Review Supernatural: Back and to the Future
We’ve got work to do es la llamada a la acción que lo empezó todo, así que veo precioso que sea la frase que lo termine. Los hermanos miran el maletero del Impala, exactamente igual que hicieron en el piloto, piensan en lo que tienen que hacer y asumen que van a hacerlo, lo mismo que pasó hace casi quince años. Ese es el Supernatural que nos cautivó entonces y es el que queremos ver ahora.
Todo parece indicar que la última temporada de la serie será un homenaje al recorrido de la misma, un recordatorio a todo lo vivido en los últimos quince años, repasando los villanos, los monstruos, fantasmas y demonios a los que se han ido enfrentando los hermanos Winchester. Si realmente lo hacen así, puede ser una experiencia tan brillante como parece. Serán arcos argumentales que beberán mucho de la nostalgia, pero en cierto modo, la serie lleva años sobreviviendo gracias al cariño que le tenemos quienes la veíamos antes del bajón de calidad de la sexta temporada. Supernatural sostiene gran parte de su audiencia en el cariño que los espectadores tenemos a los hermanos y al ángel, así que el público nos merecemos esta temporada que homenajee todo lo que hemos ido viviendo junto a ellos.
Creo que es mucho más acertado hacer una temporada-celebración final que nos haga recordar todo lo vivido a sacar de la manga una trama nueva que posiblemente no encajaría, porque los hermanos ya se han enfrentado a todo: ángeles, arcángeles, monstruos, personas, fantasmas, brujas, leyendas, demonios, divinidades antiguas, el Apocalipsis, La Muerte, La Nada, Lucifer o el mismísimo Dios… y no queda nada más por vencer. Así que es mejor recordar a los viejos enemigos en lugar de inventar uno nuevo.
El episodio comienza en el mismo instante en el cual termina la temporada pasada, los hermanos están en un cementerio rodeado de una especie de zombis… que no son muertos vivientes en sentido estricto, son sólo almas escapadas del infierno que se meten en el primer cuerpo disponible que encuentran. La escena está bien, vemos una persecución, escenas de lucha, es de noche y están en un cementerio… nada que ver con esa carrerita de fantasmas que vemos después en una zona residencial, donde la asesina del hacha y el payaso malvado olvidan que pueden aparecerse y se dedican a correr de forma patética.
Jack está muerto, pero su cuerpo es ocupado por un demonio, un tal Belphagor que resulta bastante ingenioso y simpático. Ayuda a los hermanos a contener a los fantasmas y crea un conflicto con Castiel, que es incapaz de mirarlo a la cara. Esto la de a a Alexander Calvert la oportunidad de seguir dentro del juego y además, interpretando a alguien que no tiene nada que ver con Jack.
Me gusta como Belphagor nos recuerda que Dean pasó una temporada en el infierno, un tiempo en el cual estuvo actuando como torturador. Esta bien que estemos recordando cositas todo el tiempo, de eso tiene que tratar la temporada actual.
Desde un punto de vista más serio, el episodio nos lleva a plantearnos cuestiones sobre el libre albedrío. Hemos descubierto que Chuck controlaba los hilos con una indiferencia y un descuido importante, para él, para Chuck, los hermanos Winchester no son más que personajes chulos en sus novelas y el resto de la humanidad no es más que un escenario. Ya sabíamos que era más o menos así desde hace tiempo, pero el final de la temporada pasada terminó de confirmarlo y la conversación que mantienen los hermanos sobre enfrentarse a estos varios miles de fantasmas sin la lupa de Chuck suena liberador, por fin van a actuar sin que nadie les ponga zancadillas y les plante otro Apocalipsis. Esta vez es la definitiva y si ganan, quizás sigan siendo hunters, pero serán libres.
Creo que otro momento serio es el instante en el cual Dean limpia la herida de Sam diciéndole que le va a contar un chiste malo, porque al fin y al cabo eso es lo que lleva haciendo Supernatural desde el principio: nos cuenta cosas horribles, muere gente inocente, se cometen injusticias y los hermanos no hacen más que ver desaparecer a la gente que quieren… pero de vez en cuando nos cuelan un chorrisodio y nos hartamos de reír, porque el terror necesita de una pequeña dosis de humor para distender la situación y para que el espíritu vuelva a un estado más tranquilo, deje de estar alerta y disfrute mejor el siguiente susto.
Después de quince años acompañando a los Winchester en su compromiso de salvar a la gente (o salvar el mundo), “Saving people, hunting things”, hemos llegado al final del camino y todo en esta premiere tenía cierto halo de despedida, una sensación que la ha hecho la premiere más disfrutable de los últimos años. Todos sabemos que Supernatural pasó un bache tras la marcha de su creador Eric Kripke y que los nueve últimos años no han tenido la fuerza de los cinco primeros, pero esta premiere de la última temporada nos retrotrae al inicio de la serie sin ningún tipo de complejo y deja claro que haremos un repaso por todo lo vivido… y esto es un acierto enorme.
Si la temporada final sigue el camino indicado, esta sección que ahora mismo inauguro tendrá sentido… si la temporada sale por otros derroteros, la sección no tendrá sentido y la eliminaré y espero vuestra comprensión en ese caso.
Autoreferencias encontradas en Back and to the Future, Supernatural 15×01.
- Woman in white, ni más ni menos que el primer antagonista al que se enfrentan los hermanos en el piloto de la serie.
- Bloody Mary es el villano del 05×01, lo más interesante del hecho no es sólo recordar el quinto episodio de la primera temporada de la serie, que por cierto fue bastante bueno…
- Lizzy Borden, el asesina del hacha, a quien podemos recordar del 05×11, Thin Lizzie. Un episodio que no fue especialmente brillante y que estaba más centrado en Amara y el arcogeneral que en la malvada Lizzy que sólo sirvió para prestar su nombre y su mansión.
- John Wayne Gacy el payaso asesino, a quien conocimos en Lebanon, el episodio número 300 de la serie y que sí que fue un grandísimo episodio.
- We’ve got work to do son las palabras que pronuncian los hermanos al final del episodio piloto, en una escena, que tal como he mencionado arriba, es idéntica a la de este episodio.
- La visión de Castiel en la herida de Sam muestran a un Sammy poseído, algo que nos lleva a pensar en el pequeño Winchester como recipiente de Lucifer.
- No pasamos por alto la mención a la jaula abierta en el infierno y por tanto a Miguel y a Adam; la etapa de torturador de Dean; el cariñoso apelativo a Belphagor como Crowley junior;
¡Nos vemos la próxima semana!