Review The Walking Dead: Warning Signs
Esta semana lo han hecho bien… por fin, tras una octava temporada mediocre y un comienzo de la novena mejorable, la serie nos sorprende con un buen episodio. Warning Signs contiene sorpresas, acción, muertos que caminan y sobre todo, un gran guión y un fantástico final.
La idea de terminar el episodio con quienes serían, por lógica, los sucesores de Rick ha sido brillante. Ya hemos visto las señales de alarma de la rebelión, sabemos que se nos viene encima el gran cisma y por alguna razón, los enemigos que antes fueron amigos dan mucho más miedo que El Gobernador y Negan juntos.
Había señales de advertencia en el suelo, sí, también algunas pintadas señalizando cosas… pero el signo que da nombre al episodio no son las señalizaciones físicas, sino la clara señal de que el reinado de Rick está a punto de colapsar y que serán sus mejores amigos quienes le apuñalen por la espalda en un futuro no muy lejano. Y esto, que los buenos amigos, la familia, que teníamos como protagonista se divida y conspire contra la otra parte es una maravilla. Veíamos venir que esto pasaría, pero aún sin la sorpresa es delicioso saborearlo.
No ha sido de repente, por una vez lo han hecho bien, ha sido paulatino y motivado. Conocemos las razones de Rick, entendemos el descontento de Maggie. Cuando ella mira a su hijo recuerda a Glenn, nosotros recordamos al pizza boy cada vez que vemos a Maggie, o a Rick… o a cualquiera. Cuando Rick mira a los saviors, piensa en el futuro que quiso Carl. Los espectadores también amábamos a Carl y simpatizábamos con su optimismo y esperanza. Podemos empatizar con ambas facciones. Los guionistas no han tomado atajos en esta ocasión, han cocinado a fuego lento el descontento. Rick ha obligado a los supervivientes a convivir con los asesinos de sus seres queridos y esto no podría salir bien, todos sabíamos que no puede salir bien. La historia se ha ido perfilando hasta el punto que la mayoría de los espectadores comprendemos a las mujeres de OceanSide y la decisión de Maggie y Daryl de mirar para otro lado.
Por un momento temí que Maggie y Daryl evitarán la ejecución de Arat, lo que no sólo hubiera sido incoherente con el sentir de estos dos personajes, sino también una basura de escena en lugar de la magnífica secuencia que hemos visto. Quizás por eso estoy tan satisfecha con este episodio, porque ver como dos de “los buenos” miran para otro lado ante unos cuantos asesinatos y se posicionan junto a los que incumplen las normas ha sido genial. Sobre todo si este es el empujoncito que necesitaban para convertirse en amotinadores.
Creo que Daryl lleva manteniendo clara su posición desde el primer instante, su relación con Rick ya está bastante deteriorada y los tres episodios de esta temporada han potenciado esa sensación. Sin embargo, Maggie no lo tenía todo tan claro: Michonne la convence de repartir sus víveres con los saviors, Gregory la motiva a tomarse la venganza que necesitaba, pero La Viuda no terminaba de tener clara su posición. En este episodio le confiesa a Daryl que querría mirar hacia el futuro como lo hace Rick; después se siente culpable por haber animado a las mujeres de Oceanside a tomar la justicia por su mano… aunque finalmente, cuando descubre lo que hizo Arat, entiende que los saviors no merecen ser perdonados ni por la muerte del marido de Bea, ni del hermano de Cyndie, ni de todos los hombres y mujeres inocentes asesinados para que el clan mafioso de Simon comandado por Negan se beneficiara.
Por lo demás: Rick y Michonne quieren tener un hijo, lo cual sería interesante para ambos… pero cuesta creer que opten alegremente por aumentar la familia cuando viven unas circunstancias tan complicadas y cuando ambos han perdido a sus hijos a causa de los walkers. La intervención de Zach MacGowan ha sido más breve de lo esperado, pero al menos ha servido como chispa que prende una de las tramas más apasionantes de la serie… o eso parece. Como subtrama la historia de Jadis aporta mucho más de lo que parece y estamos a punto de descubrir quienes son los sujetos A y quienes los B y para qué los quieren los tipos del helicóptero.
Esperemos que la serie continúe el nivel marcado en este episodio y nos brinde una temporada digna de la despedida de su protagonista.