¿Ha sido destronada la HBO?
Las casualidades en las grandes industrias no existen y la de la televisión no es una excepción. Mucho se habla en los últimos años de la aparición de las plataformas de streaming en el mundo de las series y cómo estas han empezado a copar año sí y año también la mayoría de las nominaciones, consiguiendo por el camino una gran cantidad de dichos premios. La victoria este pasado domingo de The Handmaid’s Tale es historia, la primera serie dramática de una plataforma online que consigue llevarse el Emmy a la mejor serie. Un paso que confirma el salto generacional que ha pegado la televisión tanto para el público cómo para la crítica ¿Pero dónde deja eso a que era las cadenas más tradicionales? ¿Qué pasa ahora con la HBO?
Sí, en España ha entrado fuerte con su servicio online, pero no debemos olvidar que ésta es en EEUU una cadena de cable premium de las de toda la vida, siendo considerada durante muchos años la más prestigiosa de ellas. “No es cine, es HBO” rezaba su eslogan a principio de la década pasada, donde la HBO se marcó algunas de las que hoy están consideradas dentro de la crítica como las mejores series de la historia; no es raro encontrarse a The Wire, The Sopranos, Six Feet Under, Oz o Deadwood entre las primeras posiciones de muchos rankings o en los listados ganadores de muchos premios de una industria que gobernaba con mano de hierro, pero este éxito de la cadena abrió la puerta a que muchas otras vieran el camino a seguir e intentaran conseguir su parte del pastel con mayor o menor suerte. HBO consiguió el trono, pero también le indicó a su competencia cuáles eran los pasos que tenían que dar.
A partir de 2006 tanto en Emmy como en Globos de Oro es casi anecdótico encontrar en la categoría a mejor drama a una ficción que no sea de cable. La competencia le hizo perder la hegemonía dentro del cable en la última década: desde Boardwalk Empire en 2010 no gana ningún Globo de Oro en la categoría reina en drama y en los Emmy hasta que no acabó la tiranía de la AMC con Mad Men y Breaking Bad y vivimos las 2 victorias consecutivas de Game of Thrones no logró conseguir ninguna estatuilla desde que lo hiciera con Los Soprano en 2007; una sequía de 8 años.
Que este año la cadena a priori más respetada se haya ido de vacío en drama no es ninguna casualidad; la cadena lleva ya varios años buscando una sucesora a sus grandes series de antaño. Este último lustro gracias a Game of Thrones tenía cierta tranquilidad ya que la adaptación de las novelas de Martin les daba público y crítica a la par; sin embargo todo llega a su fin y el que a día de hoy es su buque insignia está a una temporada de finalizar. La HBO parece que con Westworld ha conseguido encontrar una digna heredera a nivel mediático que además cumple consiguiendo tener unas buenas críticas detrás, pero desde mucho antes si hay una búsqueda que se está resistiendo es la de su nueva serie de culto. Las malogradas Luck o Vinyl son el ejemplo más claro, pues sendas series no pasaron de su primera temporada y estaba claro que la intención era ir a por premios más que a por el público. Distinta suerte tuvieron Treme y Boardwalk Empire, que aunque no tuvieran la presencia esperada en dichos galardones, consiguieron consolidarse como grandes series dentro del panorama televisivo (personalmente considero a esta última una de las mejores series que he visto).
La aparición de The Deuce, firmada por David Simon (The Wire y Treme), tiene mucho sentido si se tiene en cuenta todo lo mencionado. La HBO busca recuperar el terreno perdido usando las mismas armas que la llevaron a ser el máximo exponente de la alta televisión, pero habrá que esperar para saber si esa fórmula vuelve a surgir efecto con la competencia a nivel global que tiene ahora. Pase lo que pase con The Deuce y el resto de intentos de la cadena, estoy convencido que los espectadores en alguna ocasión saldremos ganando aunque no se cumplan las expectativas en noches como la del pasado fin de semana.
Sobra decir que este artículo no he querido entrar en comedia y miniseries. Es innegable que True Detective, Big Little Lies, Silicon Valley o Veep han conseguido que la HBO se mantenga fuerte estas categorías. El articulo enfoca únicamente las series dramáticas, el gran pilar de la cadena en el pasado.