Review The 100: Sleeping Giants
Después de un episodio en el que no supimos nada de Clarke y su hija adoptiva. Nada del grupo de protagonistas atrapados en una nave sin combustible. Nada de los nuevos personajes, gente desconocida que parece peligrosa y que acaba de aterrizar con ganas de pelea. Después de un episodio centrado en Octavia, tenemos otro centrado en todos los demás. Y todos se lucen.
Tras dos episodios colocando las tramas en sus escenarios y explicando someramente lo acontecido en estos seis años, tenemos otro capítulo excepcional, con reencuentros, ritmo y muchísima tensión. El episodio está repleto de angustia, funciona como un thiller de acción brillante con dos tramas diferenciadas: la nave Eligius y la resistencia de Clarke.
La dirección sobre un guión impecable no hace más que demostrar que La CW también puede hacer capitulazos. La quinta temporada de The 100 nos ha regalado tres capitulazos seguidos.
El episodio es rapidísimo, la temporada está siendo veloz. Los tres episodios vistos hasta el momento podrían haber servido para arcos argumentales mucho más extensos, pero la serie no quiere perder su ritmo habitual y resuelve todos los conflictos en un santiamén. Bellamy y su equipo tienen un dilema, quieren volver a la Tierra y … lo hacen. Clarke quiere librarse de los invasores, y coloca trampas, se enfrenta a ellos y en lugar de pasarnos varios capítulos en un tira y afloja, resolvemos la trama de Clarke, la presentamos a Charmaine y continuamos con la historia sin pararnos a tomar aliento. Los personajes buscan los medios para conseguir sus objetivos, los consiguen y los espectadores gastamos sólo unos minutos viendo una trama que podría haberse alargado media temporada. Pero es mejor así, funciona a la perfección así.
El protagonismo de los personajes está perfectamente repartido y aunque son Bellamy como líder y Clarke como psicópata como guerrera, quienes más destacan, lo cierto es que todos han tenido magníficos momentos para lucirse. Emori cuando abre su corazón a Echo, las dos extrañas en el grupo que ha compartido su vida durante estos seis años; Madi mientras ve el lado más siniestro de su madre. Y Murphy en su discusión con Monty, donde se muestra tan enfadado y herido como siempre o en el debate grupal sobre el destino de los reclusos. Quizás Murphy sea el único personaje que no ha evolucionado en este tiempo, pero es interesante verlo tal como siempre ha sido. También Charmaine Diyoza y Zeke Shaw han tenido su parcela de esplendor en el interrogatorio y enfrentamiento con Clarke.
Bellamy y Clarke se reúnen por fin, el chico baja del espacio para salvar a la chica. Realmente Clarke es mucho más Alfa que Bellamy, así que a The 100 le permitimos que por una vez el héroe salve a la heroína. Me encanta que este reencuentro haya llegado en el tercer episodio, es una muestra del ritmo con el que ha empezado la temporada. No perdemos el tiempo con los dos héroes buscándose entre si, sino que los reunimos rápido y continuamos la historia. Mientras tanto Diyoza (Ivana Milicevic) se perfila como una villana profunda y bien construida. Por ahora sabemos que es dura, pero se preocupa de su equipo. También parece honesta y por lo que nos dice huyó de un estado fascista. Claro que, por lo que vieron en los expedientes, la mayoría de los reclusos eran asesinos.
El plan de skykru es tener como rehenes a los presos del Eligius, gente peligrosa que se encuentra en estado de sueño criogénico debido a un motín que los alejó de la Tierra muchísimo tiempo atrás. Lo interesante aquí es que, como siempre, los personajes representan diversas posturas éticas ante los reclusos: Emori habla de una segunda oportunidad, pues ella la tuvo y la aprovechó; John habla de matarlos, pues así es Murphy: pragmático e insensible. Finalmente les encuentran utilidad a los presos, pero es magnífico ver como ante cualquier circunstancia invitan al espectador a tomar partido en una u otra postura.
Madi es testigo de la crueldad de Clarke y suena genial verle decirle a su madre que el enemigo quizás deba morir si esa es la forma de defender su hogar, pero manifiesta que no quiere verlo sufrir. Madi no conoce a la Clarke fría y curtida en mil batallas que conocemos nosotros. Nuestra Clarke no quiere hacer al tipo sufrir, simplemente no le importa que agonice lentamente si sirve a su propósito de atraer al resto de enemigos. Esta vez ella es la grounder y los que vienen del espacio son los skykru, los invasores, los otros. Los papeles se han invertido y al igual que Lincoln una vez estuvo prisionero de una gente que venían desde el cielo para arrebatarle su tierra, esta vez es Clarke quien se encuentra en esa posición.
La temporada continúa siendo alucinante y espero de corazón que el nivel se mantenga así. Mientras tanto, esperamos a ver como se las apañan los de Tierra para rescatar a los de bajo Tierra. Mientras que la pobre Raven y su obsesión por el sacrificio la ha llevado a tener como única compañía a 283 reclusos y a Murphy. Horrible para ella, pero muy entretenido para nosotros. Estoy deseando que pase la semana y saber más del destino de nuestros personajes.