Review The Walking Dead: Evolution
Michael Satrazemis dirige un episodio sensacional, una midseason finale brillante que se corona como uno de los mejores episodios de la serie e, indudablemente, el mejor de los últimos años. La atmósfera de terror clásico encaja de maravilla en la trama. En parte por lo inusual que tiene ver en The Walking Dead contenido tan de la vieja escuela como un cementerio neblinoso repleto de muertos vivientes y en parte porque estamos ansiosos de ver escenas de terror en esta serie.
The Walking Dead no es una serie de terror sobrenatural. Es cierto que hay monstruos, pero la serie no los trata como el principal enemigo, que siempre ha sido el hombre convertido en un monstruo aún peor que los que habitan el fondo del armario. The Walking Dead intenta y, normalmente consigue, ser realista. Es una serie sobre la supervivencia que explora lo peligrosos que podemos ser los seres humanos cuando nos enfrentamos a peligros que nos superan. Es interesante como los personajes se convierten en monstruos peores que los muertos andantes. Y aunque hemos visto escenas magníficas donde los enemigos eran los muertos, la mayoría de la veces, las mejores escenas de horror las han protagonizado los vivos. Pero después de nueve años de personas convertidas en pesadillas, sería curioso analizar a las pesadillas en si, algo que haga que los bandos sean, de una vez por todas, los que respiran frente a quienes no lo hacen. Evolution lo hace, durante el episodio hemos visto a la fuerza temible e inexplicable enfrentarse al humano conocido y aunque en los últimos minutos conozcamos la verdad sobre los Susurradores, el grueso del episodio nos ha mantenido en el misterio y lo ha conducido de forma magistral.
El espectador es introducido en el comportamiento inusual de la horda de forma gradual, en un primer momento son sólo cosas que resultan extrañas, pero a las que los personajes no dan demasiada importancia. Mientras la horda es cada vez más grande y se mueve de forma extraña, los personajes asumen que está pasando alguna otra cosa… Mientras tanto la tensión va in crecendo y la trama va desenvolviéndose en un tono cada vez más terrorífico. El momento en el que la trampa de Daryl no funciona desata toda la tensión acumulada y el espectador tiene que caer rendido ante el excelente manejo de tensión que hace Satrazemis.
Quien que no haya leído los cómics no sabe qué están haciendo los zombies, pero, siente el miedo. El título del episodio es más inquietante aún: evolución. El momento en el que Eugene comparte su teoría sobre la evolución de los muertos funciona de forma extraña, es un pensamiento lógico para un tipo que lo analiza todo y que ha tenido tiempo para pensar mientras se ocultaba en un cajón y escuchaba a la horda buscándolo. La trama del rescate a Eugene mantiene una atmósfera terrorífica muy acertada. Vemos a tres hombres y perro acercándose a un granero, es de noche, está oscuro y escuchamos el sonido del viento y una lejana tormenta… Es bellísimo, es lo más clásico del terror llevado de forma perfecta. Llevo mucho tiempo pensando que puesto que estamos viendo una serie de zombies, sería maravilloso que explotasen alguna linea argumental en el género de terror. Y cuando, por fin lo han hecho, ha quedado tan bien que quiero repetir cuanto antes.
Incluso las transiciones y escenas en Hilltop se mantienen sobrias, discretas, como potenciando la atmósfera de la otra subtrama, como haciendo crecer en el espectador la sensación de que se avecina algo terrible. Me gusta especialmente la transición desde la alarma del despertador y el rostro de Jesus comprobando que la horda ha crecido en numero y que su comportamiento es extraño, al martilleo de Henry, el herrero en Hilltop. Es genial como pasamos de una escena a otra manteniendo el mismo tono de la acción. Ayuda mucho el trabajo de McCready, un compositor es sensacional que sabe llevarnos a sensaciones muy acordes con lo que estamos viendo en la pantalla. Quizás Bear McCready tenía ganas de probar algo distinto, pero da la impresión de que se ha divertido muchísimo poniéndole la banda sonora a este episodio. La música cuando se despierta Rosita, es la típica banda sonora de terror. Incluso, si nos adentramos en el género de terror de serie B, tenemos a un grupo de adolescentes que se escabullen en mitad de la noche hacia un bosque tenebroso. El episodio lo tiene todo.
La mayor parte de la acción se desarrolla de noche, en una oscura noche donde el sonido del viento se hace protagonista. Después se oyen algunos truenos y para rematar tenemos niebla. Los personajes terminan en un cementerio de estética victoriana mientras la niebla los turba y oculta a los enemigos. Esa última escena es simplemente perfecta. En un clima de lo más siniestro los personajes huyen de los zombies y luchan contra una verja imposible de abrir. La escena era lo suficientemente brillante como para tener al espectador mirando atentamente la pantalla, pero añadimos una coreografía de lucha excelente. El personaje experto en artes marciales destaca entre la niebla masacrando a los enemigos. Está bien dirigido y es visualmente genial y de repente, llega ese instante en el que un walker anónimo y en principio indefenso ante Jesus, se agacha, esquiva y en un movimiento ágil lo engancha por detrás y lo apuñala mientras le susurra al oído: You are where you don’t belong. Es la cosa más brillantes que he visto en la temporada.
Cuando los walkers pasan de Dog, Daryl y los fuegos artificiales he saltado en la silla. Cuando un walker ha esquivado a Jesus, lo ha tomado desprevenido por la espalda y ensartado con una lanza, le he dado al botón de Pause y he gritado. No sólo ha sido espeluznante, ha sido brutal en todos los sentidos. Jesus presentó a The Saviors en su primera aparición y ha presentado a Los Susurradores en la última. Es tan buena idea y está tan bien ejecutada que no parece propio de The Walking Dead.
Y a todo esto, Negan se ha escapado y vamos teniendo atisbos de lo que sea que pasó entre Michonne y las demás comunidades. Pero queda en segundo plano frente a los susurradores. Ojalá la serie vuelva con esta energía y mantenga el nivel cuando regrese en febrero.