Los elegidos de este mes de mayo no son desconocidos por estos lares. Elisabeth Moss (de la que nos hablará Daniel) ya venció el año pasado hasta en dos ocasiones el título de Spammer del Mes, y era cuestión de tiempo que apareciera de nuevo este año por su papel en The Handmaid’s Tale. Matthew Rhys (del que nos hablará María) se ha despedido el pasado mes de mayo de la que ha sido su serie los últimos seis años, The Americans, realizando un papel sobresaliente, y encima ya fue seleccionado como el Spammer del Mes de abril, por lo que obtiene doblete en su año de despedida. Nuestros redactores os dan su opinión sobre ambos.

Elisabeth Moss

A nadie le debería sorprender que Elisabeth Moss se proclame ganadora en encuestas como las que realizamos mensualmente en nuestro Twitter para que seleccionéis a las mejores actrices de cada mes, entre las candidatas propuestas por el staff de esta casa. La intérprete que ya brilló en Mad Men en su momento, y destacó por encima del resto el año pasado en la entrega de estreno de la ficción de Hulu, continúa ofreciéndonos un nivel de actuación sobresaliente, y sin duda optará a todas los galardones habidos y por haber en los próximos meses, porque lo merece.

La segunda temporada de The Handmaid’s Tale ha desarrollado todavía más la historia que contó Margaret Atwood, dado que ya sobrepasó la novela y ahora va por su propio camino. No obstante, al contrario que otras ficciones, ha superado lo visto en su primera temporada y nos está deleitando con un sufrimiento constante cada semana, con Moss como epicentro de la acción, haciendo frente a Gilead y todas las diferentes torturas mentales, psicológicas y abusivas que podemos ver, y todo ello va calando en una June que hace lo posible por mantenerse a flote para seguir viva y tratar de sobrevivir en todo este caos que es esa dictadura. Es difícil destacar un solo momento o un capitulo que esté por encima del resto en la actuación de la protagonista, porque todas las semanas tenemos un despliegue de medios que hace que si pensabas que habías visto su cénit interpretativo en un episodio, te acabas equivocando en el siguiente, porque lo iguala o incluso lo supera.

The Handmaid’s Tale ha crecido en torno a la figura de June, con un abanico de personajes que hemos ido conociendo más y más y que, interactuando con ella, han crecido de igual manera. Quizá el mayor ejemplo de esto sería el papelón que está haciendo Yvonne Strahovski, cuyo crecimiento ha sido una de las mejores noticias de esta temporada. Moss brilla, y es muy probable que termine recibiendo algún galardón por ello, pero también hace que el resto mejor sus prestaciones, y eso es algo muy difícil de encontrar en una ficción; además de lo genial que están construyendo esta temporada, todo sea dicho.

Matthew Rhys

Se acabó The Americans, y en START vimos la escena que Philip necesitaba para despedirse de la serie como el grandísimo personaje que ha sido. La conversación que mantiene con Stan en el aparcamiento, donde abre su corazón y se sincera (salvo porque no admite ser un asesino y suaviza su papel para el gobierno ruso) es una maravilla. Es sensacional verlo mentir, hasta que llegado un punto decide dejar de hacerlo. Simplemente le da a Stan un poco de dignidad, le hace partícipe de parte de su vida para que deje de sentirse engañado. También es magnífico el momento en el que ve a su hija quedarse en la estación o el instante, casi al final, en el que mira a Rusia… un país que no conoce y que, durante los años que ha pasado fuera, ha cambiado casi tanto como ha cambiado él.

Lo hemos visto tomar decisiones que lo han ido transformando, de hecho la evolución de Elizabeth es mucho menor a la de su esposo, que conforme avanza la serie va convirtiéndose en un hombre distinto. En el arco final de la serie era un hombre cansado del trabajo que se veía obligado a realizar por su patria, pero a la vez un tipo fuerte, decidido y con un carácter que lo hace capaz de abordar cualquier situación con aceptable éxito.

Creo que Phil no es el elemento más importante de The Americans, siempre he sentido una especial simpatía por su hija, admiración por su mejor amigo, curiosidad y fascinación por su esposa y un cariño inexplicable por su falsa esposa Martha. Pero todos la serie no hubiera sido la maravilla que ha resultado ser sin la magistral intervención de Matthew Rhys en el magnífico personaje de Philip Jennings, un tipo que pese a ser entrenado para no mostrar compasión siempre tuvo cierto extraño sentido de la ética y aunque últimamente lo hemos visto descuartizar cadáveres (y no por primera vez), siempre tendremos la sensación de que no era un mal tipo, después de todo no era tan mal tipo. Quizás por eso se vio sobrepasado por el trabajo o quizás sólo era un buen patriota a quien las cosas se le fueron de las manos.