Llevo un par de semanas duras como fan de Doctor Who y si leéis mis reviews de la serie sabréis porqué: por la mala racha de episodios flojos que llevamos. Sinceramente no esperaba mucho de este capítulo tras el pobre nivel de los anteriores, pero que literalmente aparezcan diamantes como este cuando menos te lo esperas es una de las razones por la que muchos todavía vemos religiosamente esta ficción cada semana.

Puede que en la entradilla me haya dejado llevar un poco y que en otras circunstancias no lo pondría tan por las nubes y sería simplemente un buen capítulo, pero el nivel es el que es y pegar semejante subidón me ha sorprendido. He visto un episodio que parece haber cogido mi listado de quejas recurrentes y las ha ido solucionando una por una: tenemos una trama entretenida y que consigue aprovechar, con giros que aunque no sean el paradigma de lo inesperado al menos logran mantenerte metido en la historia y el más importante, por fin nos entregan un episodio que mantiene un ritmo coherente de principio a fin sin necesidad de parar en seco para explicar la trama. He dicho en varias ocasiones que esta temporada está pecando de tener buenas ideas que ejecutan mal, pero en esta ocasión sí que han sabido sacarla partido.

Estoy hablando mucho de qué puntos me han gustado pero muy poco de lo que nos presenta esta semana Doctor Who. Arrancamos sabiendo más bien poco, sólo que están en Noruega en el presente y que se encuentran una casa abandonada en medio de las montañas con señales de haber sido fortificada … solo que no está abandonada, dentro hay una niña ciega que está esperando el regreso de su padre, quien cree que ha sido llevado por un monstruo que habita en las cercanías de la casa, pero eso no es todo, dentro del propio edificio la Doctora encuentra un espejo que en realidad es un portal el cual no saben a dónde va.

Ya de primeras en cuestión de cuarto de hora el episodio nos muestra dos misterios totalmente opuestos, una amenaza exterior y otra interior, que a diferencia de otras ocasiones consiguen complementarse muy bien y desarrollarse de forma interesante a la par. Nos hace querer saber más tanto de la antizona como del “monstruo” del exterior y cuando ya está despachado todo en la antizona y el Team Doctor (Doctora, Yaz y Graham) entran en la dimensión en la que el padre de Hanne está con su difunta mujer, descubrimos que lo del monstruo en una farsa para mantener encerrada a su hija y esta parte del episodio de forma brillante se va a una antizona de la cual ya conocemos sus peligros.  ¡Por favor! Hacía mucho tiempo que no me encontraba un capítulo de la serie tan bien estructurado.

Descubrimos la verdad sobre el monstruo, que esa tenebrosa cueva es un mecanismo de defensa del universo y nos falta respuesta a la gran pregunta que falta por responder: ¿Qué demonios es esa dimensión en la que tanto Erik como Graham se han reencontrado con sus difuntas esposas? Aquí debo decir que el episodio se marca un Deus Ex Machina de la Doctora, quien convenientemente recuerda un cuento de su abuela, pero no me voy a quejar por ello en esta ocasión cuando todo lo demás me ha encantado. El cuento que da respuesta a la pregunta en uno sobre una entidad llamada Solitracto que no encajaba en nuestro universo fue exiliada a otro donde si pudiera existir, siendo esta dimensión la propia Solitracto y los personajes fallecidos un intento de que quienes lleguen ahí se queden haciendo compañía a un ente que simplemente se siente sólo.

La trama del Solitracto se centra mucho en la figura de Graham y en cómo a pesar de su actitud a lo largo de la temporada, él echa de menos a Grace, habiendo perdido una parte de su vida. No es la primera vez que la temporada nos enseña como le está costando seguir adelante a Graham y me gusta que estén mostrando más cómo le afecta a él que a Ryan, quien pese a ser su nieto y, evidentemente llorar su pérdida, no deja de ser un joven con toda la vida por delante en contraposición con el propio Graham, un hombre ya entrado en años al cual le arrebatan el amor que tanto le había costado encontrar. Es normal que se vea tentado por la oportunidad de recuperar a Grace a sabiendas de que no ella de verdad y que solamente acepte la realidad cuando el Solitracto en sus ansias de querer mantenerlo dentro comete el error de enseñarle una Grace que pondría en peligro a su propio nieto.

Me ha parecido un episodio precioso en su historia, que consigue plasmar muy bien el tema de lo que cuenta afrontar la pérdida y ofrecer a la vez una buena trama. Cosas como esta es la que espero de Doctor Who, esta es la clase de episodios por la cual amo a esta serie y puede que no lo pueda colocar en el top de los grandes, pero al menos para mi ha sido de largo el mejor de lo que llevamos de temporada.