Review Black Mirror: Bandersnatch
La quinta temporada de Black Mirror todavía no se ha estrenado, o mejor dicho, no se ha estrenado como suelen hacer las series normales. Pero esta producción no es como el resto, como bien sabréis si la habéis seguido durante todos estos años. Ayer se lanzó a nivel mundial un episodio sumamente especial, porque abre un nuevo horizonte en la forma de contar una historia en la pequeña pantalla. Bandersnatch ha dado el primer paso para lo que puede ser el estilo de la televisión del futuro, y estas son mis impresiones.
He dicho antes que es rompedor en el contexto televisivo, y lo es, pero realmente no se puede decir que es algo nuevo. Los que hemos jugado a videojuegos durante la mayor parte de nuestra vida, hemos visto productos que tienen una estructura similar a lo que Bandersnatch ofrece al espectador de Netflix. Juegos como Until Dawn, Heavy Rain, Detroit: Become Human, una obra maestra como es The Witcher III, o todos los productos que desarrollaron en Telltale Games, tienen la particularidad de que, en función de las decisiones que vayas tomando durante tu camino, la historia varía y el final es diferente. Y aquí tenemos la base de este episodio de Black Mirror.
La trama en sí es como la de cualquier otro episodio que hemos podido disfrutar en las anteriores temporadas de la serie, tecnología que se va de las manos y cómo de peligrosa puede llegar a ser. En esta ocasión, un joven llamado Stefan quiere desarrollar un videojuego basado en una novela homónima, en la que el autor había previsto numerosos finales, en base a las decisiones que tomabas mientras leías la obra. Cada decisión, abría un camino diferente, y las posteriores más caminos, y así sucesivamente hasta crear una cantidad de posibilidades enorme. Más allá de este planteamiento inicial, no creo que merezca la pena que analice cómo se desarrolla la trama y a lo que conduce, porque desde prácticamente el inicio del episodio, cada uno elige cómo evoluciona el mismo. Sí puedo deciros qué me ha parecido el sistema que ha implementado por primera vez Netflix con este capítulo.
Hay una diferencia fundamental con respecto a todos esos juegos que he mencionado antes. Bandersnatch te da la opción de volver atrás y rehacer tus pasos, tomando decisiones distintas, tras haber desarrollado la trama durante un tiempo. Es decir, en los videojuegos que tienen este estilo, tú vas escogiendo el camino, y una vez que lo concluyes, si quieres (y de hecho es una de las razones para lo que están pensados) puedes volverlo a jugar, cambiando tus decisiones y explorando otras opciones para la historia; en Bandersnatch, llegado cierto punto, puedes concluir el episodio con el resultado que te ofrece tu camino elegido, o volver atrás para cambiar el resultado. No sé si me termina de convencer, porque te da la sensación de que, aunque tienes margen de maniobra, Netflix te obliga a ir haciendo una especie de ensayo-error hasta que llegas al verdadero final del episodio, y ahí se acaba el camino realmente.
Tú tienes la opción de concluir la historia tras una serie de decisiones tomadas durante el transcurso del episodio, pero realmente, hay un final que está preparado desde el principio. Bandersnatch te da una falsa sensación de libre albedrío. Es cierto que, cuando llegan determinados momentos, tú puedes darle al botón de los títulos de crédito y cerrar la historia, pero la posibilidad de rehacer tus pasos te la ofrecen siempre. No debería ser así, ya que, bajo mi punto de vista, cuando tú vas eligiendo un camino, debería acabar la historia de la forma en la que tú has ido seleccionándola, desde la decisión más inocua hasta la más importante, y si quieres volver a verlo para decidir otras cosas, pues lo haces. Parece que a Netflix le interese que, en cuestión de una hora-hora y media (yo he tardado hora y cuarto aproximadamente en explorar todas las opciones) des por concluida la experiencia y pases a otras cosas. Para el espectador que se encontrará esta modalidad de visionado y de narrativa por primera vez, creo que puede ser una buena solución, pero para alguien que ya haya probado este estilo, aunque innovador, creo que detectará fallos o cosas a mejorar, algo normal por otra parte.
Estamos ante la primera piedra de algo mucho más grande, y que apunta a que evolucionará durante los próximos años, e independientemente de que Bandersnatch me haya gustado más o menos, recomiendo que lo probéis, tanto si os habéis cruzado con esta clase de narrativa como si la experimentáis por primera vez. Black Mirror ha abierto la veda a algo a lo que creo que el público debe empezar a adaptarse, porque puede que en los próximos años, nos encontremos con contenidos que se estructuren de esta forma. Hay mucho margen de maniobra, pero la primera toma de contacto me ha gustado, y creo que debemos aplaudir a esta serie y sus creadores por apostar por este estilo.