Review Arrow: Life Sentence
No, Oliver no está homenajeando a Deadpool por su nueva película (cuya crítica tendremos muy pronto). Simplemente está haciendo algo que muchos podíamos esperar que hiciera, y he escogido esta captura para encabezar la última review de esta sexta temporada, sobre una Season Finale que lejos de ser el mejor episodio de esta entrega, ha cerrado un gran curso de la serie de The CW y se despide de nosotros hasta el próximo otoño. Veamos qué ha pasado en este último capítulo.
Era más que evidente. Cerramos el capítulo anterior con un Oliver contra las cuerdas tras varios asaltos contra Díaz, y casi sin recursos para hacer frente a una amenaza que le ha superado con creces este año. Su única salida era recurrir al viejo dicho de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, solo que este amigo le exigía su amistad pagando un precio, que ya la semana pasada especulé que podía ser un trato que proporcionara a los justicieros de Star City apoyo para acabar con Díaz, a cambio de que Oliver se entregara y reconociera que es Green Arrow, y así ha terminado siendo. No es que sea un genio (que no lo soy), simplemente tenía bastante lógica que la trama pudiera encaminarse hacia ahí, tras haber eludido la prisión Oliver en el 6×21 y verse ya en una misión imposible como era intentar detener a The Dragon él solo. Ya dije que no veía descabellado un final de temporada con Oliver entregándose y revelando públicamente que era el arquero de Star City, y realmente firmo este final. Era el resultado más lógico si observamos con atención todo lo acontecido este año, y me hubiese parecido demasiado bonito que se hubiera ido de rositas con todo lo que le ha pasado a él y los suyos en esta sexta temporada, que casi desde el minuto 1 han tenido al FBI pisándole los talones, el impeachment, y todo el caos provocado primero por Cayden James y luego por Ricardo Díaz. Un cierre de temporada con Oliver pagando un precio de una forma u otra era lo más normal y lo más coherente, y me alegro de que hayan optado por esa vía en lugar de encontrar una salida rocambolesca.
Si alguno no había pensado en la posibilidad de que Oliver pudiera terminar entre rejas tras acordarlo con la agente Watson, la serie nos ha ido proporcionando pequeñas raciones de pistas en forma de disculpas con unos personajes y con otros. Primero con Dig, luego con René y para terminar con Dinah. Todos ellos han chocado de frente con nuestro protagonista durante esta temporada, y aunque es un recurso descarado para avisar al espectador de que iba a pasar algo con Oliver, me alegro de que hayan hecho las paces. Creo que lo comenté en una review anterior, que la ayuda mutua que se estaban prestando en los episodios finales no dejaba de lado las rencillas entre ellos, y que lo más normal en el caso de que se volviera a unificar el Team Arrow era que sucediera ya en la séptima temporada. Estas disculpas son el primer paso para que volvamos a ver a un solo equipo de justicieros en la ciudad la próxima temporada, aunque nunca se sabe; puede que cada uno continúe por su camino, pero eso ya es un tema para otro día.
La que sí se había leído el guion era Felicity, que ha ido observando cómo su marido iba haciendo las paces con aquellos a los que había agraviado de una forma u otra durante este año, y empezaba a olerse algo. El drama ahora para Felicity y para William es que tras la revelación de que Oliver Queen es Green Arrow, se abre la veda para que cualquier criminal o futuro villano que quiera herir a nuestro protagonista, tenga un objetivo claro para hacerlo, que es su familia. El pobre muchacho ha pasado en un año de vivir tranquilo con su madre en Central City a ser la diana de todos los enemigos que quieran ir a por Oliver próximamente, y a que su única cuidadora sea Felicity, que también se verá superada por las circunstancias casi con total seguridad. Con un dilema semejante se enfrentó este curso Barry Allen en The Flash, decirle al mundo que era el velocista escarlata, pero él decidió pagar el precio de no decirlo, que curiosamente es el mismo que pagará Oliver por revelarlo: ir a prisión. Este final que nos trae esta revelación nos permitirá explorar otros aspectos de cara al futuro de la serie, ya que no es lo mismo que una ciudad acepte o no a un justiciero enmascarado, que saber que ese héroe anónimo que les ha salvado una y otra vez era una de las figuras más relevantes de Star City, de la misma forma que ahora todos los villanos saben exactamente quién es su enemigo y pueden explotar sus debilidades. Es un final de lo más interesante y que estoy deseando ver cómo desarrollan en la próxima temporada.
Entre las conversaciones que ha mantenido Oliver en este episodio, ha habido otra que no era para enmendar errores pasados, sino que directamente ha servido para empezar a despedir a un personaje. Como conté en el 6×21 con la aparición estelar del falso Tommy Merlyn, si estáis metidos en el mundillo de las noticias seriéfilas, o simplemente seguís a los actores y actrices por sus redes sociales, es fácil que os enteréis de cosas que a veces no querríais saber hasta el momento adecuado para ser reveladas. Y si encima escribís en un blog como es este desde el que os hablo, y os documentáis para hablar de los Upfronts del año que viene, y os percatáis de que uno de los miembros del reparto de Arrow ha firmado para ser uno de los personajes principales en una nueva serie en otra cadena de cara a la próxima temporada, pues como que la sorpresa se va un poco al garete, y si le sumáis ver una publicación suya en redes despidiéndose tras seis años en la serie, factor sorpresa 0. Quentin Lance se despide de Arrow de una forma bastante lógica, protegiendo a su hija. Vale, no es su hija per se, pero decidme que si estuvierais en el lugar de Quentin no habríais hecho lo mismo. Estaba cantando que no iba a permitir que otra Laurel Lance muriera sin que él pudiera evitarlo, así que es bastante lógico que recibiera la bala por ella. Lo que quizá me ha parecido algo forzado ha sido el cómo ha terminado muriendo, en mitad de una operación y con la doctora anunciándolo al resto del grupo. Está claro que eso nos ha permitido una última conversación entre él y Oliver, lagrimita incluida de nuestro protagonista (de nuevo un recurso para que os dierais cuenta de que iba a ir mal la cosa), pero al menos por mi parte, me conformaba con la conversación mantenida por ambos a comienzo del episodio. Sea como fuere, Quentin ya es historia en la serie y al contrario que muchos otros personajes, dudo que le volvamos a ver. Por cierto, bonito detalle traerse a Sara para esta Season Finale y que se pueda despedir de su padre. Lo bueno de tener un universo compartido es, entre otras cosas, poder recurrir a cosas como estas y permitir la participación de personajes de otras series. Tampoco me olvido de la reunión de las hermanas Lance, que obviamente para Laurel no supone nada pero solo con ver la expresión en el rostro de Sara es más que suficiente para darse cuenta de lo que supone para la protagonista de Legends of Tomorrow. Punto positivo para los responsables de la serie una vez más, sí señor.
El que ha tenido un final, “feliz” por así decirlo, ha sido Ricardo Díaz, ya que a pesar de la ayuda del FBI al Team Arrow y de su lucha mano a mano con Oliver, ha logrado escabullirse y todavía anda suelto. No es el primer villano de la serie que termina la temporada librándose. De hecho, si no estoy equivocado, llevábamos tres temporadas consecutivas viendo a los enemigos de Oliver caer de una forma u otra, ya que en las dos primeras temporadas Malcolm Merlyn y Slade Wilson habían salido con vida de sus duelos con Oliver. Ra’s al Ghul, Damien Darhk y Prometheus terminaron muertos, y quizá esperaba lo mismo con Díaz, o al menos verle en prisión. Pero tenía Laurel que entrometerse cuando Oliver lo tenía ya acorralado… Que el villano quede libre de cara a la próxima temporada supone que tiene bastantes papeletas para regresar a Star City a acabar lo que empezó, aunque ya sin la infraestructura criminal que ha tenido en esta entrega. Dudo seriamente que vuelva a ser el villano principal, como mucho colaborará con el futuro enemigo (o enemiga, quién sabe) que tenga Star City a partir del próximo octubre. O puede incluso que no vuelva a salir, pero habiéndole dejado libre, dudo que no quieran utilizar ese recurso.
En cuanto al balance de la temporada, creo que esta sexta temporada ha vuelto a dejar el listón muy alto, aunque quizá la quinta esté por encima, simplemente por el hecho de que Prometheus fue un villano muy competente y en su conjunto, superó lo que hemos visto este año con Cayden James y Ricardo Díaz, siendo James bastante más interesante y superior a Díaz, que pese a poner contra las cuerdas a Oliver y compañía, era fundamentalmente un matón; también ayuda a la hora de valorar haber tenido a Michael Emerson en el papel del hacker, lo que le hace ganar puntos sobre Díaz. Otra de las cosas que destacaría de este curso son las brechas que hemos tenido durante este curso, primero entre el Team Arrow original y los nuevos miembros, y luego entre Oliver y Dig. La presión realizada por los villanos de este año acabó produciendo las rencillas que finalmente derivaron en las diferentes separaciones, pero lo que en otras series podría haber supuesto una simple riña y en un par de capítulos que se hubiera solucionado, aquí decidieron ahondar más en el conflicto y abrir todavía más brecha entre las relaciones de los protagonistas, abriendo un escenario que ha recordado horrores a los inicios de la serie, cuando era Oliver contra el mundo y que yo he agradecido. No hace mucho que me quejaba de que Arrow se hubiese ido al garete de la forma en la que se fue, tomando decisiones propias de fanfics o producciones de medio pelo, y ver cómo han escogido el camino difícil este curso me ha dado una alegría increíble. Hemos tenido por segunda temporada consecutiva un nivel muy superior a lo visto en la tercera y cuarta temporada, el punto más flojo de toda su trayectoria, así que es motivo para estar contentos de lo que nos ha ofrecido Arrow este curso. Es más, solo Supergirl le puede arrebatar el honor de ser la serie del Arrowverse más en forma de esta temporada ya que, in my opinion, Legends of Tomorrow y The Flash han estado un escalón por debajo de estas dos, y la serie de Kara Danvers tiene varias semanas más por delante para cerrar una tercera temporada que está siendo la mejor desde sus inicios, veremos si suficiente para superar lo visto en Arrow con su sexta entrega.
Yo me despido hasta el próximo otoño, momento en el que retomaremos en Casa Spammer las reviews de Arrow. Ha sido un placer escribir sobre esta serie otra temporada más, y salvo cambio drástico, aquí me tendréis para afrontar la séptima entrega de la ficción, que espero que iguale lo visto en estos dos últimos cursos. Hasta la próxima.