Review Titans: Bruce Wayne
Creo que esta semana seré breve, y lo cierto es que no suelo ser de los que hace artículos cortos, sobre todo las reviews. Pero es que, al margen de que ha sido un buen capítulo (una vez más), no han pasado grandes cosas ni muy reseñables, la verdad. Vamos a analizarlo.
Tenemos, por una parte, todo el proceso interno de Dick sobre si abrirse a alguien o no sobre lo que realmente pasó hace cinco años entre Deathstroke y él, y por la otra, algunas escenas con el resto del equipo, protagonizadas principalmente por Jason, que sigue con las secuelas de su caída en el 2×05, salvado in extremis por Conner la semana pasada.
El propio Conner ha tenido también su parte de protagonismo o, mejor dicho, los que le rodean y han estado pendiente de él, como Kory, tratando de ayudarle como buenamente podía, y la doctora Eve Watson, que acaba huyendo de Laboratorios Cadmus, no sin antes liberar a Krypto, y salir volando de allí para reencontrarse con Conner. ¿Soy el único que es fan absoluto de este perro? Todas sus intervenciones son estupendas, y me lo paso pipa cada vez que aparece en pantalla. Conner acaba salvándose gracias a las indicaciones de Eve, que le sirven a Kory para utilizar sus poderes y eliminar la kryptonita restante que había en su cuerpo, y ya le tenemos en perfecto estado físico.
Jason ha sido el otro gran protagonista del episodio, todavía recuperándose de su casi encuentro con la muerte, y no siendo capaz de levantar cabeza porque sigue dándole vueltas al tema y también porque no siente que el resto del grupo confíe plenamente en él. A la vista está que, cuando se dan cuenta de que alguien ha estado jugando con ellos, poniendo objetos que sean significativos para ellos, enseguida es acusado de ser el agente del caos que hay en la torre, y pierde la confianza en ellos, estando a punto de repetir la caída, esta vez, de forma voluntaria; suerte que ha estado Dick ahí al final para evitar la tragedia.
El nombre del episodio es Bruce Wayne, pero no ha estado de cuerpo presente, sino en la mente de Dick, como una especie de Pepito Grillo retorcido, manifestándose allá por donde iba, tocándole las narices y siendo esa vocecita interior que necesitaba para dar el paso definitivo hacia su confesión, su intento de encontrar la redención tras lo ocurrido con Deathstroke y Jericho hace cinco años. Todo el proceso hasta que, finalmente, decide hablar con Jason y abrirse, es la lucha interna que hemos estado viendo durante toda esta entrega, ya que Dick lleva dando bandazos semana sí, semana también, no siendo capaz de encontrar su lugar en este nuevo grupo de Titanes que él mismo quiso reiniciar. Mientras no se libere de esa culpa con la que carga desde hace tanto tiempo, no veremos la nueva versión de Dick Grayson a la que se nos ha aludido en más de una ocasión, y que ya os he comentado en otras reviews, al apelarle directamente sobre su rol dentro del equipo, y a qué aspiraba realmente.
En el 2×04, nos quedó la sensación de que faltaba una pieza dentro del puzle que es esta temporada, y era evidente que se trataba de lo que sucedió con Jericho. Llevamos viajando al pasado y volviendo al presente durante toda esta entrega, y tiene toda la pinta que la semana próxima repetiremos la estrategia. Está siendo una buena temporada, estamos teniendo capítulos muy buenos; el de este fin de semana es otra gran muestra de que Titans desarrolla a sus personajes de forma sobresaliente, como pocas series de superhéroes hacen, pero sigo con la misma opinión: está quedando raro tanto ir para atrás y para delante. Mientras nos dejen episodios de calidad, no tendré objeción, pero la falta de continuidad en la trama le resta puntuación para mí. En el momento en que el pasado quede atrás, y avance la historia hacia delante, creo que la temporada ganará bastantes más puntos de los que ya tiene. Espero que las visitas al pasado terminen pronto, y podamos seguir avanzando hacia el futuro, que pinta genial. Nos vemos la próxima semana.