¿Recordáis cuando en lo mejor del mes os recordé que soy muy fan de BoJack Horseman? Pues entonces no debería sorprenderle a alguien que vaya a dedicarle unas líneas a esta nueva extraña temporada que se ha marcado la serie. Como siempre evitaré los spoilers pero si que escribiré sobre temas generales que trata la temporada, por lo que si no quieren saber nada y no la han visto mejor ignoren este artículo.

Tengo que hacer un poco de fe de erratas respecto a la entradilla, pues no estamos ante una temporada como tal, sino a la primera mitad de la temporada final de la serie y tras estos 8 episodios, se nota. En otras ocasiones la serie ponía el foco sobre una faceta de la personalidad autodestructiva de BoJack y la desarrollaba durante toda la temporada; sin embargo, aquí la serie ha decidido poner a su protagonista en el arcén para ir colocando al resto de personajes en las posiciones óptimas de cara al tramo final de la serie, usando como excusa la rehabilitación de BoJack.

Con lo anterior no digo que la serie se haya olvidado completamente de su protagonista, sino que han mostrado un lado distinto a lo habitual: el de aceptar sus demonios e intentar sobreponerse a ellos, siendo posiblemente la primera vez en lo que llevamos de ficción en la que BoJack de verdad quiere mejorar y dejar de tocar fondo, siendo los episodios finales de esta primera mitad muy reveladores en ese sentido. Durante este tramo sí que da la sensación este equino humanoide al que tanto le hemos visto hundirse, puede llegar a tener un final feliz.

Aunque todo lo relativo a BoJack está muy bien, para el verdadero foco de esta primera mitad ha estado en los devenires de cada uno del resto de personajes, en sus dramas y evoluciones, dejando el habitual lado dramático exclusivamente en ellos, pues pese a que las desgracias de BoJack las tapasen, las miserias del resto siempre han estado ahí y es sin su sombra cuando han podido florecer. Como bien comenté en la entradilla, quiero evitar los spoilers a toda costa, por lo que únicamente comentaré que al igual que siempre, la serie logra interconectar y plasmar lo temas que quiere desarrollar con cada personaje a la perfección.

La temporada se ha sentido extraña. Estamos acostumbrados que aunque BoJack Horseman tenga una continuidad innegable, cada temporada el círculo que ya sea por A o por B, se diferencia del resto de la serie; pero al ser únicamente una primera mitad se siente distinta, habiéndome dejado con la sensación de que me ha faltado algo; afortunadamente, sólo habrá que esperar hasta principios del año que viene para despedirnos de una de las mejores series de la última década.