Review Titans: Trigon
Nueva temporada, nuevas series que llegan a Casa Spammer. Imagino que próximamente os informaremos de las que finalmente llevemos semanalmente en el blog, pero el regreso del último fichaje que hemos hecho nos obliga a empezar el curso seriéfilo antes de lo que acostumbramos. Titans captó nuestra atención el año pasado y hemos decidido darle una oportunidad como serie a seguir semana tras semana. Con esta, ya tenemos cuatro ficciones de DC que analizamos semanalmente. Sin ir más lejos, vamos con la vuelta de Titans a DC Universe.
La verdad es que ha sido un episodio muy raro. Me ha gustado, sobre todo por lo que avanza que está por venir, pero se nota demasiado que han hecho un apaño para solventar un problema que se arrastra desde el año anterior. La cuestión es que la primera entrega de Titans iba a ser más larga y no se iba a quedar en once capítulos como sucedió al final, y eso ha provocado que toda la trama que construyeron sobre el origen de Rachel y la llegada de Trigon a nuestra Tierra haya sido resuelta en esta Season Premiere. Probablemente, con una primera temporada más extensa, hubieran desarrollado un poco más la trama y habrían cerrado con eso, y les habría quedado mejor. Pero han tomado la decisión desde la cúpula creativa de la serie de concluirlo cuanto antes y pasar a la nueva etapa, con la reconstrucción del grupo de Titanes, como vemos al final del episodio. Sinceramente, me ilusiona lo que está por venir, pero eso no quita que haya sentido como forzado todo el desenlace de la trama de Trigon.
Además, han recurrido por enésima vez en la industria del entretenimiento a la solución cliché por excelencia de los grandes problemas de la humanidad en situaciones de extrema crisis o gravedad: el poder del amor. Con Dick consumido por su oscuridad, con los refuerzos que Rachel había convocado la temporada anterior también atrapados en esa realidad onírica fatalista a la que les había sometido Trigon, y siendo la única esperanza la joven, también ella sucumbe al poder del lado oscuro, cuando Gar es molido a golpes por el grupo de héroes oscuros. Que esa es otra. Supuestamente, estaba muerto, pero no, se fue de parranda. Se queda simplemente en que le dejan inconsciente, y luego reaparece como una serpiente y luego consigue recuperar su forma habitual. Con Rachel ya habiendo sucumbido a las intenciones de su padre, es él quien la trae de vuelta en… ¿cuántos? ¿Cinco minutos? No sé si dura tanto bajo el control de la oscuridad, y vuelve al mundo de la luz gracias a que Gar logra apelar a su lado bueno. Decepciona que el Apocalipsis anunciado desde el minuto uno de la serie se resuelva en menos de cuarenta minutos, y la conversión de la joven no abarque ni diez de esos cuarenta.
Con Rachel ya de vuelta en el lado bueno, toca apelar al de Dick y traerlo también, algo que consigue ella y también en un espacio de tiempo realmente reducido, recordando ese flashback que tanto hemos visto de la muerte de los padres de él. Tras el desarrollo de la primera temporada, entiendo que sea Gar quien saque del pozo a Rachel, y que ella haga lo propio con Dick; todo eso no me parece mal. Lo que no me convence son las formas; rápido y mal desmerece el trabajo realizado el año pasado en su lanzamiento, cuando se convirtió en una de las series más interesantes de la última parte del 2018. Por si fuera poco, Rachel, con más poderes aún tras esa ceremonia de conversión tan particular a la que asistimos, borra del mapa a su padre demoníaco como si nunca hubiera existido. Puf. De un plumazo, una amenaza que parecía formidable y capaz de causar estragos en la faz de la Tierra, desaparece sin dejar ninguna consecuencia, más que unos cuantos desgraciados pájaros que pasaban por allí, y la vegetación circundante. Quiero pensar que ha sido una crítica clara al cambio climático, que al menos ha servido para algo.
Queda atrás la etapa Trigon. Se ha cerrado mal, se ha cerrado rápido, pero lo que viene a partir de ahora es suficiente para confiar en que las cosas van a ir a mejor. Confío plenamente en el equipo que nos dejó la primera temporada, porque sentó las bases de la serie a la perfección y nos introdujo grandes personajes como Hank, Dawn o Donna, y todos ellos van a tener una buena cuota de participación este año, o al menos así lo espero. Si a eso le añadimos que nos han presentado a Slade Wilson y a Bruce Wayne en cuestión de minutos, y que tenemos la escena final de la temporada pasada todavía pendiente de ser desarrollada, afrontamos una segunda entrega repleta de temas interesantes que abordar, incluida la reconstrucción del grupo de Titanes a la que me he referido anteriormente.
El fichaje de Iain Glen (Jorah Mormont en Game of Thrones) como Bruce Wayne me llamó la atención, y lo cierto es que un par de escenas no son suficientes para juzgar correctamente sobre si ha sido elegido adecuada o erróneamente, pero sí para formarse una primera opinión del mismo, y lo cierto es que me ha gustado lo que he visto. Hay que tener en cuenta que nos encontramos ante un personaje secundario, Batman no es el que lleva la batuta en la serie, y que si vemos de nuevo al justiciero de Gotham lo haremos en el rol de Bruce Wayne y no en el del murciélago, y además en una versión adulta, por lo que no creo que le veamos repartir muchas tortas. Teniendo eso claro, Glen puede hacer un buen papel.
Sobre Deathstroke, a Esai Morales le conozco de otras series y sé que es un buen actor. Teniendo muy cerca un gran Slade Wilson como el que nos brindaron Arrow y Manu Bennett, el listón está muy alto y van a tener que hacer un gran trabajo para igualar lo que vimos en la ficción de The CW, pero, de nuevo, confío en lo que este equipo es capaz de hacer con toda una temporada por delante, y estoy deseando que ahonden en su personalidad, el motivo que le mueve tras un período alejado de la acción, como se nos da a entender, a reemprender su rol criminal, y los problemas que les puede dar a nuestro grupo de protagonistas.
Esta temporada me despediré de Arrow y sus reviews, pero estoy contento por empezar el camino con Titans. El año pasado nos demostró que DC también es capaz de acercarse al nivel mostrado por Daredevil en Netflix (quizá la mejor ficción de superhéroes que nos ha brindado la televisión), sin desmerecer el trabajo realizado en la serie de Oliver Queen, que con su primera, segunda y quinta temporada (sobre todo las dos primeras) rayaron a un alto nivel, y curiosamente una de ellas contó con Slade Wilson como su villano, como la que acabamos de inaugurar en Titans. Si queréis seguir el camino del grupo de héroes, acompañadme cada semana en Casa Spammer con las reviews que publicaremos durante esta segunda temporada. Un saludo y hasta la próxima.