Review Arrow: Level Two
La semana pasada comenté que el episodio no me había entusiasmado. El de hoy, sin ser uno de los más brillantes que nos ha ofrecido la serie en su trayectoria, me ha convencido más, y recupera el nivel mostrado en el arranque de esta entrega. Este Level Two ha explorado más a fondo los flashforwards, y ha tocado aspectos en Star City que sin duda son interesantes para comentar. Quizá Oliver haya sido el más damnificado en este reparto, pero su parte sigue siendo lo más atrayente de esta séptima temporada.
Y es lo más interesante porque Oliver es nuestro protagonista, y siempre es mejor dedicarle tiempo a él que a otros personajes que a la mayoría no nos importan tanto. No hace falta ser un genio para entender que el título del episodio va dirigido al bloque en el que se encuentra el ex alcalde de Star City, que fue trasladado ahí al final del capítulo anterior. Reconozco que el primer vistazo ha sido bastante austero y simple. Esperaba ver alguna celda más, algún atisbo de lo que había alrededor de la nueva estancia de Oliver en Slabside, pero han decidido optar por un escenario parco en detalles, pero efectivo: él en su celda, siendo interrogado a fondo por ese loquero que no es que tenga muy buenas intenciones. El doctor Parker intenta llegar hasta lo más profundo de la psique de nuestro protagonista, a la esencia de la serie: por qué elige Oliver el camino hacia ser Green Arrow. Hemos recuperado la ya mítica escena del piloto, con Robert Queen sacrificándose en pos de su hijo, para que sobreviviera y deshiciera los errores que él cometió, e iniciara la cruzada que le hemos visto abanderar durante los últimos siete años. Pero el doctor estaba más interesado en alterar ese recuerdo, tratar de cambiar su esencia y convertirle en alguien que no es; lo que viene siendo un lavado de cerebro clásico, vaya. Al final del episodio, ya vemos que no se identifica como Oliver Queen, sino como el preso 4587. ¿Es posible que el proceso le haya deshumanizado por completo? ¿Es una jugada de Oliver? Sea como fuere, en el punto en el que estamos, si de verdad le han lavado el cerebro, miedo me da qué pueden intentar hacer con él, aunque creo que está actuando, para llegar a su objetivo: encontrar a The Demon y acercarse un poco más a Díaz.
Aunque, visto lo visto, igual lo tiene más cerca de lo que se piensa. Durante el episodio, he pensado en la posibilidad de que, en realidad, el doctor sea esa figura que busca Oliver, el que lleva los hilos dentro de Slabside y el que se supone tiene contacto con Ricardo Díaz. Si es así, creo que nos encontramos ante un adversario interesante, y si su intención es convertir a nuestro protagonista en su marioneta, es un escenario que no me importaría explorar. O simplemente puede tratarse de otro más en la nómina de este The Demon, y el verdadero nos lo presentarán más adelante. Tocará esperar.
René está gustándome en este arranque de temporada. Es quizá, junto con Felicity, el que más me convence de la parte de Star City. Aunque no viste la indumentaria de Wild Dog, nunca ha dejado de lado la misión que compartía en su día con Oliver, y busca proteger a toda costa el hogar de su hija. Precisamente los Glades son el foco de atención de este capítulo, tanto en el presente como en el futuro, pero luego entraremos a eso. En la actualidad, volvemos a ver al nuevo Green Arrow intervenir en una serie de intentos de quemar varios edificios de la zona, y es la primera vez que le vemos desde el 7×01, y se agradece. Enlazar su trama con las de los que siguen en la ciudad es un acierto, y por lo menos no se dedican a minutos de la basura, como los utilizados por John y Lyla la semana anterior. Quién es el encapuchado es uno de los misterios del comienzo de séptima, y hoy tampoco hemos tenido pistas al respecto. Simplemente que aparece allá donde hay problemas que erradicar, y maneja buena información, como corroboran Dig primero y Dinah luego. Sin duda recuerda al Arrow primigenio, en ideas y formas. Lo que queda pendiente por ver es si tiene la capacidad de convertirse en el actual Oliver, o se deja llevar por sus impulsos y está más próximo a ser un asesino encapuchado que otra cosa. Que René interactúe con este nuevo personaje solo sirve para que sume más puntos, sobre todo teniendo en cuenta que lo apoya en lugar de oponerse a él, como Dinah, cuya actitud no termina de convencerme.
En cuestión de un par de escenas, pasa de ir en contra del nuevo justiciero a dejarle marchar como si nada. Está claro que les ha ayudado a detener a los criminales, pero solo por eso me parece muy cogido con pinzas que le haya dejado ir. Dinah es uno de esos personajes que llegó tarde, se adaptó de aquella manera, y que ahora no le acabo de ver utilidad. Ahora bien, al entrar en juego el futuro… eso ya es otra cosa.
Antes de centrarnos en eso, no me quiero dejar a Felicity, que sigue empecinada en encontrar a Díaz, sea como sea. Hablaba hace unas semanas que esta temporada era una gran oportunidad para que su personaje recuperara el nivel perdido allá por la segunda temporada, cuando ya pasó a ser el interés amoroso de Oliver y el Olicity lo devoró todo sin piedad, haciendo que ambos se consumieran en un frenesí de incoherencia narrativa que acabó por cansar a un servidor. Con suerte, su tiempo separados les vino muy bien, la quinta y la sexta, aun con boda de por medio, palió eso, y ahora en esta séptima ella está siendo uno de los principales intereses de la serie, y el mayor en Star City. Además entrando en terreno pantanoso, que no es otro que la búsqueda de venganza, sin nada que perder, como dice ella. Aliarse con Black Siren, bueno, qué queréis que os diga; sirve para darle bola a esta Laurel porque a Katie Cassidy tienen que seguir pagándole un sueldo. Mi opinión sobre este personaje es de sobra conocida si leéis mis reviews semanales, pero si no, se reduce a que no entiendo qué hace este personaje en la serie.
Centrándonos en la informática, no llega a cruzar esa fina línea entre justicia y venganza, y utiliza su intelecto para acercarse más a Díaz. Tras probar con los métodos de Black Siren, recurre a la vieja táctica de dejar algo para que el preso huya, y así Silencer, una de los Longbow Hunters, vuelva con los suyos, y con el rastreador que Felicity le ha puesto, ya pueden localizar a Díaz. Buen tramo de episodio nos ha brindado la joven, y a ver cómo sigue su búsqueda en los próximos.
Ya con el futuro, tenemos tela que cortar. Para empezar, volvemos a ver una Star City devastada, tal y como la vimos en el 1×06 de Legends of Tomorrow, solo que en el segundo spin off del Arrowverse era el año 2046, y aquí estaremos quizá, unos diez o quince años en el futuro, todavía no en el momento en el que Rip y los suyos van. Lo que sí es una constante en ambos es que Felicity construye su propio imperio informático, además de en Tierra-2, tal y como menciona Laurel. Las pistas que les proporcionan a Roy y a William solo llevan a más incógnitas, pero por el camino se reencuentran con Dinah, que sigue viva y forma parte de un grupo de resistencia compuesto por justicieros (qué ironía, viendo su rol en la actualidad), del que además forma parte Zoe, la hija de René. Él es aludido, aunque no tengo claro si el comentario de la joven da a entender que su padre ha muerto, o simplemente no está en la ciudad. Una Star City que se ha fragmentado en la antigua urbe y una parte amurallada que incluye todo lo que son los Glades. Teniendo en cuenta el ánimo actual de la gente de la zona, y esa desolada imagen de la metrópolis, está claro que ha pasado algo muy gordo allí, y que tengo mucha curiosidad en ver cómo está conectado con el presente. Para rematar la faena, Dinah nos lanza una noticia… ¿impactante? Felicity ha muerto. Hay que coger con pinzas este comentario, porque hasta que no vea algo que corrobore eso, no la doy por muerta. Es un truco demasiado viejo, y demasiado utilizado como para que de primeras me lo trague. Tocará esperar para ver qué les depara a los del futuro, pero solo con este metraje en el capítulo de hoy, me han ganado aún más.
Pasito a pasito van construyendo la temporada, y los síntomas positivos siguen mostrándose cada semana. Nos vemos la semana que viene en una nueva review.