Camino a Infinity War: The Incredible Hulk (2008)
Con el Universo Cinemático Marvel recién en marcha, y aprovechando que habían recuperado los derechos, el gigante verde se convertiría en la segunda película de la Fase Uno tras Iron Man. Obviando todo lo pasado en aquel experimento dirigido por Ang Lee en 2003, se hace este reboot del personaje, aunque no desde cero, ya que nos saltamos la parte del origen, que es contada por encima durante los créditos iniciales de la película, y vamos directamente a un Bruce Banner a la fuga ante la persistente búsqueda por parte del General Ross, padre también de su interés romántico, Betty Ross.
Louis Leterrier se haría cargo de la dirección, francés experto en cine de acción, conocido por las dos primeras partes de la saga The Transporter. El renovado reparto lo formarían: Edward Norton como Bruce Banner/Hulk, Liv Tyler como Betty Ross, William Hurt como el general Thunderbolt Ross y Tim Roth como Emil Blonsky, comando británico de origen ruso. También tendríamos los pertinentes cameos de Stan Lee, Lou Ferrigno (el Hulk televisivo) y hasta del difunto Bill Bixby (el Banner televisivo) hace aparición de forma sutil; además también veríamos a Tony Stark (Robert Downey Jr.) como conexión a siguientes pelis, cosa que ya sería norma común como bien sabemos.
La historia comienza cinco años después del “nacimiento” de Hulk. Banner se esconde en una favela en Río (Brasil) mientras trabaja en una cura con un contacto de New York llamado Mr. Blue. Todo le va sin muchos problemas, salvo algún encontronazo con algunos lugareños, hasta que un accidente en la fábrica de bebidas donde trabaja contamina una botella y esta, al llegar precisamente a los EEUU (qué casualidad, vamos), alerta al ejercito de su paradero. El general Ross manda a su reciente fichaje, Blonsky, a la captura de Banner, y como era de esperar, tras una larga persecución, y tras unas casualidades muy casuales, vemos la primera aparición de Hulk que deja impresionado y anonadado, a partes iguales, al mismo Blonsky. Este primer acto es lo más salvable de la peli, ya que equilibra bien la narrativa de contarnos el día a día de Banner y te presenta una escena de acción coherente con lo que estamos viendo, lástima que luego todo se desmadre en un sinsentido.
Y es que, para equilibrar fuerzas, al general no se le ocurre otra cosa que probar el suero de supersoldado con Blonsky, cosa que al principio puede parecer razonable, pero es que la evolución del personaje roza lo ridículo, ya que todo está enfocado únicamente para que al final llegue a su transformación en Abominación, sin importar cómo, sólo para tener un enfrentamiento entre las dos bestias. Pero no adelantemos acontecimientos. Banner regresa a los EEUU e intenta recabar la información que necesita Mr. Blue para crear un suero para suprimir a Hulk, aunque intenta evitar a Betty, el destino piensa lo contrario y ese reencuentro se produce. Tras enterarse el general de que Banner ha vuelto le tiende una emboscada y ahí tendremos la segunda aparición de Hulk. La escena es totalmente absurda, un ataque frontal en medio de un campus universitario, sin tener en cuenta repercusiones. Blonsky dando saltos como si de un circo se tratara y acabando de forma tan ridícula haciéndole frente a Hulk, con trágico resultado para él.
El tercer acto tiene lugar en New York. Banner se reúne con Mr. Blue, prueban la supuesta cura con aparente éxito, llegan los soldados con Blonksy tras otro chute del suero que no le sirve para mucho ya que no hay enfrentamiento ninguno, y llegamos a lo que el guionista debió darle pocas vueltas y es que a Blonsky no se le ocurre otra cosa que pedirle “por las buenas” a Mr. Blue que le haga lo mismo que creó a Hulk, con lo que nos imaginamos qué va a pasar. Podrían haberse molestado en darle algo de motivación lógica a eso, pero cuando resulta que justamente antes han capturado a Banner, todo lo que pasa luego no tiene ni pies ni cabeza. La horrible construcción de dicho personaje sale a relucir. Al final, como mencioné antes, todo ha sido para poder ver como Hulk y Abominación se dan de hostias en pleno Harlem, y encima no acabe con él, sino que le perdona la vida gracias a la divina intervención de Betty. Eso sí, antes cuando lanzaba a soldados como si fueran cromos no se sobresaltaba tanto.
En fin, esta película forma parte de la Fase Uno únicamente por ser de Marvel y por su fecha de producción. Como bien sabemos, lo que veremos a partir de esta película acerca de este personaje dista mucho de lo visto aquí. Edward Norton se desvincularía luego del personaje yendo a caer en manos de un más conveniente Mark Ruffalo, y tanto Betty Ross como el resto de personajes pasarían al baúl de los recuerdos a la espera de que en alguna ocasión les dé por retomar en solitario a este personaje, cosa que hoy en día me parece harto difícil.