Estrenamos la reviews semanales de Doctor Who (sí, ya sabemos que las hubo de los especiales de navidad, pero es el primer episodio regular que la tiene) con un capítulo especial (valga la redundancia) en cierto sentido, que supone un cambio drástico en la serie: cambio de doctor, cambio de sexo del protagonista, cambio del showrunner … Hemos vivido ya uno cuantos cambios de ciclos en la ficción, pero creo que este es el más drástico que ha ocurrido en la época moderna de la serie ¿Cómo le habrá sentado el lavado de cara a la longeva Doctor Who?

Arrancamos con un vídeo YouTube, en el que vemos a un joven de color hablando sobre una mujer maravillosa y cómo le ha marcado. Tras esto pegamos un pequeño salto atrás en el tiempo y vemos a ese joven intentando aprender (sin éxito) a montar en bicicleta junto a su abuela y el marido de ésta, con el que no parece hacer buenas migas. Parece que Ryan, que es como se llama el chico, padece un enfermedad psicomotriz y por eso pese a su edad es incapaz de montar en bicicleta, bicicleta la cual fruto de la frustración termina volando acantilado abajo. Cuando Ryan baja en su búsqueda se encuentra un símbolo extraño flotando con un botón que decide pulsar (brillante, simplemente brillante) y al hacerlo aparece un capullo gigante en medio del bosque.

Del capullo pasamos a una discusión entre dos personas y una joven policía llamada Yasmin que intenta poner paz. Recibe una llamada que la manda al bosque y descubrimos que ella y Ryan se conocen de cuando eran pequeños. Evidentemente ella piensa que esa cosa que ha aparecido es una broma de Ryan y le insta a que se lo lleve de allí, pero otra llamada más apremiante les hace salir de allí: la abuela desde el tren, pues parece que el capullo gigante no es lo único raro que está pasando en la ciudad.

Vayamos al tren, el punto en el que se reúnen los personajes más relevantes de la premiere y una bola gigante hecha de cables que parece estar estudiándolos. En medio de este fregado cae del cielo por primera vez nuestra nueva doctora, quien como hemos visto en ocasiones anteriores tras la regeneración está como un servidor sin haberme tomado el café de ser persona. Tras un momento de caos con Ryan, su abuela Grace, su marido Graham, Yasmin, la Doctora y un chaval que iba camino al trabajo que se llama Karl, la bola huye no antes de pegarles un calambrazo en el cuello. Destacar que hasta el minuto 9 no aparece en pantalla el principal aliciente del episodio, que es, cómo no, ver a Jodie Wittaker como la Doctora; durante todo ese tiempo el capítulo se dedica a presentarnos al resto del reparto que en teoría acompañará a la protagonista durante este año.

En estado de shock y sin creer mucho en la idea de que la Doctora es una alienígena van al bosque para descubrir que el capullo ya no está. No está porque se lo ha llevado un hombre a un almacén, ya que éste busca respuestas por la desaparición de su hermana años atrás y durante mucho tiempo ha estudiado la señales que se produjeron aquel día. Del capullo sale un ser bastante alto en un armadura que no tiene mucha intención de responder y le mata.

De vuelta al grupo, que se encuentra buscando información mientras la Doctora está KO recuperándose de la regeneración, ven señales de que efectivamente ella es una alienígena y que tienen todos algo en el cuello … ese algo descubrimos cuando se despierta nuestra protagonista, es una bomba de ADN la cual rastrea hasta el almacén donde tienen un primer encontronazo con el ser de la armadura.

Montando una navaja suiza sónica (nuevo término para el destornillador sónico) con lo que va encontrando por el almacén, logran llegar hasta la bola de cables del tren y por defecto con nuestro amigo alienígena otra vez, desvelando en esta ocasión quién es y lo que le ha llevado a la tierra. Es un Stenza (desconozco si es de la serie clásica, pero creo que al menos desde el regreso en 2005 es la primera vez que aparecen) llamado Tzim-Sha que ha venido de caza a nuestro planeta para conseguir ser el lider de su especie. Para ello, debe encontrar a un humano en especial y llevárselo, y resulta ser que la bola era su forma de encontrarle y el humano en cuestión es Karl, quién está tan tranquilo en una grúa escuchando audios de auto-ayuda. ¿Soy el único al que el Stenza le ha parecido un poco un Predator de Hacendado?

Es en este punto donde el episodio se acelera y tenemos un rush final clásico de capítulo de Doctor Who: con el típico plan improvisado del Doctor, el monólogo (en esta ocasión sobre cambios) y el giro final para demostrar que pese a todo sigue siendo la persona más inteligente del universo. Sin embargo, en esta ocasión tiene un precio: muere Grace y descubrimos que el vídeo con el que arrancaba el capítulo era Ryan hablando de su recién fallecida abuela.

Tras ese momento ahondamos un poco más en Graham, que resulta que tiene cáncer aunque está en remisión (ya os digo que va a volver) y que la relación de Ryan con su padre tampoco es precisamente buena. Un poco de trasfondo, nuevo look para la Doctora (que se había tirado los 50 minutos con los harapos de Capaldi) y despedida ya que ella ha ideado un sistema para transportarse directamente a la TARDIS … pero sale mal y termina transportando a todos (Ryan, Graham y Yaz) no a la TARDIS, sino directamente al espacio.

Personalmente me ha gustado la premiere y en general Jodie Wittaker. Me ha parecido muy natural como han hecho la transición de Capaldi a ella y la forma en la que la han presentado (pese a lo obvio), casi es anecdótico el cambio de sexo. A pesar de los múltiples cambios que hemos vivido en este episodio, la sensación que me ha dado ha sido la de ver otro capítulo más de Doctor Who.