Crítica: Star Wars – Los Últimos Jedi
Desde que en diciembre de 2015 se abriera la lata y la nueva trilogía de Star Wars comenzara su andadura, hemos tenido una entrega de la saga cada año. El Despertar de la Fuerza inició una nueva historia, cronológicamente posterior a los acontecimientos del episodio VI, y el año pasado tuvimos Rogue One, el primer spin-off cinematográfico de la saga que dejó un gran sabor de boca en sus seguidores. Es por eso que Los Últimos Jedi tenía una doble tarea: mejorar lo visto en el capítulo inicial de la nueva trilogía, y ofrecer un entretenimiento a la altura de lo que pudimos disfrutar en la historia de Jyn Erso y compañía. Y bajo mi punto de vista, logra ambos.
Los eventos del film tienen lugar poco tiempo después del final del episodio VII, por lo que no hay salto temporal como tuvimos en las entregas de las precuelas (episodios I al III), o en alguna de las películas de la trilogía original (episodios IV a VI). Desde los primeros minutos, la acción es la principal característica de la cinta, que no escatima en efectos especiales y lo hace de maravilla. A partir de ahí, los focos de atención son los tres personajes que conocimos en la entrega anterior y que llevan el peso de la actual trilogía: Rey, Finn y Poe.
Quiero empezar por éste último. Poe Dameron en la anterior película tuvo un papel muy discreto y con intervenciones puntuales, y siempre como comparsa de Finn o de los acontecimientos globales. Me ha gustado el rol que ha tenido en The Last Jedi, la importancia que ha adquirido con el paso de los minutos y que le hayan dado más relevancia de la que tuvo anteriormente. La trama de Finn nos ha servido para introducir a un nuevo personaje, Rose Tico, y lo cierto es que esta parte quizá haya sido la que menos me ha gustado de la película. Finn me parece un buen personaje, pero toda su historia en esta cinta junto con Rose me ha dejado bastante frío y me sacaba en la mayor parte de ocasiones de lo importante, que para mí era Rey y lo que sucede alrededor de Poe. El personaje de ella me parece correcto sin más, y toda su subtrama creo que podría haberse resumido o se podrían haber dedicado menos minutos para contar lo que pasa con ellos. En cuanto a la protagonista, Rey, se ahonda más en sus poderes y sus escenas con Luke son lo más interesante de la primera parte de la película. De paso nos sirve para recuperar a un personaje tan emblemático como el hijo de Anakin, encarnado por un Mark Hamill que nos ofrece una faceta de Luke que quizá muchos no esperaban ver.
El otro punto negativo de la cinta creo que es Kylo Ren. Tras dos entregas, lamentablemente no consigo empatizar lo más mínimo con el villano de la nueva trilogía. Su personaje me carga bastante, su conflicto interno me importa más bien poco, y Adam Driver no logra en ningún momento transmitir las sensaciones que debería dejar un personaje tan relevante para esta fase de la saga. A lo largo de Star Wars hemos tenido villanos de lo más carismáticos, Darth Vader como el más icónico, y precisamente creo que esa es la gran losa de Kylo. Que sea descendiente de semejante personaje le lastra al ser el siguiente cronológicamente hablando opuesto al lado luminoso. Con esto no quiero decir que con Kylo Ren esperaba en algún momento que fuera un Darth Vader 2.0, eso es imposible; simplemente me hubiera gustado que tuviera una personalidad lo bastante destacada como para tener autonomía y que la sombra de su abuelo no pesara tanto sobre el muchacho. Y quizá otro actor hubiera hecho mejor trabajo interpretándole, pero para eso ya es tarde.
Sobre la duración, destacar que roza las dos horas y media, convirtiéndose en la entrega más larga de la saga galáctica, y para mí no se me han hecho pesadas, más bien diría que logra mantener un ritmo bastante bueno y que se pasen rápido. Sin embargo, si hubiesen omitido o reducido algunos tramos, probablemente este octavo episodio sería todavía más ágil. No obstante, creo que compensa con creces el último tramo de película, cuando el ritmo incrementa notablemente y apenas hay tiempo para el descanso, encadenando una escena intensa tras otra. Tal vez no sea tan genial como la parte final de Rogue One, pero no se queda muy atrás.
En cuanto a Leia y Luke, ya he dicho anteriormente que Skywalker nos deja probablemente junto con Rey alguno de los momentos más importantes de la parte inicial, pero sin duda en él recaen las grandes escenas de la película, al igual que en su hermana. Son dos de los personajes clásicos de la saga, dos de los personajes más emblemáticos, y el director Rian Johnson y el equipo de la cinta han sabido explotarlos a la perfección, siendo un añadido a la nueva historia que le proporciona un mejor sabor a todo lo que vemos en The Last Jedi. En la anterior entrega tuvimos a Han Solo durante casi la totalidad de la misma, mientras que Leia aparecía en momentos puntuales. Esta vez, ambos hermanos creo que se reparten los minutos en pantalla de forma bastante equitativa, y no me ha sobrado ningún momento con ellos.
El director de The Last Jedi es Rian Johnson y, bajo mi punto de vista, hace un mejor trabajo que JJ Abrams en el pasado episodio. Lo visto en esta entrega me hace comprender por qué Disney le ha encargado que sea el director y guionista de la próxima trilogía que veremos dentro de unos años. Johnson mejora lo ofrecido por Abrams en casi todos los aspectos, y nos ofrece un gran trabajo conformando una gran película de Star Wars, por lo tanto, mi confianza en lo que pueda hacer en próximas cintas es máxima.
No concluyo sin referirme a uno de los puntos que más dirigido va al merchandising, los porgs. Estas criaturitas que conocemos en este episodio han traído cola, ya que había tantos detractores como partidarios de esta nueva especie de la galaxia de Star Wars, y en esta última semana, raro era el tweet o la mención de la película que no fuera acompañado de un porg. Yo tenía miedo de que los sobreexplotaran y de que acapararan demasiada atención en el film, pero tras ver lo que aportan, me ha parecido un acierto su introducción, que sirve como alivio cómico a una cinta en la que no abunda, aunque sí en momentos puntuales.
Para finalizar, creo que The Last Jedi nos ofrece a los seguidores de la saga otra gran película y probablemente la mejor de este siglo junto con Rogue One. Bajo mi punto de vista, es de las mejores de Star Wars, aunque no me mojo otorgando una posición en concreto, eso lo dejo al gusto de cada uno. Es una cinta valiente, que toma decisiones que a mí me han sorprendido bastante, y que tiene un muy buen ritmo, y nos deja algunos de los momentos más destacados de las últimas películas de la saga galáctica, convirtiéndose en un excelente intermedio en esta trilogía.