Review The Mandalorian: Chapter Two-The Child
Y ya estamos de vuelta con una nueva review de The Mandalorian. La verdad, si todas las series hicieran esto, nos saturaríamos con varios capítulos de la misma durante una semana, aunque viendo lo que hacen Netflix, Amazon y compañía, creo que cada vez ya nos vamos acostumbrando a esta nueva forma de consumir televisión. No obstante, a partir de ahora, los episodios de la ficción se lanzarán los viernes, a excepción de la semana que se estrene el Episodio IX, que volverá a ser emitido en martes, como el día de su lanzamiento junto a Disney Plus. Vamos con el episodio dos, The Child.
Con la sorpresa final del capítulo anterior, creo que todos teníamos muchas ganas de descubrir más cosas sobre este adorable bebé, algo que supongo que iremos sabiendo poco a poco, aunque la información proporcionada esta vez también es muy interesante: es una criatura sensible a la Fuerza. Partiendo de la base de que es el segundo espécimen de esta raza que vemos en las obras audiovisuales de Star Wars después de Yoda, las sospechas de si está relacionado o conectado a él crecen, porque es cierto que no todos los seres son sensibles a la Fuerza; no todos tienen la capacidad de ser potenciales Jedi o Sith, según se tercie, pero es cuanto menos llamativo que hayan decidido darle poderes a esta criaturita, y que sea compatriota de Yoda en cuanto a raza. ¿Es toda la especie sensible? ¿O realmente hay una conexión entre ambos? Sea como sea, la cara del Mandaloriano (aunque lleve casco) cuando ha visto a la bestia ser elevada por los aires por la Fuerza usada por el bebé, creo que ha sido equiparable a la nuestra. Este bebé es una caja de sorpresas, y acabamos de empezar a conocerle.
¿Y qué hacía ante semejante bicho el Mandaloriano? Todo viene provocado por el desafortunado descubrimiento de que, tras el regreso a su nave al haber completado el encargo que había aceptado en el piloto (encontrar al bebé), descubre que los jawas estaban desvalijando su nave y se llevaban todo lo que podía tener algo de valor. Antes de continuar, quiero mencionar el cold opening, porque hemos visto el encuentro del Mandaloriano con más cazarrecompensas, que llevaban el mismo dispositivo que tenía él para localizar al bebé en el primer capítulo, por lo que dudo que no vuelva a cruzarse con otro forajido que busca cobrar su recompensa.
Los jawas ya los habíamos visto antes. ¿Recordáis el Episodio IV? Luke y su padre buscaban unidades de droides para su casa, y acaban encontrando a R2-D2 Y C-3P0. Pues los “comerciantes” a los que acuden para comprar sus droides son de la misma especie que vemos en el capítulo (no sé si serán los mismos). El caso es que, pese a un espectacular intento de recuperar sus cosas y acabar con todos estos molestos ladrones, el Mandaloriano se queda con una mano delante y otra detrás, y recurre al único ser con el que se cruza en estos dos episodios en ese planeta, el señor mayor que llamaremos “I Have Spoken”, por razones evidentes. Por cierto, magníficas escenas de acción del Mandaloriano yendo a por los jawas, y trepando por la nave con la que se mueven. Disney no escatima en recursos para esta serie, y el nivel de producción está a la altura de las películas, sin duda.
I Have Spoken le lleva ante los jawas, y tras una “acalorada” conversación, acuerdan que el Mandaloriano les traiga lo que ellos llaman “el huevo”. Y sí, literalmente quieren un huevo de esa bestia a la que he hecho referencia antes, que asumo que es la madre y su cría nacerá de ahí. O nacería más bien. La verdad, el Mandaloriano es un experto combatiente. A la vista está en el primer capítulo y también en este, pero ante semejante bicho, se lleva una buena tunda en cuestión de minutos. Solo la intervención cuasi divina del bebé le permite salir con vida de la contienda y, por ende, que consiga completar el trabajo que le han encargado los jawas. Esta bestia me ha recordado mucho a aquella que pudimos ver en el Episodio II, Attack of the Clones, cuando en la arena de Geonosis intentan matar a Padmé, Obi-Wan y Anakin, y les echan tres bestias de distinta índole. La de este episodio me sonaba a la que ataca a Anakin, pero no son las mismas.
Ya con sus cosas de vuelta, I Have Spoken y el Mandaloriano reconstruyen la nave, y el señor mayor se queda en su valle, y el cazarrecompensas parte lejos del planeta con el bebé, que se queda frito tras el uso de la Fuerza, y le tiene fuera de combate durante días, en los que recomponen el transporte del Mandaloriano. ¿Volveremos a ver a I Have Spoken? Con unos pocos diálogos, creo que se ha ganado a los espectadores, la verdad. No me importaría volver a verle en el futuro.
The Mandalorian nos ha brindado dos primeros capítulos con un nivel equivalente al de cualquier película del universo Star Wars, tanto en cuanto a trama como a producción, fotografía, efectos, y diría música, si no fuera porque John Williams es demasiado John Williams y hay temas demasiado míticos a lo largo de la saga como para decir que la banda sonora de The Mandalorian es equiparable. A su manera, logra un efecto parecido y no desluce en absoluto lo que vemos en pantalla, por lo que con eso me conformo. Con semejante derroche de dinero en cada episodio, es normal que no veamos episodios más largos, lo que acentúa la espera entre un capítulo y otro, dado que Disney no los lanza todos a la vez. Aún así, si la cosa sigue como hasta ahora, vale la pena esperar cada semana, porque tenemos garantizada una dosis de alto nivel televisivo cada siete días. A ver qué nos depara el tercer capítulo, que os contaremos en la próxima review.