Crítica: Ant-Man and the Wasp (2018)
Ha concluido el año para Marvel Studios. Sí, a 5 de julio ya podemos decir que la compañía ha cerrado las puertas por lo que queda de 2018, y ya no tendremos nuevo estreno hasta marzo del año próximo, cuando llegue Captain Marvel a la gran pantalla. Tras Black Panther e Infinity War, el último lanzamiento ha sido la secuela de Ant-Man, que en esta ocasión ha estado acompañado de The Wasp (La Avispa en castellano), y os cuento mis impresiones sobre el mismo.
Los acontecimientos de esta película nos sitúan tiempo después de Civil War, es decir, toda la trama de la cinta tienen lugar antes de la tercera película de los Vengadores, por lo que no sucede simultáneamente o después de esta. Scott Lang (Paul Rudd), tras incumplir los acuerdos de Sokovia y colaborar con el Capitán América y luchar con los demás Vengadores en Alemania, fue detenido y sometido a un régimen de arresto domiciliario, próximo a vencer cuando el filme arranca. Parte de ese acuerdo es no contactar, bajo ninguna circunstancia, con Hank Pym (Michael Douglas) y Hope van Dyne (Evangeline Lilly), fugados de la justicia tras proporcionarle a Scott la tecnología del traje de Ant-Man. Obviamente, todos somos conscientes de que esta premisa no se va a mantener, porque no habría película si lo hiciera, pero tampoco voy a contar cómo vuelven a verse los tres.
La película considero que es mejor que la primera, aunque tampoco era una tarea difícil de superar. La cinta de orígenes de Ant-Man para mí fue justita, con su punto de humor que me gustó bastante, pero en líneas generales quedaba lejos de lo mejor de Marvel. Esta secuela mejora en prácticamente todo a su predecesora, pero tampoco es de lo más destacado de la compañía en sus diez años de historia, ni tampoco el mejor estreno de este 2018, siendo Black Panther e Infinity War (esta última casi juega en otra liga) superiores en prácticamente todos sus aspectos. La cinta es entretenida, sus toques de humor quedan intactos, y su director (Peyton Reed) ha continuado aprovechando la vena cómica del personaje de Scott y ha mantenido aquello que vimos en la primera en estos aspectos. El apartado técnico, como prácticamente siempre en Marvel, es muy bueno, y su escasa duración (no llega a las dos horas de metraje) hace que la trama no pierda ritmo, teniendo un tramo final bastante bueno.
Quizá algo que me ha llamado la atención de Ant-Man and the Wasp es su ausencia de villano, bajo mi punto de vista. Quien cumple con el mayor número de requisitos para ser la rival de los protagonistas, Ghost, sinceramente no creo que sea una enemiga al uso, como sí lo fue el de la primera, que es el arquetipo de villano, bastante explotado dicho sea de paso. El personaje que interpreta Hannah John-Kamen es una persona moldeada por sus vivencias pasadas, que no pidió ser así y que estas circunstancias la conducen a cruzarse con los intereses de los protagonistas, lejos de motivaciones malignas o más típicas de un villano. Me recuerda mucho a lo que vimos en la segunda temporada de Jessica Jones, que para mí, también carecía de enemigo, y quien podía aproximarse más a esa etiqueta, también era alguien completamente dañado y destruido por lo que había vivido tiempo atrás. En el caso de la serie, para mí le restó puntos, pero aquí creo que todos los elementos que integran el universo de Ant Man, junto a la irrupción de The Wasp, compensan la carencia de rival para los héroes de la cinta.
Y creo que lo mejor de la película es La Avispa. La cinta inicial nos presentó a Scott, a su familia, sus motivaciones, cómo obtuvo el traje de Ant Man y el resto de cosas que nos introdujeron hace tres años, siendo una de ellas la propia Hope. Pero claro, el personaje de Evangeline Lilly quedaba en un rol más secundario, acompañando al protagonista a convertirse en un héroe, o lo más cercano a ello. Sin embargo, la que roba toda la atención esta vez es ella, como podemos ver desde el minuto en que la actriz aparece en pantalla. La trama gira en torno a su familia, y la actriz cumple en este papel más relevante con respecto a su debut años atrás. Creo que es positivo que Marvel continúe promocionando a las heroínas femeninas, precisamente en esta época de empoderamiento de la mujer, y La Avispa de esta cinta creo que es otro ejemplo de superheroína que puede dar que hablar en el futuro de la compañía.
Hay dos escenas post créditos: la primera fundamental, la segunda totalmente prescindible; no os diré qué hacer con respecto a la última, puesto que sois libres de aprovechar vuestro tiempo y dinero como cada uno quiera, pero la que realmente importa es la que aparece justo después de los créditos iniciales.
Como conclusión, la secuela de Ant-Man mejora lo visto en su cinta original, pero queda lejos de lo mejor de la factoría. Como blockbuster veraniego cumple sobradamente, pero no pasará a la historia de Marvel; simplemente es entretenida, expande la historia de otro de los héroes de la factoría, e incorpora algún que otro elemento que quién sabe si será explotado en el futuro (sí, hablo del mundo cuántico).