Crítica: Deadpool 2
Deadpool supuso toda una sorpresa hace dos años cuando se estrenó regalándonos a los espectadores una película distinta a lo habitual dentro de un género saturado en los últimos años, por lo que había a la par unas expectativas bastante altas y algo de miedo a que quemara el buen hacer de su primera entrega con estas secuela. Ayer se estrenó en España y ya la hemos podido ver. ¿Habrá cumplido o reafirmará el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”?.
“Más Grande, Más Dura” reza en castellano el eslogan de la película y precisamente eso es lo que da, una secuela que busca superar en todo a su predecesora y ¿se podría decir que lo logra? Yo creo que sí, aunque es cierto que pierde el factor sorpresa, busca darle más consistencia dotándola de un argumento algo más elaborado que el de la primera entrega y ponerlo al servicio de la comedia.
En cuanto al humor, mantiene la esencia que la hizo triunfar y para mi sorpresa, cuenta con algunos gags más trabajados (la escena de los paracaídas es sencillamente brillante), dejándome la sensación que de verdad han querido mejorar lo que mostraron en la primera película en lugar de intentar repetir la misma fórmula una y otra vez como hemos visto otras veces. Con Deadpool 2 nos encontramos al final una versión mejorada, y mucho más ambiciosa.
Los personajes nuevos cumplen con creces, siendo en esta ocasión más un elemento narrativo que simples comparsas para que Wade haga sus gracietas. Puedo aceptar que tanto Cable como Domino no tienen grandes evoluciones, pero tampoco es algo que uno vaya esperando en esta película, me parece justo alabar que haya evolucionado en elementos en los que no me los esperaba, pero machacarla por algo que no le pedía sería absurdo. Todas las incorporaciones aportan su granito de arena y consiguen completar bastante bien el hueco que deja no tener un villano per se en esta clase de films.
No quería terminar la crítica sin hablar de sus post-créditos, los cuales me parecen las más brillantes que ha visto el cine de los superhéroes desde que se pusieron de moda. Son dos escenas, vienen casi de seguido y son brillantes; si no habéis visto todavía Deadpool 2 ni se os ocurra salir de la sala antes de que salgan.
En resumen, nunca un eslogan le había sentado tan bien a una película. Deadpool 2 refina la fórmula del éxito de su predecesora y la lleva a otro nivel mejorando mucho toda su trama. Respondiendo la pregunta de la entradilla: no las ha cumplido, las ha superado.