Review Arrow: The Slabside Redemption
Así es como se cierra un arco. Hay muchas veces que, en prácticamente todas las series, no son capaces de concluir una trama como se debería hacer, o prefieren hacerlo de una forma algo más práctica, con miedo a que el punto y final (o punto y aparte) se les vaya de las manos. En esta serie, sin ir más lejos, hemos tenido años en los que las tramas han sido cerradas (y creadas y desarrolladas) con pobre acierto, pero en esta ocasión, el adiós a Slabside (o quizá el hasta luego) ha sido por todo lo alto, y lo curioso es que ha sido una subtrama que creo que podría haber dado más de sí, a pesar de habernos ofrecidos los puntos álgidos de lo que llevamos de temporada. Evidentemente, un capítulo centrado al completo en Oliver me iba a gustar, y encima, ha sido trepidante, de principio a fin.
Concluye el tiempo de Slabside, pero no sus consecuencias posteriores. Por ejemplo, la forma en la que Oliver se readaptará a la sociedad. Todos saben que es Green Arrow, así que, ¿qué supondrá eso si vuelve a ponerse el traje de justiciero? Otra cosa que también ha nacido gracias al período de nuestro héroe en esta prisión es la rivalidad con Stanley, el aparente inofensivo compañero de Oliver en estos episodios que ha resultado ser bastante más peligroso de lo que aparentaba, como ya nos dejaron caer la semana pasada. Él no se fiaba de este recluso desde entonces, tal y como se lo dice al comienzo de este episodio, y eso ha generado que a Stanley se le crucen los cables y aparezca su verdadera personalidad, la de alguien trastornado que oculta bajo esa fachada de debilucho un criminal de libro, puede que incluso un asesino en serie por lo que podemos leer entre líneas de sus conversaciones con Oliver. No duda en asesinar a sangre fría a Brick justo antes de fugarse de la prisión, y ahora anda suelto, sabiendo quién es Felicity, conociendo a gente cercana a Oliver (Laurel por ejemplo) y me atrevería a decir que poniendo en su punto de mira a nuestro protagonista. ¿Estamos ante el rival de la segunda mitad de temporada? Además, me surge la duda de qué harán con el William del presente, porque lo último que sabemos del chaval es que Felicity le mandó lejos de Star City para protegerle, pero una vez que su padre está fuera de prisión, no veo motivos para que el chico permanezca alejado de su familia. Sin embargo, por lo que se desprende de los flashforwards, lleva tiempo sin estar en casa. ¿Qué decisión se tomará al respecto?
Al margen de responder a las cuestiones futuras, quiero dejar clara una cosa: para mí, estamos ante uno de los mejores episodios de la serie y, por supuesto, el mejor de lo que llevamos de séptima, con gran ventaja con respecto al resto. La decisión de empezar el episodio a toda velocidad, solo para ir subiendo revoluciones con el paso de cada escena me parece acertadísima. Un inicio esperanzador de Oliver, con su mirada puesta en su salida de ese agujero, terminando de leer “El Conde de Montecristo” y atando cabos sueltos con Stanley y Turner, que luego le sería de gran ayuda en el motín… pero en el momento que Díaz pone un pie en prisión, y conversa con Oliver a través del cristal, la cosa ya se va a la mierda con una velocidad de vértigo. Ya no hay vuelta atrás para nuestro héroe, sabe que está arriesgándose a no ser libre por mucho tiempo, pero tiene la oportunidad de detener a este villano de una vez por todas, que encima lo tiene a metros de distancia tras tanto tiempo.
El mero hecho de que Díaz haya decidido ir a por Oliver es otra muestra de que este tipo está como una cabra. Estamos hablando de una prisión de súper máxima seguridad, en la que él decide entrar y desatar el caos, tan solo para matar a un hombre. Que esa es otra. Dice muy poco de la prisión que una sola persona sea capaz de poner patas arriba el lugar, cuando se supone que la vigilancia y seguridad de ese sitio está preparada para contener a los criminales más peligrosos del mundo, pero bueno, me parece bien la licencia cuando el resultado ha sido este episodio. Ricardo Díaz no es el enemigo más brillante que ha tenido Oliver, pero sí le reconozco que ha sido uno de los que más daño le ha causado, además de ser por el momento el más longevo en su lucha contra Green Arrow, porque a pesar de que Deathstroke sobrevivió a la segunda temporada, o Malcolm Merlyn a la primera, cambiaron con el tiempo. Este hombre sigue empeñado en destruirle y a todos los que le rodean, y no sé si le tendremos de vuelta en el futuro próximo. Otra consecuencia que nos deja este 7×07: Díaz sigue vivo; preso, pero respirando. Con respecto a la decisión de Oliver de no acabar con él, estoy convencido de que tendrá su repercusión, imagino que en esta temporada, quizá para la segunda mitad de la misma tras el parón invernal. ¿Me gusta la decisión? No. Creo que era el momento para poner punto y final a The Dragon.
El escenario era propicio. Un Díaz desatado en Slabside, generando un motín mientras nuestro héroe se abría paso a mamporros, en un despliegue de escenas de acción como pocas veces había visto en esta serie, que no llegan a lo mejor a metrajes de producciones con más financiación o en mejores plataformas, pero que no tienen nada que envidiarles, y sin duda, han hecho de estos cuarenta minutos los mejores en tiempo en Arrow. Todos estos ingredientes creo que bastaban para que Oliver acabara con Díaz por fin, pero yo no soy el showrunner de esta ficción. Bajo mi supervisión, quizá la muerte de The Dragon hubiera tenido lugar aquí, pero han decidido dejarle con vida, apenas, pero ahí sigue. Entiendo las motivaciones de Oliver y comprendo el motivo que le lleva a no matarle. Me gusta que cierren el círculo encerrándole en la celda del preso 4587, que empezó la temporada albergando a Oliver y ahora custodia a este criminal. No me gusta que le dejen con vida, pero comprendo el porqué, y me ha convencido la forma en la que lo han hecho, por lo tanto, valoración más que positiva. Un detalle que no me ha gustado tanto. Por lo que he entendido, se supone que los Longbow Hunters han dado por concluido su paso por la ficción. Si es así, ha sido patético. No recuerdo a enemigos tan lamentables tras siete años de serie. No han sido necesarios en ningún momento, no han aportado nada, y han pasado sin pena ni gloria. Si vuelven, que hagan algo relevante. Si se han marchado, pues adiós, no les voy a echar de menos.
Oliver Queen ya es libre. Slabside ha durado siete episodios y parece que no vamos a volver en un tiempo por allí, al menos con nuestro héroe entre rejas. La semana que viene tenemos la mid Season Finale, y la siguiente ya podremos ver el crossover de este año, Elseworlds, que se presenta… peculiar por decir algo. Tengo muchas ganas qué nos depara el siguiente capítulo, y os espero en la próxima review. Un saludo a tod@s.