Review Arrow: The Longbow Hunters
Segunda semana de episodios de Arrow y, en esta ocasión, no me ha acabado de convencer del todo lo que he visto. Si bien es cierto que las sensaciones no son malas, tras el buen sabor que me dejó la Season Premiere, creo que esta vez hemos tenido un capítulo por debajo de su predecesor. No obstante, si se mantiene la tendencia positiva, no pasa nada, un bache por el camino no desluce el resultado final.
En parte no me ha terminado de convencer del todo porque soy demasiado fan de Oliver como para que se permitan el lujo de no tenerle protagonizando la mayor parte de minutos del episodio. El curso pasado tuvimos algún capítulo que nuestro héroe no aparecía casi nada, si no recuerdo mal, y el resultado no fue malo. Pero este año, me interesa más ver lo que le sucede en Slabside que lo que pasa en Star City, básicamente porque ya no está allí con los suyos. Creo que lo mejor del episodio ha sido su parte y el flashforward, que sigue logrando que mi interés crezca más cada semana.
La supervivencia de hoy para Oliver ha sido encontrar la forma de no caer en la espiral de locura y criminalidad que es la prisión de máxima seguridad, evitando la muerte de un carcelero que, pese a sus formas un tanto irrespetuosas y bruscas, no merece ser asesinado por una panda de lunáticos, cuyos motivos todavía no tenemos del todo claros. A Oliver le encargan acabar con la vida de ese guardia, como moneda de cambio por información acerca de Díaz, pero encuentra una forma de perjudicarle lo suficiente como para que lo echen de la prisión, y evitar matarle y así consumirse poco a poco hasta caer en un punto tan bajo que ni él mismo se reconozca. Lo que sí que echo algo en falta es una figura prominente dentro de la prisión en la que está. Si se supone que es una instalación que alberga a los delincuentes más peligrosos, me extraña que no haya nadie importante entre rejas, un personaje que sea lo bastante carismático como para plantar cara a Oliver y que dé más vidilla a la trama carcelaria. Por ahora, supone un soplo de aire fresco ver a nuestro protagonista en un ambiente distinto al que estamos acostumbrados, y añadir más elementos jugosos a la mezcla no vendría mal.
Felicity quizá ha sido lo más destacado que hemos tenido en Star City. Es un personaje que, con el paso del tiempo, terminó por cargarme más que gustarme, ya que en sus inicios creo que aportó muchísimo a la serie y se convirtió en una baza importante en el despegue de la ficción y su posterior confirmación como una de las producciones de héroes a tener en cuenta, pero las lamentables temporadas que vinieron después, socavaron lo conseguido en años anteriores, haciendo del Olicity una lacra más que un alivio entre tanto drama superheroico. Uno de los motivos por los que la quinta y sexta son, in my opinion, lo mejor desde los años dorados de Arrow, fue precisamente el alejamiento entre Oliver y Felicity, y que cada uno volviera a encontrar su propio espacio, y su aportación individual obtuvo mejores resultados que tenerles solapados constantemente, la mayoría de veces, sin motivo alguno, más que por el fan service que tanto daño hace en la mayor parte de producciones actuales. Este año, sin Oliver cerca, es una gran oportunidad para reafirmarse y recuperar parte del potencial perdido años atrás. El hecho de querer recuperar su familia es la reacción lógica para alguien en su situación, y ya que John no está dispuesto a arriesgar su posición como líder de ARGUS para echarle una mano, toma la iniciativa de ir a la agente Watson y solicitarle ayuda para detener por fin a Ricardo Díaz. Bien por Felicity, y a ver qué depara en próximos episodios esa asociación.
No me gusta nada Black Siren. No me la creo en ningún momento, sobra totalmente, y estas escenas con la actual Black Canary (o ex Black Canary, mejor dicho), son absolutamente innecesarias. No creí jamás en el camino de redención que le dieron la temporada pasada, y tenerla como actual fiscal del distrito, haciéndose pasar por la Laurel de Tierra 1, me parece absurdo y un insulto a la inteligencia del espectador. Katie Cassidy no debió volver más que para cameos e intervenciones puntuales, como el rol que tuvo en The Flash al final de su segunda temporada, o bonitas escenas como las que compartió con Caity Lotz en Legends of Tomorrow, también en el final de su segunda entrega. Tenerla de vuelta en Arrow al principio me pareció un acierto, ya que añadía una villana a la lista de enemigos de Oliver, y el efecto que tuvo con el equipo fue interesante, ya que desconocían de la existencia de esta versión de Laurel. Darle más importancia en el contexto de un equipo de criminales como lo fueron Cayden James y los otros al comienzo de la sexta, y después colaborando con Díaz, también me parecía correcto, pero redimirla fue una broma de mal gusto, y esta temporada no pinta nada. Tengo curiosidad por ver cómo evoluciona la cosa, pero de momento, no tienen mi visto bueno con la trama de Black Siren.
Hemos conocido, tal como indica el episodio, a los que parece serán los enemigos de la temporada, o al menos de una parte de la misma. Es difícil mojarse y afirmar que van a ser los que den problemas a los protagonistas durante todo el curso, porque estas últimas temporadas el rol del enemigo ha ido pasando de unos a otros, así que estaremos a la expectativa. Por ahora, la introducción de los Longbow Hunters me ha parecido correcta, sin más. Tampoco es que hayamos profundizado demasiado en cada uno de ellos. Son habilidosos asesinos, que colaboran con Díaz, y que estaban interesados en robar un arma que ARGUS también incautar. De entrada, como decía, es difícil juzgar a estos antagonistas sin más tiempo en pantalla para ellos. Conforme vayamos viendo más de ellos, me formaré una opinión.
Lo que sí me ha resultado interesante son los mini flashforwards que hemos tenido, en los que se ha confirmado lo que os dije la semana pasada: William se va en el presente para no volver. No lo hará hasta que el amuleto que le dio Felicity se activa, mucho tiempo después. Por el aspecto del joven, yo le echaría unos diez años más de diferencia, como mínimo, si no más. Roy no menciona qué sucede para que no esté con Thea en el futuro, simplemente evita hablar del tema, por lo que imagino que algo salió mal durante esos años, y de momento tampoco mencionan expresamente dónde está Oliver, ni cuál es su estado. Las indicaciones que venían dentro del amuleto les llevan hasta el equipamiento de su padre, con algo que Roy quema después de leer, y hace que crea que deben volver a Star City, no sabemos exactamente para qué. A diferencia de las otras piezas separadas temporalmente que hemos tenido durante la serie, los flashforwards tienen mucho margen de maniobra, porque si bien es cierto que los flashbacks nos mostraron el viaje de Oliver hacia lo que es hoy en día, sabíamos que iba a salir airoso de todo lo que se le plantara delante; aquí no sabemos qué puede sucederles a Roy y a William, dónde están nuestros protagonistas… Son muchas incógnitas que tengo muchas ganas de resolver con el paso de los episodios. Los flashforwards para mí son un acierto.
Eso es todo por esta semana. No olvidéis que podéis dejar vuestros mensajes si queréis opinar acerca del episodio. Nos leemos en siete días con la próxima review. Un saludo.