Voy a ser claro: no me ha gustado el capítulo de Titans. Ya la semana pasada advertía que la cosa no iba por un rumbo precisamente alentador, pero es que esta vez ha vuelto a dejar una sensación de que estamos yendo en piloto automático tras muchas semanas con idas y venidas a diferentes momentos temporales y yo pensaba que el paso definitivo al presente le sentaría mejor, pero todavía estamos poniendo las piezas en su sitio, y llevamos demasiado tiempo así. Quedan tres semanas para el final de entrega y, aunque cambie radicalmente la cosa a partir de la que viene (no soy demasiado optimista), mi valoración va a ser peor que la que tuvo el pasado año.

Continuamos en modo The Walking Dead, cada uno por su lado, y más perdidos que otra cosa, sin saber qué hacer tras la revelación de Dick sobre Jericho, y dejándonos tramas que, o nos importan poco, o que podrían dar más de sí… como la sensación generalizada de la temporada.

Rachel ha sido, junto a Kory, el personaje más infrautilizado de la entrega actual. La trama de la segunda no me puede dar más igual, creo que es algo que impactará en una hipotética tercera temporada pero, de momento, me sobra; y la de la primera fue introducida levemente al comienzo de la actual entrega pero, salvo momentos puntuales, no se ha profundizado en ella lo suficiente. ¿Algo para otra ocasión como lo de Kory? Veremos. Esta semana hemos visto algo más, que su poder oscuro (por llamarlo de alguna manera) no necesita un huésped para ser controlado, y toma vida propia y actúa por su cuenta, tras acabar con ese tipo. Ella sigue alejada de Donna, que intenta contactar con Dick en vano, hasta que termina volviendo a la Torre Titans y se encuentra el desastre dejado por Cadmus. También Donna creo que es otro personaje desaprovechado este año, la verdad. Al menos, espero que su escena final conecte su trama con la de Gar y Conner.

Justamente la de estos dos… perdón, tengo que incluir a Krypto, que se ha ganado encabezar la review con esa captura que he puesto arriba. A lo que iba. Estos tres peculiares compañeros se han acabado reencontrando tras la debacle del anterior, cuando Gar trató de introducirle en el mundo de los justicieros, fracasando estrepitosamente al desatarse el lado oscuro de Conner. Las cosas tampoco salen demasiado bien esta vez, ya que Cadmus acaba por encontrarles y confinarles en las instalaciones de la compañía, y no volvemos a ver a Conner ni a Krypto, pero sí a Gar, que parece que, con esa escena final, se va a convertir en un caballo de Troya para acabar con el grupo de Titanes que quede en pie, o esa impresión me ha dado con el comentario de Mercy Graves. Es un recurso que no hemos visto nunca en televisión, cine o literatura (nótese la ironía), pero visto lo visto, me vale cualquier opción de revitalizar una serie que está pasando una racha no muy positiva. PD: Krypto es el mejor, y nadie me lo puede rebatir.

Y Dick. Lo de Dick no era nada raro, simplemente que tiene ganas de castigarse, y la mejor forma de eso es acabar en prisión, sin ayudar a nadie y sin querer saber nada de nadie. Sinceramente, no sé eso en qué te puede ayudar a enmendar los errores de tu pasado, pero él sabrá. Es el año de la evolución de Dick Grayson, el paso de Robin a algo distinto. Los que sabemos en qué se va a convertir, o mejor dicho, en quién, entendemos que tiene que haber un proceso de un punto al otro, y me alegro de que hayan decidido incidir tanto en la evolución de su protagonista. Pero los que no lo sepáis, creo que habrá muchos de vosotros que no entenderá tanto proceso interno, ni tanta trama de autodescubrimiento, y quizá se os haga un tanto pesada. Si queréis una pista sobre la siguiente etapa en la vida de Dick, esa entidad que mencionan sus compañeros de celda llamada Alazul es una bastante encaminada.

A falta de que, definitivamente, la serie aumente las revoluciones hacia la resolución final de esta entrega, estamos teniendo que tragarnos unos cuantos capítulos bastante flojos, que comprendo que sean los pasos intermedios hacia las siguientes etapas de cada personaje, pero eso no quita que se esté haciendo raro, pesado y lento todo el desarrollo de este año. Han querido meter demasiados elementos y no han sabido encajarlos bien. Solo nos queda esperar que los últimos tres episodios nos dejen con un mejor sabor de boca que mitiguen la sensación de que ha sido un año discreto, en líneas generales, de Titans.