Review Legends of Tomorrow: No Country for Old Dads
No sé si soy yo, o alguno de vosotros también tiene esa sensación, pero me está decepcionando ligeramente este tramo de temporada de Legends of Tomorrow. Sí, están haciendo lo que saben hacer tan bien, pero tal vez el problema sea que inevitablemente, estoy comparando los últimos segundos tramos emitidos a partir de enero, es decir, el del año pasado tras el parón navideño, y el de este año, y eso hace que esta temporada salga perdiendo.
Seamos claros. Creo que nadie esperaba que tras habernos ofrecido el año pasado un equipo de villanos como la Legion of Doom, con Damien Darhk, Reverse Flash, Malcolm Merlyn y una versión malvada del Captain Cold, esta temporada los iban a superar con el nuevo equipo; era imposible, y el paso del tiempo confirma mis temores. Si nos paramos a analizar, tenemos de nuevo a Darhk padre, y como nuevos fichajes están Kuasa, que habla poco y no me transmite demasiado carisma (además de que van camino de redimirla); la hija de Darhk, Nora, que si daba la sensación de que podría ser una villana más al uso y con potencial, ahora resulta que también tiene un corazoncito; y por último está Grodd, que me parece un buen personaje, pero que le hemos visto dos ratos: en su capítulo de introducción a la serie y hoy en los últimos minutos. Y por supuesto, el gran villano Mallus, que ha salido dos ratos mal contados también, y que solo hemos oído, no le hemos visto en carne y hueso. ¿Con todo esto qué quiero decir? Normalmente, en todo este género de los superhéroes, se engrandece la figura del héroe de turno cuando tiene un villano a la par, o incluso más carismático que él o ella. Este año el Team Mallus no está a la altura del Team Legends (ni por supuesto a la altura de la Legion of Doom), que encima se ha visto perjudicado por bajas como Firestorm. En general, hemos salido todos perdiendo, sobre todo si recordamos el año anterior.
Tras esta reflexión, retomemos el hilo principal. Ray fue secuestrado por los Darhk en el pasado episodio, básicamente por ser un buenazo y querer subsanar una acción que él consideraba que era mala. Los Darhk buscan aprovecharse de su captura para reconstruir el tótem de fuego, que robó si recordáis Damien también en el capítulo anterior. Para hacerlo, ATOM les dice que o bien recrean un nuevo Big Bang, o recurren a la fusión fría, que nunca llegó a inventarse. Y es aquí cuando comienza el viaje a la Berlín de los años 60, en la que nos encontramos una versión rejuvenecida de papá Darhk, con una peluca que recuerda a la película a la que hace referencia el título de este episodio (horrorosa, por cierto). Ray y Nora viajan atrás en el tiempo para recuperar al científico responsable de tal hito, al que Damien asesinó, pero terminan por quedarse atrapados en esa época, con todos los problemas que ello conlleva.
Todo el tramo de Berlín está enfocado en una sola cosa: Ray tratando de encontrar el lado bueno de Nora, tratando de llegar a ella para hacerle ver que es lo suficientemente buena y que si su padre piensa que no está a la altura, se equivoca. En resumen: humanizar al villano, otra vez. Sinceramente, tras todo lo que hemos vivido aquellos que vemos todas las series del Arrowverse con Damien Darhk, tratar de humanizarle ahora me parece una tomadura de pelo. Está claro que su faceta de padre la habíamos visto brevemente en la cuarta temporada de Arrow, cuando Nora era tan solo una niña, pero entonces no hubo margen para buscar un acercamiento entre él y Oliver, y darle un enfoque distinto, porque era el enemigo de esa entrega y no había más que hablar. Podías darle el trasfondo que quisieras, pero era el rival a batir por Green Arrow y no era necesario nada más. Llenar un capítulo con los problemas paterno filiales de un par de psicópatas como son los Darhk, para buscar un mínimo de complicidad entre ellos y el espectador considero que es tomarnos el pelo. Colaría si fuera la primera vez que vemos a Damien en la serie, pero incluso aquellos que ven solo Legends of Tomorrow y no habían visto en su momento Arrow, saben que él es capaz de todo con tal de completar sus planes, y si tiene que matar a todo el Team Legends lo hará; tratar de vendernos que él quiere ser un buen padre para Nora sobra. Además, sobre ella creo que ya me pronuncié en otra review, pero remarco la idea: tal vez la única posibilidad de que tomara un camino distinto fue antes de que su padre la entregara a Mallus; ahora, tal y como se ve en la última escena, está demasiado inmersa en el lado oscuro como para pensar que una vuelta al buen camino es posible. Ah, y por favor, no tratéis de meter una trama sentimental entre ella y Ray; no viene a cuento.
Lo más relevante de la trama en Berlín está al final: Ray logra los planos de la fusión fría y Nora activa el tótem de Amaya, por lo que ese tótem ya ha perdido utilidad para el Team Legends y ahora está del lado de la oscuridad, tal y como vemos en el viaje espiritual que realizan la anterior portadora del tótem y Zari. Ambas se embarcan en una búsqueda en el mundo entre mundos como lo llaman para localizar a Ray y el tótem, y gracias a eso tenemos otra pieza de información valiosa: los anacronismos provocan que el tejido del tiempo vaya rompiéndose, y Mallus poco a poco vaya ganando terreno y esté más cerca del mundo de los vivos. Como decía al comienzo de la review, Legends me sigue gustando, porque en un episodio centrado en cuestiones que no creo que importen demasiado al espectador (problemas familiares de los Darhk), son capaces de avanzar en la trama principal, aunque sea poco a poco, algo que no todas las series hacen bien. Además, algo que consigue el Team Legends es el tótem de fuego, gracias a Wally. Tanto él como Rip llegan a la Waverider y el chaval salva finalmente a Ray y de paso se lleva el tótem que custodiaba Damien Darhk, así que se anota un tanto y casi diría que le vale su ingreso en el equipo. Supongo que a partir de la semana que viene veremos más a Wally, ya como miembro oficial del grupo.
Esta temporada tenía la difícil tarea de estar a la altura de su precedesora. Tras una primera mitad similar a la que vimos el año anterior, este tramo actual no está teniendo el nivel que tuvo el último tramo de segunda temporada. No obstante, quedan por delante cinco episodios que podrían mejorar lo visto hasta el momento, o dejar la valoración final de la temporada en una nota inferior a la anterior. Aún así, aunque acabe siendo una entrega peor, en sus manos está el hacer de esta recta final una experiencia entretenida y con sorpresas, y no una acumulación de errores que propicien que nos acordemos más de eso con el paso del tiempo que no de las cosas buenas. Nos leemos la semana que viene.