Esta semana nos sorprenden desde la CW con un episodio bastante bueno, que tiene un tono muy propio para Halloween y que al más puro estilo de Stranger Things traslada la acción a la infancia de Ray, en 1988 y homenajea a varios clásicos de la época, girando fundamentalmente alrededor de E.T.

Me gusta cómo comienza el episodio, no soy particularmente fan de Ray dando una charla sobre camaradería, pero sí me gusta que sean capaces de asesinar a un niño pequeño.  Creo que es un acto de valentía cargarse al pequeño Ray, aunque creo que hubiera sido mejor mostrarlo en cámara, sobre todo porque la carga dolorosa es nula ya que todos sabíamos que Ray iba a estar vivo al final del episodio.

Ray se toma la perspectiva de su propia muerte con un exceso de felicidad y calma que resulta molesto. Su optimismo insufrible no pasa desapercibido a Zari, que de algún modo se convierte en los ojos del espectador dentro de la Waverider y planta un poco de realismo ante algunas locuras que los personajes aceptan como si fueran lógicas. Por ejemplo, descubrimos que Ray tenía un alienígena bajo la cama, cosa que nos lleva a pensar que si de pequeño tuvo algún tipo de encuentro en la tercera fase con un dominator, quizás debería recordarlo en su vida adulta, pero si algún espectador pensó que estábamos ante un fallo en la coherencia en el manejo de los viajes en el tiempo que hace la serie, es de nuevo Zari quien nos salva poniéndole palabras a las dudas legítimas que pasan por la cabeza de algún que otro espectador. Y así comprendemos que Ray nunca tuvo en alien bajo la cama, este dominator perdido en el tiempo es otra de las consecuencias derivadas de la metedura de pata de nuestro equipo al final de la segunda temporada. Parece que pasaremos toda la temporada o gran parte de ella luchando contra los anacronismos que nuestros propios personajes han provocado. No me parece mal, me resulta muy encantador ese toque de losers metepatas frente a la ultra inteligencia metódica e infalible de Rip Hunter.

Los momentos cómicos han agilizado la trama con mucho acierto, el punto de comedia en la serie no siempre es acertado, pero creo que en Phone Home han equilibrado el elemento cómico con otro puramente adorable representado por el bebé dominator, con la nostalgia de las mil referencias ochenteras, la acción propia de la serie y un punto dramático y profundo sobre la soledad que siente el pequeño Ray. Creo que entre los momentos dramáticos me quedo con Ray adulto matando los sueños del niño Ray, a quien intenta convencer para que hiera a Gumball, es muy emotivo descubrir que Ray adulto no es optimista porque la vida le haya sonreído siempre, sino porque construyó un carácter optimista para enfrentarse a la soledad y a la incomprensión del mundo. Me ha gustado mucho también ver a Zari usar sus poderes para rememorar la escena más famosa de E.T. y volar en bici con la luna de fondo. Como momento cómico me quedo con Nate sacrificándose por el equipo ofreciéndose distraer a la madre sexy de Ray, cortejo que termina saliéndole mal cuando se descubre a sí mismo besando a un dominator.

Al respecto de las referencias a los musicales, he de decir que estoy de acuerdo con Rory, El Violinista en el Tejado es uno de los mejores musicales que existen.

Me gusta Zari, al contrario que Nate o Amaya, la presentación de Zari está siendo elegante y bien llevada. Su función en este momento es algo parecido a las companions clásicas de Doctor Who, alguien que aporta la mirada de sorpresa necesaria y representa a la persona que vive la serie desde el sofá. Quizás aún no hayamos comprendido de forma clara el papel que juega la mujer en el equipo de Legends, quizás las dinámicas de personajes no se hayan explorado lo suficiente dentro de la trama de la serie, al fin y al cabo acabamos de conocerla, pero me gusta que a efectos externos a la narración, tenga una función tan clara y útil en una serie como ésta, donde no son pocas las veces en las que necesitamos que nos expliquen lo que estamos viendo y respondan a algunas preguntas. Evidentemente se pueden resolver muchas cuestiones sin plantear una pregunta de forma directa desde los labios de un personaje, pero es mucho más complicado a efectos de guión y quizás provoque una pérdida de tiempo que desvíe la atención del verdadero objeto de la narración. Sea como sea, en el desfile de personajes que viene y se van de Legends of Tomorrow, Zari me gusta cómo ha llegado y espero que su aportación siga siendo así de positiva.

Y si unos vienen, otros se van. El profesor Stein se ha perdido la infancia de su hija y no quiere que suceda lo mismo con su nieto, es quien menos a gusto está en la nave, de hecho ni siquiera quiso volver en primer lugar y aunque entiende que forma parte de un equipo, también tiene una vida construida lejos de allí, es el único que tiene lazos familiares sólidos y motivos de sobra para preferir estar en otro sitio. Creo que están preparando la salida de Victor Garber con muy buen gusto. Pero un Firestorm que no sea dual es muy aburrido y no se me ocurre quién puede ocupar el papel de Stein sin que resulte chocante.

Os esperamos la próxima semana y si os apetece, sentíos invitados a comentar bajo estás lineas.