dafne Keen y Rufus Sewell
Llegamos al penúltimo mes de 2019, al menos en lo que a artículos sobre los intérpretes más destacados se refiere, y esta vez, el centro de atención está en una ficción que ha terminado, y en otra que no ha hecho más que empezar. Sus dos protagonistas son los elegidos por nuestros seguidores para ser los Spammers del Mes de noviembre: Dafne Keen, de His Dark Materials, y Rufus Sewell, de The Man in the High Castle. Iván y Daniel os hablarán de ellos, a continuación.
Dafne Keen (His Dark Materials)
Estoy bastante contento con His Dark Materials, no será el estreno del año pero si que es la adaptación que la trilogía de Pullman se merecía, una recreación casi perfecta del mundo que construyó el escritor británico en Luces del norte y que deja en muy mal lugar aquel intento de adaptación cinematográfica de hace más de una década. En esa perfección tiene un papel clave Dafne Keen, la joven actriz que es ama y señora de la serie dando viva a la Lyra Belacqua que nos imaginábamos todos los que nos hemos perdido en las páginas de la historia original.
Es comprensible verla ganar en la encuesta de este mes, porque aunque yendo con la verdad por delante para la justa ganadora hubiera sido Lizzy Caplan por su papel en Castle Rock, el carisma que tiene la joven cada vez que sale en pantalla es más que evidente. Que Dafne Keen haya terminado con el papel me parece un acierto a la hora de hacer el cast enorme, una de esas ocasiones en las que el rol llega a la persona ideal … y si ya encima el guión cumple, nos queda una más que digna ganadora del mes de Noviembre.
Rufus Sewell (The Man in the High Castle)
The Man in the High Castle ha tenido muchos fallos durante sus cuatro temporadas de vida, pero uno de ellos no ha sido la elección para interpretar a John Smith. No exagero diciendo que me parece el mejor personaje, de largo, de la ya concluida serie. Ninguno se nos ha presentado con tantas capas, tantos matices, y tanta profundidad como el líder nazi.
Es un hombre de familia, que las circunstancias le llevan a formar parte del ejército de Hitler e ir ascendiendo en la escala militar, a costa de ir perdiendo poco a poco su humanidad, y de ir perdiendo la confianza de aquellos que más quiere, su mujer e hijos. Es complicado no simpatizar con el alto cargo nazi, y que nos acabe importando más su trama que la de la Resistencia y el resto de personajes que siguen vivos a medida que avanza la serie. Yo solo quería saber qué iba a pasar con John y su familia, y el resto me daba un poco igual. Además, el gran acierto de las últimas temporadas ha sido el de integrarlo directamente con la trama principal, la de los universos paralelos, algo que nos ha dejado algunos de los grandes capítulos de la temporada, y algunos de los momentos más interesantes de la serie. La última entrega gira en torno a su figura, y es una de las mejores elecciones que podían hacer los creadores de la ficción, equivocados en muchas ocasiones con el formato de serie que nos han ofrecido.
Rufus Sewell hace suyo el personaje y todas sus facetas y capas, y su evolución durante estas cuatro entregas es de lo más disfrutable que nos ha ofrecido The Man in the High Castle. El final de la ficción me dejó algo frío, pero no voy a reprocharles que han sabido hacer de John Smith el principal estandarte de la serie, convirtiéndolo en el mayor atractivo de la misma y en una de las razones por las que no abandoné el barco antes, porque lo merecía, sinceramente.