GLOW (2ª temporada): el pequeño mundo de la tele
Había 2 series a las que tenía muchas ganas en esta época veraniega, la primera era la temporada final de 12 Monkeys (ya hablaré de ella cuando acabe) y la otra era el regreso de GLOW. A mi personalmente me gustó mucho su primera temporada, la cual aunque disfruté bastante pese a ser eclipsada por otros grandes estrenos como Ozark o The Sinner. Ya la he podido ver y aquí tenéis mi opinión, en la cual no pondré spoilers como tal pero sí que hablaré de algunos puntos que toca la serie en su trama, por lo que leed bajo vuestra responsabilidad si no habéis visto la temporada todavía y no queréis saber nada de ella.
El año pasado GLOW nos dejó con los personajes por todo lo alto, con un primer programa que aparentaba ser un éxito en potencia, con los personajes saboreando la miel de la victoria y la sensación de que sabían que teclas tocar para mantenerse en lo alto; acabamos la temporada creyendo habían creado algo grande. La segunda temporada ejemplifica perfectamente la vuelta a la realidad, como pese a conseguir una victoria son el pez pequeño dentro del mundo del espectáculo; una vuelta al mundo real que no solo nos recuerda que todavía queda por hacer, sino de lo complicado que es ser un barco de papel en el océano, que no son nada todavía y que el capricho de un solo productor o un grupo de presión puede derribar fácilmente lo que tanto costó levantar.
Tal vez no llegue a la maestría de Halt and Catch Fire a la hora de contar una historia de éxitos y fracasos, pero una de las cosas que más destacan de esta segunda temporada es el como muestran las debilidades de quienes aparentan ser fuertes delante de las cámaras, que para el mundo son Zoya, Liberty Belle o la Reina de los subsidios pero que fuera de plano son Ruth, Debbie y Tammé teniendo que lidiar cada una con sus propios problemas personales; que quien dirige el show vive con miedo de perder su programa por una chica joven con ideas y tener que aceptar que a lo mejor su hora ya pasó. Ya lo clavaron el año pasado, pero me parece que en esta ocasión han acertado más a la hora de ponernos dentro de la piel de las protagonistas de un programa de wrestling femenino y quienes están detrás que en lo que es el propio show en sí.
Aprovechando que en esta temporada ya están trabajando en un programa en emisión, me ha gustado como han manejado la forma en la que cada una de las chicas lleva el tener que interpretar su personaje a pesar de lo ofensivo o racista que pueda llegar a ser. No es un tema nuevo en la serie, ya lo vimos con Ruth y su papel de Zoya, pero era necesario que GLOW enseñara también esta parte dentro de los personajes secundarios, en cómo deben defender unos personajes que algunas de ellas detestan por saben que a lo mejor no tienen otra oportunidad igual en la vida.
La serie mantiene todos los aciertos de su temporada debut y da lugar a que temas como el machismo, la discriminación laboral o el propio racismo florezcan más dentro de una trama que se centra sobre todo en el día a día de mantener un programa en antena que en una cuyo foco es el origen de este. Bien es cierto que tarda un poco en arrancar y es bajo mi punto de vista el único punto débil que mantiene, pero que vaya de menos a más es algo que siempre se agradece.
GLOW no tendrá el mismo tirón que otras series, lo cual es casi poético teniendo en cuenta su trama, pero al igual que pasa con el programa de la serie es imposible no disfrutar con el buen hacer y el amor por su trabajo de quienes se encargan de ella tanto dentro como fuera de la ficción.