Review Legacies: We’re Gonna Need a Spotlight
Era necesario abrir la review con esta imagen, que creo que es uno de los momentos más divertidos que nos ha brindado el episodio de esta semana, con el que volvía Legacies tras su parón desde el día 7 de este mes (8 para los que la seguimos desde España). Lo cierto es que vuelve a ser un capítulo entretenido, que no deja grandes momentos para un análisis en profundidad, pero que mantiene el nivel que está ofreciendo la ficción desde sus inicios. Veamos qué ha deparado el undécimo episodio de la temporada.
Cuando en una serie de estas características, aparece algo aparentemente inofensivo, creo que nadie piensa que realmente no sería capaz de hacerle daño a nadie, o que no tiene trampa, como el caso de lo que nos atañe en el episodio: un unicornio. Ha acabado siendo el huésped de un parásito que se alojaba en el cerebro de las personas, y les inhibía y les volvía más desenfadados, hasta que de verdad los centraba hacia su objetivo: la urna que custodian nuestros protagonistas desde el 1×08. No es que sea un monstruo muy original, dado que, como nos explica Landon, en las obras de ciencia ficción ya hay numerosos casos de criaturas similares, y estoy seguro de que muchos de vosotros que estáis leyendo este artículo ya habéis visto alguna vez en series, películas, videojuegos o novelas este tipo de situaciones.
Hope es la primera infectada, y a partir de ahí se extiende hacia el resto de alumnos, afectando a algunos de los que más participan en la serie, como Josie, Kaleb o Rafael. La casualidad (o el guion del capítulo) hace que este monstruo (al que ni siquiera le han dado nombre) se infiltre en la escuela Salvatore cuando es el día en el que realizan un concurso de talentos. Que levante la mano al que le ha recordado, aunque sea mínimamente, a Glee. Lo de las actuaciones ha sido utilizado como excusa para darle un trasfondo al episodio más allá del contagio de las babosas, y quizá lo más reseñable es que, gracias a que la babosa le ha infectado, Josie realiza una actuación muy chula, y sirve de paso para que haya una leve confrontación entre las hermanas, al no callarse ante su hermana Lizzie lo terrible hermana que es. Recordemos que hay latente en la ficción un posible enfrentamiento en el futuro entre ambas, que determinaría quién sobrevive para cumplir la tradición de su aquelarre.
Sobre la hija de Klaus, bueno, quizá un detalle curioso es que esta semana la hemos visto más suelta que nunca, como si no llevara el peso del mundo sobre sus hombros, y bueno, no me importaría verla sonreír más. Aunque puede que lo más relevante sea que, de nuevo, con la excusa de la invasión de cuerpos, hemos tenido una nueva edición del melodrama adolescente, protagonizado esta vez por Rafael, que no ha podido callarse lo que siente sobre su situación con respecto a ella y Landon, aunque no diera nombres, aunque no lo hacía menos evidente. Luego queda en nada entre ellos, y la cosa sigue adelante, pero es evidente que esta trama saltará más pronto que tarde, ofreciéndonos la cuota de romanticismo teen que era de esperar en una ficción de estas características. En este punto, no veo a Hope dejando a Landon por Rafael, pero ya veremos cómo gestionan esta situación en lo que resta de temporada, y ya en la segunda que llegará el próximo otoño.
Y por si no tuviéramos suficiente con los adolescentes enamorados, también los adultos tienen su propio triángulo amoroso. El pobre Alaric, que no había sido infectado por la babosa, va y resulta que se desinhibe de la forma más habitual y más antigua que la humanidad ha patentado, emborracharse, y da un paso sobre Emma, confirmando algo que también era evidente, y resulta que ella está con Dorian. Refrescadme la memoria, pero no recuerdo en ningún episodio anterior que hubiera muestras de que estuvieran juntos, y siempre que han compartido escenas Emma y Alaric, se notaba cierta tensión ahí lista para saltar en cualquier momento, y se veía venir que algo sentían el uno por el otro. Añadir otro drama amoroso de esta forma, me parece innecesario.
Al margen de todos estos líos amorosos, lo fundamental y que da continuidad a la trama de una forma que no me esperaba, ha sido la última parte del episodio, cuando al final sí es Alaric el que se infecta por una babosa puesta con mucha mala intención en el fondo del vaso del director de la escuela, y termina arrojando la urna al río, desbloqueando (supongo) la segunda cerradura de Malivore. Por cierto, Landon hace referencia a que a él las babosas no le han intentado poseer, y es un detalle que puede pasar desapercibido, pero que sigue confirmando que el chaval no es un humano normal y corriente, y supongo que será algún tipo de ser sobrenatural, dada su conexión con Malivore.
Si no estoy equivocado, ya no tendremos parones hasta el final de temporada. Ahora que ya se han roto dos de los tres sellos de Malivore, supongo que la presión aumentará, y los “procedimentales” que vengan a continuación ya serán los prolegómenos a que finalmente se desate ese anunciado apocalipsis. Tengo muchas ganas de ver lo qué nos depara esta recta final, y os contaré mis impresiones hasta que finalice la primera entrega de Legacies en este blog. No os perdáis nuestras reviews semanales. Un saludo.
PD: Podéis ver en nuestro canal de Youtube el programa sobre el universo vampírico de The CW.