Review The Mandalorian: Chapter Eight – Redemption
Aquí concluye la primera temporada de una de las series del año. Creo que podemos decirlo como tal, ¿no? The Mandalorian es, para mí, el estreno más destacado de esta parte final de año, quizá con excepción de Watchmen, pero he disfrutado más con las aventuras del mandaloriano por la galaxia. Entre Jon Favreau y Dave Filoni han conseguido cuajar una gran primera entrega, cerrando con una Season Finale de alto nivel, que sitúa la serie entre lo mejor de Star Wars producido hasta la fecha, contando películas incluso. Vamos con Redemption, que hay mucha tela que cortar.
Ya el cold opening creo que es oro. Esa conversación entre los dos soldados de asalto, que maltratan al pobre Bebé Yoda (vaya hijos de…) mientras la realizan, es una chorrada como un camión de grande, pero me ha hecho mucha gracia ver una faceta que desconocíamos hasta el momento de estos tipos, y es una escena que me ha recordado al cine de Tarantino, la verdad, abriendo el episodio de una forma un tanto anticlimática, comparándolo con cómo había concluido el de la semana pasada.
Una de las cosas que me gustaron mucho del anterior, es que no habían optado por la solución fácil, que era que los soldados no alcanzaran a Quiil y a Bebé Yoda y llegaran sanos y salvos a la nave. Aquí quizá han resuelto el problema del secuestro del niño rápido, recurriendo a una de las figuras destacadas del episodio, IG-11, pero dado que han pasado de la sartén para caer al fuego, tampoco me ha molestado demasiado que optaran por poner “a salvo” al bebé desde el inicio. La irrupción de IG en la plaza, abriéndose paso a tiros imposibles para un humano, pero factibles para un droide de sus características, es uno de esos momentos que yo destacaría del episodio, que tiene unos cuantos realmente espectaculares. Taika Waititi (Thor Ragnarok) ha hecho un trabajo excepcional dirigiendo la Season Finale, y espero que le den algún que otro episodio en el futuro porque, visto lo visto, lo merece.
Tal y como acaba el 1×07, todos nos imaginábamos que no iban a salir de allí fácilmente, y me alegro de que, básicamente, el final de temporada haya tratado de cómo el Mandaloriano y compañía huyen de Nevarro. Cuando parece que hay una solución, aparece un nuevo problema, y así hasta que finalmente logran marcharse, al menos el bebé y el cazarrecompensas. Es un cierre de temporada frenético, que no deja margen para un respiro, y creo que lo han sabido reflejar muy bien en pantalla.
Hemos tenido, por si fuera poco, mucha información durante el mismo. Moff Gideon se ha encargado de revelarnos el origen de Cara Dune, que nació en Alderaan, planeta que, como recordaréis, es destruido por la Estrella de la Muerte original en el Episodio IV, y que fue el lugar donde creció Leia tras llevarla Obi-Wan con Bale Organa, que la crió toda su vida. Por si fuera poco, también nos revela el nombre original del Mandaloriano: Din Djarin; además, tenemos la confirmación de algo que ya nos habían ido adelantando: que nuestro protagonista no es de Mandalore, sino que los mandalorianos le salvaron cuando era un niño y le criaron en su credo como si fuera uno de los suyos.
Ya que estamos hablando del Credo de Mandalore, hay una cosa que no me ha gustado del capítulo: que se nos revelara el rostro del protagonista. Había sido un recurso con el que habían jugado toda la temporada, que si se lo quita, que si no, y creo que funcionaba bien así; por mi parte, lo hubiera dejado tal y como estaba, porque pienso que le resta algo de misterio a su figura al ya haber visto todos su cara. El truco de que IG no es un ser vivo y, por lo tanto, no incumple el Credo, es demasiado conveniente, la verdad. Pero esto es un detalle menor dentro de una Season Finale que he disfrutado muchísimo.
Por ejemplo, con la batalla que precede a ese momento, al irrumpir IG en la plaza y freír a tiros a los soldados de asalto de alrededor. Por ejemplo, Bebé Yoda utilizando la Fuerza para detener la llamarada del especialista que habían enviado para que los achicharrara. Si os fijáis, cuando al principio de la serie usaba la Fuerza, se quedaba frito y no respondía durante un buen rato, pero tras bloquear la deflagración y rebotarla contra el imperial, se repone mucho más rápido que antes. Parece que está mejorando su relación con la Fuerza y que ya no se ve tan afectado al usarla. Ah, y los fans de esta criaturita, tienen como diez momentos distintos para crear nuevos gifs que explotar en redes, porque hemos tenido todo un despliegue de momentos adorables de este personaje, que se ha ganado el cariño de los fans por méritos propios. Disney se va a hacer rico (más aún) con todo el merchandising de este bicho, madre mía.
Y tras ocho episodios, parece que tenemos trama. No me malinterpretéis, estos primeros capítulos han servido para presentar a todos los personajes, para introducir ya algunos conflictos y tramas (principalmente, todo el tema de Mandalore y los mandalorianos y la figura de Moff Gideon como principal villano), pero daba la sensación, como me la ha dado con la primera entrega de The Witcher, que esto es una introducción hacia algo más importante, que llegará en posteriores temporadas. Lo digo porque ahora nos han dicho directamente sobre lo que girará la próxima: la búsqueda del Mandaloriano del planeta de origen de Bebé Yoda para llevarlo con los suyos, ejerciendo como lo que era ya a todos los efectos, una figura paterna, y que le instruyan en los caminos de la Fuerza. Además de esta información, me ha gustado mucho esta escena por varias cosas. La primera, por la entrega a Djarin del emblema que no quiso recibir hace unas semanas, y del jetpack tan característico de los que portan la armadura mandaloriana, y que a los fans del personaje le habrá recordado a Boba Fett. La segunda, por la aparición nuevamente de esa mandaloriana que estaba en la fragua que vimos hace varios episodios, y que su momento contra los soldados imperiales ha hecho que quiera verla de nuevo y saber más de ella. Y tercero, el trasfondo que nos han dado de Mandalore y los Jedi, y que no sepan mucho más de ellos. Es completamente plausible que, en una galaxia tan grande (aunque en las películas se empeñen en que sea un barrio de pueblo y todos estén emparentados y relacionados entre sí) como la que tenemos en Star Wars, haya rincones de la misma donde la figura de los Jedi no sean más que leyendas y cuentos para asustar a los niños. Otro punto positivo a The Mandalorian, que nos recuerda que tenemos una galaxia enorme para explorar, y que puede haber otras muchas historias dignas de conocer y desarrollar en los próximos años, al margen de la saga Skywalker que acaba de concluir.
No voy a dejar de lado la figura de IG-11, al que creo que hace honor el título del episodio y, sobre todo, al hecho de que Djarin haya sentido tanto la pérdida del droide y haya discutido tanto con él para intentar evitar que se sacrificara en pos de su huida. Ya lo dije hace algunas reviews, que mucha fachada de tipo duro y asesino sin piedad, pero nuestro protagonista es un sensiblero, que ha acabado cogiendo cariño a IG y ha lamentado de verdad su muerte, aunque no hubiera otra manera de que saliera el resto con vida de allí. Me ha gustado que recuperaran al personaje para darle este final, algo que muchas series tampoco aprovechan bien, ya que rescatan a figuras que ya habían desechado, o que ya habían tenido buen final, para extender su vida en pantalla de forma algo artificial, o darles un cierre peor del que ya habían tenido. IG regresó a The Mandalorian para proteger a Bebé Yoda y poner a salvo al Mandaloriano y compañía, cumpliendo su nueva función básica programada por Quiil. Ha dado todo lo que tenía que dar y ha puesto punto y final a su papel en la serie. Nada que objetar al respecto. Hablando de droides, ¿soy el único que ha flipado al ver a ese R2 que llevaba la barca, y que parecía que había estado mucho tiempo en el gimnasio?
Era demasiado jugoso que le dieran en esta Season Finale a Mando el jetpack y no lo utilizara, ¿a que sí? Lo dicho anteriormente, si había en la sala algún fan incondicional de Boba Fett, habrá disfrutado de lo lindo con Djarin salvando a los suyos y haciendo frente a Moff Gideon, que, cómo no, no termina muriendo. Me imagino que cuando regrese la serie, nuestro protagonista habrá aprendido a manejar ya el jetpack y no quedará como fan service su uso, aunque igual vemos algo más de su entrenamiento para dominar este accesorio tan práctico, la verdad sea dicha. Y también hemos tenido el enésimo guiño al universo de Star Wars cuando Moff Gideon ha salido de su nave. No creo que sea un recurso al azar, y para justificarme simplemente diré una palabra: Rebels. Ese arma yo la he visto antes, y viendo lo que dice el personaje antes en el episodio de la Noche de las Mil Lágrimas en Mandalore, no puede ser una coincidencia, la verdad.
Y eso ha sido todo. El viaje del mandaloriano por la galaxia no ha hecho más que comenzar, y su carta de presentación ha sido excelente. Tengo confianza plena en lo que pueden mostrarnos en el futuro, y estoy deseando que la nueva entrega llegue lo antes posible. Ha sido un placer escribir estas semanas sobre The Mandalorian, y espero regresar pronto para analizar la segunda temporada. Un saludo a todos y feliz 2020.