Review Arrow: Shifting Allegiances
Hemos asistido al último episodio de este mes de abril, lo que implica que tan solo faltan tres para concluir esta sexta temporada. Ha sido un buen mes, a pesar de que el capítulo anterior parezca sacado de contexto y realmente se centre en un señor que tampoco es que nos interesa demasiado (quizá en otro punto de la temporada hubiese cuadrado mejor), no ha manchado la buena trayectoria de este curso y nos abre un escenario para su recta final bastante interesante.
Fue Oliver el protagonista del 6×18, Ricardo Díaz el del 6×19, y en este 6×20 hemos tenido a nuestro héroe en un rol casi secundario (con más presencia que la semana anterior, eso sí) y poniendo el foco de atención en los antiguos compañeros de su equipo, coincidiendo con el regreso a la ficción de René, ya recuperado tras la trifulca con el antiguo Team Arrow hace casi dos meses ya. No es que me emocione su vuelta, pero ya me parecía raro que se tirara tanto tiempo sin hacer acto de presencia. Su reincorporación al… para ser sincero, no sé cómo llamar a estos tres. Nuevo Team Arrow me resulta ofensivo, porque no hay Arrow ahí… bueno, para abreviar y no tener que mencionarles uno a uno, usaré siglas: CDR… ups, mejor no. Quizá DCR. Mejor así. Bueno, pues el DCR está dispuesto a seguir con su misión paralela de detener a Ricardo Díaz, y hoy ha contado con la ayuda de John y los recursos que le proporciona ARGUS.
Ha sido algo chocante ver a prácticamente todos los integrantes del anterior Team Arrow sin Oliver, pero ya en su momento comenté que prefería ver a nuestro héroe solo que con un grupo que no confía en él, ni él en ellos. No obstante, también me llama la atención lo rápido que le han perdonado a John, cuando él y Felicity fueron a visitar a René al hospital y por poco les pegan. Ha pasado un tiempo, sí, pero me ha sorprendido lo fácil que perdonan a Diggle, solo con una disculpa por su participación en lo ocurrido. Quisiera ver en el futuro si son tan propensos a perdonar a Oliver si llega a decir que lo siente, aunque también dije en su día que comprendía sus motivos para hacer lo que hizo con respecto a DCR, y lo mantengo. Oliver no podía ir a las misiones sin confiar en los que tenía alrededor.
La operación conjunta entre DCR y ARGUS es todo un éxito, ya que impiden que un cargamento de armas llegue a las calles, y así consiguen una victoria para el lado de los buenos, fastidiando a Díaz en el proceso. Algo que considero un punto a favor ha sido que han puesto la mirada en la dificultad de René para volver a participar en misiones tras lo ocurrido. Salvo Oliver, el resto de integrantes del equipo son seres humanos normales, y después de sufrir lo que ha sufrido René, es normal que se muestre dubitativo sobre si volver a la acción o no, sobre todo siendo padre de una niña que solo le tiene a él. Es el mismo caso que Oliver o John, pero ambos son expertos en lo que hacen y, aunque tienen sus respectivos hijos, ya tienen mucha experiencia en esto y saben separar los diferentes frentes que tienen en sus vidas.
Por otro lado y de forma menos relevante, tenemos la sub trama de Quentin y Laurel, que sigue encaminando la posible redención del personaje de Katie Cassidy de cara al final de temporada, porque si la semana pasada veíamos cómo reaccionaba ante las diferentes decisiones que tomaba Ricardo Díaz durante el episodio, hoy hemos tenido la confirmación directa de que permanece a su lado por puro temor más que por devoción, lo que indica que más pronto que tarde tendremos el cambio de bando, de una forma u otra. Ya lo he analizado anteriormente, y me sigue pareciendo innecesario el querer redimir a todos los villanos. A veces está bien ser villano, y si lo saben llevar correctamente puede quedarles un personaje estupendo, pero casi por defecto, todos los años entre las diferentes series del Arrowverse, tenemos alguna redención. Mira, no hace falta. Black Siren se nos introdujo como una enemiga, y lo ha sido durante estas temporadas; este viaje interior hacia una pseudo Laurel de Tierra-1 sobra.
Y bueno, a Oliver le hemos tenido algo machacado hoy, ya que se ha chupado un viaje a Moscú (ha vuelto Kapiushon) para tratar de llegar hasta Anatoly, ha vuelto a Star City y solo le han llovido palos de un lado y de otro. He aquí otro ejemplo de villano que parece que pueda cambiar de parecer en breves, aunque, a diferencia de Black Siren, aquí compro esa dudosa lealtad de Anatoly hacia Díaz, más que nada porque hemos tenido algo que con Black Siren no: años de escenas entre él y Oliver trabando amistad, siendo como un mentor para nuestro héroe, y ayudándose mutuamente cuando la situación lo requería. Pese a volverse contra Oliver tiempo atrás, sí que entendería que finalmente le echara una mano, tal y como ha querido hacer hoy, por todo ese trasfondo que comparten ambos personajes; lo de Laurel no tiene esa base y, por lo tanto, queda peor. Anatoly ha sido un medio para un fin, llegar a Díaz, lo único que quizá no ha acabado saliendo como Oliver pretendía, ya que este villano no tiene honor alguno, y ha terminado jugándosela a nuestro protagonista, puñalada trapera incluida. Lo que no he visto venir ha sido el final, no siendo Díaz directamente quien quiera acabar con Oliver, sino la opinión pública y, por supuesto, un sistema judicial corrupto y completamente controlado por él; tal vez no directamente, pero indirectamente sí que va camino de exponerle como Green Arrow y joderle la vida a base de bien. Mal asunto.
No ha sido el mejor episodio, pero sí recupera un poco el nivel que no tuvo su predecesor, y nos encamina hacia un final de temporada crítico para Oliver como pocos le recuerdo. Nos leemos la próxima semana, ya en mayo.