Segundo capítulo de 2018 y segundo de enero, y que deja buenas sensaciones sin necesidad de hacer alarde de una gran trama, sino tan solo con mantener la línea que lleva la temporada. Quizá otros años este We Fall habría deslucido un poco en comparación con el global, pero este año están teniendo una buena continuidad y conformando una buena sexta entrega. Vamos a ver qué ha pasado esta semana.

Hay mañanas en las que no te levantarías de la cama, ¿tengo razón o no? Seguramente hayan pensado eso todos los personajes que se han visto afectados por el nuevo ataque de Cayden James a Star City, que mediante un hackeo masivo a la red de infraestructuras de la ciudad, ha generado más víctimas que si hubiera lanzado una bomba. Con un solo golpe, el villano de la temporada debilita la seguridad de la urbe y pone en jaque nuevamente a Oliver, que se ve obligado a moverse contrarreloj si quiere evitar una mayor catástrofe.

En este episodio tenemos por fin el momento que todos veíamos venir, pero que muchos no estábamos seguros de si lo alargarían más o lo dirían más pronto que tarde; me refiero a que William supiera que Oliver ha estado poniéndose el traje de Green Arrow durante un tiempo a sus espaldas, a pesar de la promesa que le había hecho. Era esperable que el muchacho se enterara, y prefiero que haya sido ya, a que la revelación hubiera tenido lugar más adelante, cuando la trama coja más ritmo o estén tratando temas más importantes. También esperaba las reacciones del episodio, primero con William sorprendido y luego aceptando que su padre tiene una misión importante que cumplir, no solo como el alcalde de Star City sino también como el justiciero de la ciudad. Me ha gustado la charla con Felicity, que además ha servido para recordar a Laurel de pasada y encauzar la decisión final de William. El uso de Felicity esta temporada también me está convenciendo bastante. Ya me gustó la pasada entrega pero temía que al volver a juntarles volvieran a cometer los errores del pasado, pero por el momento lo están llevando muy bien.

Quizá lo más importante del episodio ha recaído en el equipo B, o The Outsiders como dicen ellos, o como queráis llamarles. El grupo formado por Dinah, Curtis y René han acabado siendo fundamentales para salvar la situación (momentáneamente) gracias a información procedente de Vincent Sobel, alias Vigilante, que resulta que está infiltrado en la organización de Cayden James y pretende actuar como agente doble, colaborando con el equipo B pasándoles información del grupo criminal. No solo les da el chivatazo de que en una vía del metro de Star City van a colisionar dos de los trenes, sino que al final acaba salvando a René de ser asesinado por Boots, matándolo él mismo y ganándose su confianza, especialmente la de Dinah que era la más reticente del grupo a aceptar la ayuda de su ex. Todo parece indicar que ahora Vigilante les va a echar una mano y es un agente infiltrado en esa organización, pero a mí me queda un resquicio de duda sobre si de verdad está de su lado, o es una estratagema y se la está jugando y es realmente leal a Cayden James. Supongo que para eso también lo habrán revelado ahora, para hacer pensar al espectador sobre las lealtades de Sobel… o quizá no y le doy demasiado crédito al espectador medio de Arrow.

Sobre la rivalidad Oliver-Cayden, hoy hemos vuelto a tener un tira y afloja con el villano, dejando claro en cada escena que con pocos minutos en pantalla se come a Oliver y a Stephen Amell y no necesita pensar mucho en lo que está haciendo; con repasar la lista de la compra ya le pegaría un repaso importante. Adoración a Michael Emerson aparte, ha tocado el chantaje habitual, el de “o cumples lo que digo, o las cosas se van a poner muy feas” y, cómo no, Oliver ha tenido que soltar la manida frase de “no negociamos con terroristas“, aunque todos sabemos que al final, la mayor parte de las veces (salvo que seas Jack Bauer), acabas claudicando, como le ha tocado hacer a Oliver al final del episodio, transfiriéndole nada más y nada menos que 10 millones de dólares, y lo peor es que es el primer pago de muchos que pretende James, por lo que la situación se podría poner horriblemente fea para la alcaldía de Oliver en muy poco tiempo. No sé cuánto tiempo aguantará esta situación, pero James sigue demostrando que le tiene contra las cuerdas, y el Team Arrow lo tiene muy difícil este año para salir del atolladero. No obstante, hemos conocido también más información acerca de qué pasó con el hijo de James y por qué está obsesionado en acabar con Oliver. Resulta que supuestamente fue asesinado por Oliver el año pasado, obviamente inintencionadamente, pero eso parece darle igual a nuestro villano. El problema es que tal y como nos ha recordado Felicity poco después (menos mal porque yo no caía) nuestro protagonista no estaba ni siquiera en Star City, sino en Hub City reclutando a Dinah. Por lo tanto, toda la cruzada de Cayden, aparentemente, está basada en un error, y de subsanarlo podrían resolver todo este problema, aunque yo no las tengo todas conmigo, porque creo que aunque le presentaran pruebas irrefutables de que efectivamente Oliver no mató a su hijo, James creo que no está en una fase de atender a razones.

Las cosas no pintan nada bien para Oliver y tendremos que esperar otra semana más para ver cómo se van desarrollando los acontecimientos, y si Cayden James sigue teniendo contra las cuerdas a nuestros protagonistas como hasta el momento. Nos vemos la semana que viene con otra review de Arrow. ¡Adiós!